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Identidad

Ikea reemplaza los carteles de los cambiadores para que sean igualitarios

La empresa sueca decidió cambiar los carteles después de recibir cientos de comentarios a través de las redes sociales.
IMAGEN VÍA TWITTER DE IKEA

El tema de los baños públicos es una reivindicación histórica que desde hace varios años reivindican los colectivos feministas y LGBTQI. Algunos símbolos que se representan en el espacio público están cargados de estereotipos y estos solo hacen que perpetuar determinados roles de género. ¿Por qué, si no, solo se asocia el símbolo de la mujer, con falda, al cuidado del bebé? ¿Los hombres no pueden entrar a un cambiador o qué?

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Micromachismos, el espacio de denuncia con visión feminista del digital Eldiario.es, se hizo eco el mes pasado de cientos de quejas de usuarios que criticaban que el símbolo de los cambiadores de bebé de la multinacional sueca Ikea no fuera igualitario. Tanto padres como madres hicieron visible esta discriminación tuiteando en redes sociales. Y la indignación ha servido para algo.

Ikea ha anunciado vía Twitter que todos los cárteles de sus puntos de venta en España han sido reemplazados por otros más inclusivos. En el nuevo cartel la silueta con falda ha pasado a ser un símbolo neutral en el que no se aprecia ninguna connotación de género.

Nuestra intención es contribuir a romper con los roles establecidos y provocar a un cambio necesario en la sociedad

"Se trata de una iniciativa que hemos promovido desde Ikea España a raíz de escuchar los comentarios o quejas de nuestros clientes al respecto. Nuestra intención es contribuir a romper con los roles establecidos y provocar a un cambio necesario en la sociedad", explica Marta Pérez, responsable de comunicación de Ikea a Broadly.

Para Col·lectiu Punt 6, un grupo multidisciplinar que reflexiona sobre los espacios urbanos en clave de género, la noticia de Ikea supone un "avance muy importante". "Sin embargo, es una pena que esta iniciativa no la imiten los espacios de la administración pública, ya que consideramos que son ellos los que deberían dar ejemplo", explica Blanca Valdivia, arquitecta y miembro de este colectivo. "El espacio público es el escenario que refleja todas las desigualdades, pero si no hacemos nada contribuye a reproducirlas a lo largo del tiempo", agrega.

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Los cambiadores de bebé no es el único campo de batalla para la lucha feminista. Desde Col·lectiu Punt 6, que llevan años estudiando la iconografía discriminatoria de calles, defienden una mayor visibilización de representaciones femeninas en la vía pública, por ejemplo, incluyendo siluetas femeninas en los leds de los semáforos. Algunos ayuntamientos, como el de Valencia, ya se han puesto las pilas. Valdivia, además, cree que va más allá de representar a hombres o mujeres: "la iconografía o cartelería también debería mostrar la diversidad de cuerpos".

Los baños unisex en los espacios públicos también han estado en el centro del debate. Para muchos grupos feministas y LGBTQI, la inclusión de baños unisex ―con sus correspondientes iconos neutrales― evitaría el acoso, la burla o la incomodidad que sufren las personas tránsgenero cuando usan el baño con el que se identifican. El informe sobre el "Acceso igualitario a baños públicos", del colectivo Lambda de Gais, Lebianas, Transexuales y Bisexuales, hace hincapié en la necesidad de no segregar por razón de sexo y de garantizar el acceso igualitario al baño a todas las personas.

"Los baños unisex, además, son más inclusivos en tanto que no asumen como automático el binarismo de género en la sociedad e incluyen a todas aquellas personas que no se identifican ni con el género masculino ni el femenino", agrega Valdivia. Para Col·lectiu 6 el escenario idea sería la existencia de tres tipos de baños: de mujeres, de hombres y de género neutro.

"Gracias a los colectivos feministas y a las reivindicaciones de la gente estamos consiguiendo un espacio público más igualitario, pero aún queda mucho por hacer. Esto es solo una parte de la lucha que se extrapola en todos los ámbitos: el económico, el sanitario, etcétera", concluye Valdivia.