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Identidad

Algunas personas con ansiedad encuentran alivio en las películas de terror

Puede que parezca no tener sentido, pero a algunas personas que sufren desórdenes de ansiedad ―yo incluida― les encanta calmarse con una película de terror. Hablé con varios investigadores para saber por qué.
Photo by Peter Bernik via Stocksy

Al igual que un 5 por ciento de la población mundial, yo padezco un trastorno de ansiedad generalizada. Cuando era pequeña me preocupaba por determinadas cosas, generalmente de magnitud catastrófica pero totalmente desproporcionadas en mi cabeza. Cuando tenía diez años me enteré de que existían los cometas durante una visita a un museo y durante semanas me mantuve despierta por las noches preocupada porque un cometa podría estar a punto de colisionar con la Tierra. Siendo adolescente estaba convencida de que padecía todas y cada una de las enfermedades increíblemente extrañas y mortales que veía por la tele. Actualmente, mi ansiedad se manifiesta de una forma que resulta mucho más difícil de explicar a las personas que no la han experimentado: imagina una especie de leve sensación de terror, un poco parecida al miedo que te entra cuando estás de resaca y sabes que la noche anterior hiciste algo pero no sabes qué. Eso, pero básicamente todo el tiempo.

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Tengo suerte de que mi ansiedad sea suficientemente moderada como para poder manejarla sin medicación: hago ejercicio con regularidad, no bebo demasiado y voy comprobando mi propio estado mental con frecuencia para mantenerla a raya, pero cuando la cosa se pone realmente mal hay un remedio instantáneo que me hace sentir mejor: una película de terror. Cuanto más gore, oscura y perturbadora mejor. La semana pasada vi Would You Rather, un peli gore de bajo presupuesto sin argumento alguno que tiene dos estrellas y media en Netflix. El cartel de la peli muestra una cuchilla casi pegada al ojo de alguien, a punto de clavarse en él. Ya pilláis la idea, ¿no?

La primera vez que comprobé la eficacia de esta forma tan poco convencional de soportar la ansiedad flipé bastante: ¿era una especie de psicópata que obtiene alivio con el sufrimiento de los demás? ¿Me pasa solo a mí? Pregunté en /r/anxiety, el foro de Reddit que lleva por título ¿Me pasa algo malo?

Aunque las películas de terror no son una alternativa real a buscar ayuda profesional si la necesitas, me vi inundada de respuestas de personas que decían que habían notado lo mismo. "Yo también he notado que las películas de terror me hacen sentir mejor", me dijo un usuario. "Crean un tipo diferente de ansiedad, una ansiedad que no va conmigo, ¿me entiendes?".

"¡SÍ!", dijo otro. "Yo creo que es porque estás asustado/ansioso por un motivo real".

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"Me preocupa que alguien entre de pronto en casa o la posibilidad de ver un fantasma", confirmaba un Redditor, "y eso se superpone a cualquier tontería estúpida que me hubiera estado preocupando antes".

Drew Barrymore en "Scream". Captura de pantalla vía YouTube

Para saber por qué algunas personas que padecen ansiedad como yo se automedican con películas de terror, hablé con el Dr. Mathias Clasen, de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca. El Dr. Clasen lleva 15 años estudiando los efectos psicológicos de las películas de terror. "La exposición a las películas de terror puede resultar gratificante cuando las emociones negativas provocadas por la película resultan manejables", me explicó el Dr. Clasen. "Además, hay una distancia psicológica cuando vemos una película de terror. Sabemos que no es real, o al menos algunas partes de nuestro cerebro saben que no es real, aunque otras partes ―estructuras ancestrales situadas en el sistema límbico― responden como si fuera real".

Me explicó que esto crea una respuesta de "huida o lucha", pero la relega a un entorno controlado. "No me sorprende saber que algunas personas con ansiedad encuentren terapéuticas las películas de terror", dijo. "Este género nos permite experimentar emociones negativas bajo circunstancias controladas".

El Dr. Clasen me confirmó que no consiste en entrar en una espiral sin control al más puro estilo Freddy Krueger, pero sus teorías no explican realmente por qué sentir miedo tiene el paradójico efecto de hacerme sentir más tranquila a la larga. En otro foro, socialanxiety.com, un usuario reflexionaba: "La adrenalina me hace olvidar [mi ansiedad] durante un rato".

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¿Estaba endureciendo mi corazón frente a mis miedos reales exponiéndome a ellos en forma de asesinos en serie en la pantalla?

