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Identidad

El único programa de la tele que normaliza el sexo anal o el BDSM

La televisión pública de Barcelona emite un programa de televisión que habla de la sexualidad como forma de transgresión. Sus creadoras son jóvenes de 23 años.
"Sodomita Sonorx (Lo que me sale del culo)" de Mariokissme, escena de FOLLO ERGO SUM

Cuatro estudiantes de comunicación audiovisual han conseguido algo impensable hace unos años: colar en una televisión pública un programa que aborda el sexo como elemento de subversión y ahonda en prácticas contrasexuales o no heteronormativas, como el sexo anal o el BDSM. El programa se llama Formo Ergo Sum y aunque de momento solo han grabado el programa piloto, ahora mismo están intentando financiar el resto de episodios a través de una campaña de micromecenazgo que ya ha superado su objetivo.

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Entrevistamos a sus creadoras para que nos cuenten más sobre su programa.

Broadly: No debería ser noticia, sin embargo lo es. La verdad es que Follo, ergo sum es de los pocos programas que se emitirá en TV sobre sexo y prácticas no heteronormativas o contrasexuales. ¿Por qué os decidisteis a hacerlo?

Follo Ergo Sum:Porque hay un vacío en la representación de todas aquellas prácticas sexuales e identidades que no encajan en la cisheteronormatividad. Y este vacío es una forma de poder que nos borra y nos niega la existencia. Pero además de este silencio representativo, los medios emiten constantemente imágenes y discursos sexuales absolutamente machistas. Vivimos en la cultura de la violación y de la reducción de la mujer a un objeto al servicio del deseo del hombre, y esto lo vemos una y otra vez de forma más o menos evidente en los discursos mediáticos. Por ello pensamos que era hora de dar visibilidad a las prácticas contrasexuales.

Nos contaron que el penetrador siempre era el hombre, y la penetrada siempre era la mujer. Nos contaron que si no había penetración no era follar

Decís en vuestra descripción: "Nos han explicado una verdad sobre el sexo que no es nuestra verdad y por eso producimos una nueva". ¿Qué verdad nos contaron?

Nos contaron una verdad cisheteronormativa, coitocéntrica y machista, donde nuestro placer como mujeres, como lesbianas o como trans se desvanecía. Nos contaron una verdad en la que existían dos géneros naturales, y que uno tenía sexo con el otro a través del coito. Nos contaron que el penetrador siempre era el hombre, y la penetrada siempre era la mujer. Nos contaron que si no había penetración no era follar. Nos contaron que las lesbianas no follan. Nos contaron que "no" a veces quería decir "sí". Nos contaron que los órganos reproductivos son los órganos sexuales. Nos contaron que nuestro cuerpo termina donde termina nuestra piel. Nos contaron que cuando estás enamorada sólo puedes y debes follar con una persona. Nos contaron que las personas con diversidad funcional no tienen sexualidad, ni tampoco los niños, ni las personas de tercera edad. Nos contaron que la masturbación es un secreto que las mujeres nunca debemos confesar.

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¿Os esperabais llegar tan pronto al objetivo de Verkami? ¿Cuáles son los próximos pasos? ¿Y cuántos capítulos más podremos ver?

La verdad es que la gente ha sido muy entusiasta con el proyecto y nos ha ayudado mucho con la campaña. Estamos muy contentas de que haya tenido tan buen recibimiento. Cada capítulo implica una investigación profunda sobre cada tema y la búsqueda de teóricos y teóricas y artistas visuales de afinidad ideológica. Teniendo también en cuenta el dinero que hemos conseguido y el tiempo del que disponemos, tenemos pensado realizar dos capítulos más. ¡Pero quién sabe!

Alba Cid, Laia Vaello, Sofia Esteve y Marina Freixa, creadoras de "Follo Ergo Sum"

¿A qué tipo de público va dirigido? ¿Creéis que podría asustar a nuestras madres y padres?

Creemos que el programa puede tener diversos perfiles de público. Por un lado, el movimiento queer y feminista por cuestiones de proximidad ideológica. Pero Follo ergo sum también es una reflexión sobre la construcción del cuerpo, la sexualidad y el género en nuestra sociedad y aquí entra toda la gente. Hay que reeducar a algunas madres, algunos padres, en este tema y Follo ergo sum puede ser una buena herramienta para ello. Al fin y al cabo, lo que hacemos es hablar de prácticas abyectas con un lenguaje tan legitimado como lo es el filosófico o académico. Nos encontramos con que de repente muchxs se enfrentan a sus propios prejuicios de cara, porque son figuras "con autoridad" las que hablan de los temas que les provocan fobia.

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Después de ver el piloto, creo que existe un discurso de género muy potente e interesante y os basáis en referencias históricas y filosóficas. Hay mucho de componente pedagógico.

¡Totalmente! Al fin y al cabo las prácticas sexuales son una forma más de reproducir la verdad de nuestro sistema, de reproducir verdades sobre nuestros cuerpos, nuestro género, nuestra sexualidad, nuestra identidad.

Me gusta mucho que añadáis biografía y filmografía en los créditos, al acabar cada programa. ¿Es una idea que queréis mantener?

Sí. Nos la recomendó nuestro tutor Jordi Balló y pensamos que es una muy buena idea. Al fin y al cabo, Follo ergo sum es un trabajo de investigación basado en gran parte en los libros. Además, como toda bibliografía, puede funcionar como hipervínculo para investigar más sobre el tema.

