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Relaciones

Preguntamos a varias parejas por qué decidieron abrir su relación

Desde tener un micropene a vivir en continentes distintos, varias parejas no monógamas nos cuentan las razones por las que han decidido abrir las puertas de su relación y responden a las preguntas que sus amigos no se atreven a preguntar.
MA
traducido por Mario Abad

Si echas un vistazo a unas cuantas biografías de Tinder, no te costará mucho encontrar alguna en la que ponga algo así como, "¡En pareja pero con ganas de pasar un buen rato!". La segunda lectura de este nada sutil mensaje sería: "Tengo una relación abierta, así que nos podemos liar sin problemas".

Según un estudio reciente realizado en EE. UU., uno de cada cinco estadounidenses asegura haber mantenido una relación abierta en algún momento de sus vidas en pareja. Pero ¿qué significa exactamente una relación "abierta"? Y ¿cómo surge la conversación? Me imagino que no será tan fácil como pausar la película que estáis viendo y preguntarle a tu pareja si le apetecería que os acostarais con otras personas.

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¿O sí?

Para averiguarlo, hablamos con tres parejas de mucho tiempo para que nos contaran por qué escogieron la vía de la poligamia, qué normas implica este tipo de relaciones y cómo hacen que funcione en su caso.

Kasara (24 años) y Chris (23 años)

VICE: ¿Cuánto hace que estáis juntos?
Chris: En octubre hará tres años.

Y ¿cómo empezó vuestra historia como pareja?
Kasara: Nos conocimos en Tinder. La primera noche, tomamos algo y fuimos a su casa. Después la verdad es que no esperaba que nos volviéramos a ver, pero al contrario, empezamos a quedar mucho. Éramos un poco follamigos y no nos planteábamos etiquetas como "relación abierta" o "no monógama".

Chris: El año en que conocí a Kasara, yo solo quería relajarme y disfrutar, porque no lo había pasado muy bien con mi relación anterior.

Kasara: Yo también acababa de salir de una relación cuando nos conocimos y me atraía la idea de mantener ese aspecto informal. Luego, la primera vez que Chris se fue a Australia, conocí a Yanis, un chico por el que empecé a sentir algo. Hablé con Chris y me dijo que no había problema. Así empezó nuestra relación abierta.

Chris: Al principio me resultaba raro que Kasara estuviera saliendo con Yanis porque yo estaba lejos y la echaba de menos, pero a la vez estaba muy contento de que hubiera encontrado a alguien que la hiciera tan feliz como yo. En ese momento me di cuenta de lo beneficioso que puede llegar a ser para una relación ver a otras personas. Yo todavía no he sentido nada por ninguna otra persona, pero sí que ha habido citas que han estado cerca. En cualquier caso, no es algo que me quite el sueño. Estoy contento con mi situación actual.

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¿Qué piensan vuestros amigos y familiares de la relación que tenéis?
Kasara: Cuando Chris estaba en Australia, invité a Yanis a casa de mis padres. Cuando lo vio, mi madre me llevó aparte y me dijo, "¡Pero si Chris y tú os vais a ir a vivir juntos pronto! ¿Cómo puedes hacerle esto?". Le dije que no pasaba nada, que era un acuerdo entre los dos. Por tanto, creo que mis padres lo saben, pero nunca hablamos de ello.

Chris: Una de mis peores experiencias fue cuando decidimos definirnos como poliamorosos. Fue una etapa horrible en la que sentía la necesidad de decírselo a todo el mundo. Se lo conté a los chicos de mi equipo de voleibol, que se cachondearon de mí sin piedad. Me decían, "¿Se va a tirar a otros tíos y a ti te da igual? No puede salir nada bueno de esto". Intenté explicarles que no funcionaba así, pero nunca llegaron a aceptarlo. Para ellos era una chorrada mía.

Kasara: Sí. A mí me hace mucha gracia ver la cara que ponen los tíos cuando les hablo de nuestra relación. Se quedan un momento pensando y luego te dicen, "Aaaah, entonces tu novio y tú no os acostáis, ¿no?". Entonces le tengo que explicar que sí y, después de otro silencio, te vuelven a decir, "Aaah, entonces es por comodidad", y otra vez les tengo que decir que tampoco.

¿Por qué creéis que lo mejor en vuestro caso es el poliamor?
Kasara: Tardé un tiempo en darme cuenta de que realmente no soy monógama. Siempre he sido capaz de sentir algo por varias personas. Además, creo que los celos no deberían perpetuarse como la norma en las relaciones, ni tampoco la monogamia.

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Chris: Mi opinión es muy parecida. Nunca ponemos barreras a los sentimientos a excepción del amor. Nadie establece por qué cosas debes sentir tristeza o alegría. En cambio, con la monogamia, solo se te permite amar a una persona. El amor es un sentimiento muy loco, ¿por qué no íbamos a poder experimentarlo con más personas? ¡El poliamor es positivo, gente! Que no somos todos unos raritos.

Lyndsay* y Tyler* (24 años)

VICE: ¿Cómo surgió en vuestro caso el tema de las "relaciones abiertas" y por qué?
Lyndsay: Llevaríamos dos años de relación. Ahora hace cinco que estamos juntos. Un día se sinceró y me dio que si alguna vez quería acostarme con otro chico, que podía hacerlo. Él disfruta mucho de mi cuerpo —tengo la tetas enormes—, pero en la cama no puede darme tanto como alguien que tenga el pene más grande.

Tyler: Sí. Tuvimos unos cuantos altibajos en la relación porque no se sentía satisfecha sexualmente. Tengo un micropene y soy consciente de que no puedo dar a Lyndsay lo que necesita en ese aspecto. Quiero lo mejor para ella, así que empezamos a hablar de posibles soluciones.