Cuando una persona con ansiedad ve una película de terror, ¿se está dando un atracón de ansiedad de bajo nivel a modo de vacuna psicológica contra la realidad, o básicamente está dándose un chute de adrenalina? La Dra. Maria Ironside está llevando a cabo una investigación en la Universidad de Oxford sobre la ansiedad y la depresión empleando algo llamado estimulación cerebral no invasiva. La técnica consiste en pasar pequeñas e inofensivas corrientes eléctricas a través del cerebro de sus voluntarios y registrar los efectos en los grupos de personas con y sin ansiedad. Le pregunté qué está pasando en realidad dentro de mi cerebro cuando siento ansiedad, científicamente hablando. "Hay una parte del cerebro que alerta del peligro", explica la Dra. Ironside. "Esta parte se denomina amígdala. Diversos estudios han demostrado que las personas con una muy elevada ansiedad-rasgo (es decir, personas muy ansiosas) y trastornos de ansiedad tienen una amígdala hiperactiva en comparación con las personas sanas".

Pregunté a la Dra. Ironside cuál era su opinión acerca de las teorías que relacionan la ansiedad y la adrenalina. ¿Podía explicarse de este modo mi reacción ante las películas de terror? ¿Estaba endureciendo mi corazón frente a mis miedos reales exponiéndome a ellos en forma de asesinos en serie en la pantalla? "Las investigaciones muestran que si en un experimento se muestra repetidamente a varias personas la imagen de un rostro asustado, la reacción de su amígdala va reduciéndose con el tiempo. En la terapia de exposición para las fobias, se expone a los pacientes a la fuente de su fobia (por ejemplo espacios cerrados o arañas) y, con el tiempo, ellos 'aprenden' que aquello no está asociado a un resultado negativo y van sintiendo menos miedo. Esto es similar a tu idea sobre las películas de terror, aunque no estoy segura de que funcione porque creo que este tipo de métodos deben dirigirse más bien a miedos específicos".

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Tim Curry como Pennywise en "It". Captura de pantalla vía YouTube

Siempre me ha encantado el terror, desde que era aquella niña nerviosa y paranoica. Mis noches favoritas eran cuando me quedaba a dormir en casa de una amiga que tenía un hermano mayor y una montaña de cintas VHS: Pesadilla en Elm Street, El Exorcista, Halloween… Las veíamos con el volumen muy bajo por si entraban sus padres en la habitación y nos pillaban, sentadas muy cerca de la pantalla, envueltas en nuestros sacos de dormir y sintiéndonos como un par de conspiradoras.

Steph Hovey, psicólogo adjunto en el Centro Tavistock y en el Hospital Great Ormond Street de Londres, me dijo que "la ansiedad puede desarrollarse a partir de experiencias en nuestra infancia que afectan el modo en que observamos el mundo como adultos". De modo que quizá en mi caso las películas de terror me ayudaban a enfrentarme al miedo en un entorno seguro y con la ayuda de alguien en quien confiaba. "Los recuerdos de disfrutar viendo películas de terror con amigas cuando eras pequeña podrían ayudarte a lidiar con tu ansiedad porque te impiden reaccionar exageradamente. Como ya te has encontrado con esta sensación de nerviosismo y miedo en el pasado, pero sabes que en realidad no pasó nada malo, es posible que ahora estés mejor equipada para lidiar con esas sensaciones".

Según Anxiety UK, la ansiedad va en aumento: actualmente se diagnostica esta enfermedad a un 12,8 por ciento más de personas que hace 14 años. Con tantas cosas por las que preocuparse en el mundo actual, desde las pandemias víricas hasta el terrorismo internacional, pasando por el Brexit o por Trump, apenas resulta sorprendente.

Hace un par de años, mi compañero de piso George y yo nos embarcamos en un maratón de Saw. Vimos todas y cada una de las películas de principio a fin durante un fin de semana. Nos lo pasamos tan bien que unos cuantos fines de semana más tarde vimos la franquicia de Paranormal Activity. Se convirtió en nuestra pequeña tradición. Ver una película de terror con otra persona es una experiencia que une, como subir a una montaña rusa o comerse un curry increíblemente picante. Es algo un poco de locos, pero básicamente es algo completamente inofensivo que ambas personas "habéis pasado" juntas. Puede que nunca descubra por qué a mí me funcionan las películas de terror, pero en un mundo cada vez más aterrador, saber que puedes enfrentarte a algo que da miedo ―aunque sea totalmente ficticio― puede resultar extrañamente reconfortante.