¿Por qué decidisteis empezar por el sexo anal para el piloto Plaer Anal?

Leímos la Teoría de los cuerpos agujereados de Marta Segarra, que dedicaba un capítulo a la sodomía desde una perspectiva histórica y queer. Nos fascinó su reflexión sobre los agujeros del cuerpo, y especialmente su capítulo sobre el ano como espacio desde el que se construía el binarismo hombre-impenetrable y mujer-penetrada.

Hemos sido tachadas de guarras cuando nuestra sexualidad ha sido 'excesiva' para la norma. Y de mojigatas cuando no nos hemos arrodillado ante el placer de un hombre

Entiendo que cada capítulo ahondará en una práctica distinta. ¿Qué nos espera en los próximos?

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El siguiente queremos centrarlo en el BDSM y ya hemos empezado a investigar. Existen teorías realmente interesantes sobre esta práctica, nosotras nos remontamos a Foucault. Él planteaba que el BDSM, al partir de un contrato entre dos personas que se repartían el rol de poder dominadxr-dominadx, era una subversión respecto al poder no elegido e inconsciente de la sociedad en que vivimos (lo que él denominaba "biopoder").

Vosotras que habéis estudiado comunicación, ¿cómo creéis que se representan las practicas sexuales en la televisión o en el cine. ¿Seguimos, en general, instaladas en códigos machistas y patriarcales?

La representación del sexo en el cine y en la televisión es, generalmente, absolutamente machista. No sólo por el hecho de que las prácticas que generalmente se muestran son cishetoronormativas. Creemos que existe un nivel muy alto de violencia sexual en el audiovisual que no es explicada ni percibida como tal. Existen muchas películas y series en las que se normalizan y justifican violaciones y agresiones sexuales de todo tipo. Hace poco vimos Kiki, el amor se hace. Hay una violación continuada de uno de los personajes a su mujer: por las noches la duerme y se folla su cuerpo. Sin embargo, en la película está tratado como si tal cosa fuese un signo de amor de un hombre incapaz de expresarle a su mujer sus sentimientos. ¡La película nos hace empatizar con el violador! Es el colmo. Y lo peor es que es una película que se las da de progre, cuando esconde cantidades de conservadurismo bajo su apariencia desenfadada.

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Aunque sois jóvenes, y echando un ojo al entorno, ¿creéis que aún hay que romper muchos barreras y tabúes entorno al sexo?

Por supuesto, el sexo sigue envuelto de un gran conservadurismo y todas las prácticas fuera de lo cisheteronormativo siguen siendo estigmatizadas e invisibilizadas. Nosotras como mujeres hemos vivido la experiencia de que se nos haya extirpado nuestra capacidad de desear, porque nos han enseñado que nuestro placer está al servicio del otro. Y como lesbianas (o no heterosexuales), hemos vivido la lesbofóbia externa y la nuestra propia, a pesar de venir de entornos supuestamente "progresistas". Hemos sido tachadas de guarras cuando nuestra sexualidad ha sido "excesiva" para la norma. Y de mojigatas cuando no nos hemos arrodillado ante el placer de un hombre. El patriarcado siempre tendrá un insulto para nosotras, hagamos lo que hagamos. Una reflexión así hace Itziar Ziga en su fantástico libro Devenir perra.

Aspiramos a una sociedad de mujeres, lesbianas, trans e intersexuales feministas y de marikas y hombres penetrados

¿Cómo os adentrasteis en la teoría queer feminista? ¿Se nota el cambio del instituto a la Universidad?

Cada una venimos de familias y entornos algo distintos. Aunque en general acordamos que el instituto es un espacio de brutal represión y violencia contra las sexualidades y los géneros disidentes. Existe el silencio generalizado de la comunidad educativa respecto a estos temas. En la Universidad como institución tampoco hemos visto grandes cambios al respecto, pero es cierto que es un espacio que favorece la proximidad a las ideas feministas, no tanto por lo que se aprende en las aulas, sino por los círculos políticos y activistas que se generan a su alrededor.

Creo que ninguna de nosotras se imagina haber hecho algo así hace unos años. Creo que todas, aunque unas más que otras, estábamos profundamente sumergidas en los cánones de la cisheteromornatividad, que controlaba nuestros cuerpos y sexualidades, la totalidad de nuestras vidas.

Os declaráis abiertamente feministas, pero además el piloto es tremendamente liberador también para el hombre y el placer masculino. ¿Creéis que un pensamiento feminista nos haría disfrutar más del sexo tanto a hombres como mujeres?

Por supuesto, el feminismo (o los feminismos) son un replanteamiento total de la sociedad. Los feminismos desmantelan el ejercicio sutil e invisible del poder, ponen sobre la mesa la construcción del género y de la sexualidad y esto nos afecta a todas las personas. Aunque en el patriarcado las mujeres somos el género oprimido, las normas del género son muy rígidas y afectan también a los hombres. En el caso de Plaer anal se ve muy claro: cómo un espacio de placer como el ano se les extirpa, se les recorta del cuerpo. De hecho, a raíz de Plaer Anal hemos reflexionado sobre cómo situar la identidad de los hombres en la lucha feminista.

Aspiramos a una sociedad de mujeres, lesbianas, trans e intersexuales feministas y de marikas y hombres penetrados; aunque nosotras abogamos por la fluidez creativa entre todas esas identidades (sin olvidar nunca las diversas estructuras de opresión que vivimos, y las formas en que las luchas deben articularse a partir de ellas).