Lyndsay: Primero comentamos la posibilidad de usar juguetes para darme placer, pero la verdad, un pene de plástico no es lo mismo que uno de verdad. Luego están los más realistas, pero miden como mínimo 20 cm y es demasiado para mí. Tampoco era plan de pasar de un micro a un macropene.

Tyler: Pensé que lo mejor era el sexo real. Se merece obtener el mismo placer que yo obtengo de ella. ¿Por qué me iba a oponer a eso?

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Un gesto muy generoso. Pero, ¿crees que implica cierto sacrificio por tu parte? ¿Consideras que el hecho de que la relación sea abierta solo por un extremo representa un desequilibrio?
Lyndsay: Siempre siento un poco de miedo y culpabilidad simplemente con pensar en acostarme con otra persona, aunque Tyler lo apruebe y, de hecho, lo quiera. Por ahora todavía no he estado con nadie.

Ah, entonces, de momento es solo una fantasía, ¿no? Estáis abiertos a ser abiertos.
Lyndsay: Sí, porque lo que no quiero es acostarme con alguien y luego sentirme terriblemente culpable. Por ahora la idea nos atrae y creamos escenarios hipotéticos.

¿En qué medida creéis que es importante "consumar" esa fantasía?
Tyler: Mientras ella sea feliz, a mí no me importa si ocurre o no, pero estoy convencido de que si lo probara, le gustaría. Espero que funcione y se anime.

¿Dirías que tienes una especie de fetiche? Como esos hombres a los que les gusta ver a sus esposas acostándose con otros.
Tyler: Yo también lo veo así. Creo que empezó cuando tendría unos 16 años. Tenía una amiga con derecho a roce a la que le fascinaba mi micropene porque nunca había visto uno igual. Aunque no había sexo como tal, me hacía mamadas y cosas así. Vamos que parecía que le gustaba. Creo que a partir de aquello empecé a tener más amplitud de miras con el tema de las relaciones abiertas.

Lyndsay: Una vez le puse a prueba. Me inventé que estaba a punto de acostarme con alguien. Estaba en el aeropuerto y le mandé a Tyler un mensaje diciéndole que había encontrado a alguien con quien hacerlo.

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Tyler: Me puse muy contento por ella, porque sabía que sería toda una aventura. Para mí este tipo de aventurillas son experiencias muy gratificantes. Yo he vivido algunas y quiero que Lyndsay también tenga esa oportunidad. El problema es que yo no puedo dársela.

¿No te provoca celos o inseguridad?
Tyler: Me siento muy a gusto siendo tal como soy y lo único que sentí fue felicidad por ella. He aprendido a aceptarme y, además, aunque tenga un pene pequeño, nuestra vida sexual es bastante buena.

Daniel (42 años) y Regina (39 años)

VICE: ¿Cuánto tiempo lleváis juntos?
Regina: Seis años y medio, y cuatro de casados.

¿Y cuánto hace que mantenéis una relación abierta? ¿Cómo llegasteis a esa decisión?
Daniel: Mantuvimos una relación monógama durante un año y luego empezamos a asistir a fiestas de intercambio de parejas.

Regina: Pero desde el principio hablamos de nuestras historias sexuales y sentimentales. Los dos habíamos estado casados y teníamos experiencia en esto de verse con varias personas a la vez. Vivimos en la era de Tinder y de los sitios web de citas —que es donde nos conocimos—, y verte con varias personas a la vez no implica necesariamente que no seas monógama, sino que eres no excluyente, lo que supongo que es la antesala de ser no monógama.

¿Qué os atrajo al mundo del intercambio de parejas?
Daniel: Hace unos cinco años, mi exmujer me dijo que se había enamorado de otro hombre, y me enseñó una gran lección: no importa quién seas, un buen día tu pareja puede dejar de quererte. Y no sería culpa de nadie. Me di cuenta de que mi próxima relación tendría que ser abierta porque ya no siento esa necesidad de controlar a mi pareja. De todas formas, el control es una ilusión.

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Regina: Para mí, el sexo nunca ha sido excesivamente importante. Tampoco he tenido nunca malas experiencias sexuales, afortunadamente. Me gusta conocer gente, por lo que no me pongo nerviosa en los intercambios de pareja.

¿Existe el concepto de infidelidad en una relación abierta?
Regina: Sí, cuando conscientemente cruzas una línea que ambos habíais trazado. Eso puede doler mucho.

¿Cómo funciona vuestro proceso de selección, cuando estáis en una fiesta o así? ¿Ambos debéis estar de acuerdo respecto a la persona con la que acostaros?
Regina: Pues mira, puedo darte el ejemplo de la otra noche. Daniel fue a un bar y una chica le preguntó, "¿Qué me harías, si pudieras?". ¡No supo qué responder! Luego me mandó un mensaje diciéndome que la chica quería saber si tenía mi consentimiento. ¡Esa mujer me estaba pidiendo permiso para acostarse con mi marido!. Mi respuesta fue, "Solo si ella te pone muy cachondo". A la mañana siguiente, necesitaba que me dieran mimos. Llamé a mi marido y le pedí que me dijera, con toda sinceridad, que la noche anterior había sido genial pero que nada es comparable a mí. Él soltó una risotada y me dijo, "Por Dios, claro que no. Estoy deseando llegar a casa y verte". Ese es el quid de la cuestión.

Daniel: Exacto. Practicamos el intercambio de parejas porque es un gran complemento a nuestras vidas, no porque echemos de menos algo en la relación. Es como un añadido muy interesante.

*Se han cambiado los nombres.

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