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Identidad

Los consejos machistas de la coach África Bos para que los hombres te liguen

Su canal de YouTube acumula casi 105.000 seguidores. Pero sus "consejos" no escapan de la crítica de quienes creen que difunde un modelo de relaciones casposo y machista.
CÁPTURA DE PANTALLA DE ÁFRICA BOS

"Las mujeres no quieren dar el primer paso". "Queremos hombres protectores". "Las mujeres son más discretas en el plano sexual". "Todas tenemos el Factor Fulana". Son algunas de las frases extraídas de los vídeos de África Bos que hablan de nosotras —de las mujeres— y de lo que teóricamente nos debería gustar por el simple hecho de ser mujeres: las películas románticas, los hombres un poco capullos —pero con buen corazón— y que tomen siempre ellos la iniciativa.

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Pero si eres mujer y no te sientes identificada con ninguna de estas consignas, es muy probable que los consejos de la experta en coaching y seducción África Bos no te sirvan para nada. Y te molesten un poco. Aunque también es casi seguro que el target de esta Youtuber que cosecha miles de visitas en todos sus vídeos no seas tú. Su canal tiene casi 105.000 suscriptores, la mayoría hombres. Hombres que quieren aprender a ligarte.

"La verdad es que yo no decidí que mis consejos para 'ligar con mujeres' pudieran ayudar a los hombres, sino que fueron ellos mismos los que iban poniendo en práctica con éxito y corroborando lo que yo enseñaba", explica África a Broadly. "La verdad es que no me gusta mucho el concepto de 'ligar con mujeres'; prefiero el concepto de 'interactuar' porque es más pacífico y más realista con lo que yo verdaderamente enseño".

Captura de pantalla de los tweets de África Bos.

Los consejos de África Bos se enmarcan dentro de lo que ella llama "Psicología Sexual Femenina" y lo hace basándose en generalidades y tópicos que promueven esa idea del "hombre+protege+mujer".

"Al hablar de sexo y relaciones digamos que 'nunca acierto' porque tú me dices el término 'machista' pero me hace gracia porque cuando alguna vez he dado algún consejo a las mujeres más de uno me ha tachado de 'feminazi', así que no entiendo cómo puedo ser machista y feminazi a la vez", explica a través de correo electrónico a Broadly. Aunque asegura tener tanto alumnos hombres como mujeres, reconoce que la presencia masculina es mayor.

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Le pregunto si no cree que existan mujeres distintas a las que sugiere en sus vídeos: mujeres que toman la iniciativa, por ejemplo; mujeres que son más racionales que emotivas; o mujeres a las que les gusta, yo qué sé, las películas de acción. "Lo que hay que entender es que en un vídeo de no más de tres minutos no puedo estar explicándolo cada vez, y tiendo a hacer afirmaciones que generalizan pero que generan comprensión global también del vídeo", razona.

No entiendo cómo puedo ser machista y feminazi a la vez

La activista feminista y tuitera Barbijaputa se enzarzó con ella en una discusión a través de las redes sociales la semana pasada acusándola de perpetrar una visión patriarcal de las relaciones. A ella, se sumaron diferentes usuarias de Twitter que señalaban lo mismo: el tufo conservador de muchos de sus "consejos". O, también, un tuit al respecto de la violencia de género —tuit que ha sido eliminado— pero que básicamente sostenía que nadie habla de la "violencia feminista" en contraposición a la "violencia machista".

Una violencia de la que no se habla, porque básicamente no existe.

"Normalmente no entro en batallas con mujeres que colaboran con el machismo, todas estamos alienadas en mayor o menor medida, y entiendo que cada una debe tener su propio proceso de concienciación", explica Barbijaputa a Broadly.

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"En el caso de África Bos intenté primero un acercamiento, hacerle ver cómo estaba colaborando (entendía yo que sin darse cuenta) con el machismo, fomentando una visión distorsionadas de las mujeres y dibujándonos como a personas a las que mejor no hacer mucho caso o a las que tratar como seres irracionales. Tiene un tuit que directamente invita a los hombres a no debatir con nosotras de forma lógica", agrega.

Para Barbijaputa lo preocupante es que "o bien ella no ve las consecuencias de su discurso, o bien las ve pero no le compensa parar o hacerlo de otra forma, porque eso afectaría a sus ingresos".

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Además de vídeos, en la página web de África Bos se puede ver que ofrece sesiones online personalizadas, 'tupper bos' para realizar con un grupo de amigos, consultas de seducción o charlas o ponencias para mejorar las habilidades sociales. "El intervalo de edad que empieza a interesarse por mi contenido ronda los 20 años, pero el público mayoritario está entre los 30 y 40 años de edad", explica África.

"Tanto en mis cursos presenciales, como online, como webinars, a grandes rasgos se puede decir que la satisfacción de mis alumnos es superior al 90%", nos cuenta. En la web no se especifican precios ni tarifas. Bos nos informa que "estos cursos ya no se van a realizar más desde este verano" y que tampoco puede facilitarnos ningún dato pasado.

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Coaching vs. psicología: el negocio de la seducción

Preguntamos a la psicóloga clínica e investigadora Sonia Villar de qué se trata cuando África Bos nos habla de "psicología sexual femenina".

"¿Sinceramente? No tengo ni idea. He visitado la web de África Bos y no encuentro en ningún apartado mención a su currículum formativo, por lo que deduzco que no tiene cualificación de psicóloga. Entiendo que se limita a dar sus opiniones personales y aunque las etiquete con un nombre rimbombante, no son más que falacias", argumenta.

Bos efectivamente no tiene estudios en psicología, así me lo explica ella misma: "Tengo una formación técnica que me permite entender el punto de vista químico y biológico sobre cómo funcionamos los seres humanos, ya que somos como pequeñas bombas químicas". Bos también ha hecho el máster Practitioner en PNL y es coach por el Instituto Europeo del Coaching.

Para ella, las diferencias entre el coaching y la psicología son claras. Me explica que ella no aspira a sanar a personas enfermas, sino a ayudar a personas sanas a conseguir objetivos: "Si viene alguien con alguna patología, lo primero que hago es derivar a un psicólogo o psiquiatra", agrega.

Cualquiera puede referirse a sí mismo como coach, es triste y peligroso pero es así

Aún así, Villar lo tilda de "intrusismo laboral" y advierte que el coaching no es una profesión reglada que requiera de una titulación concreta. "Cualquiera puede autoreferirse como coach, es triste y peligroso pero es así", argumenta.

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El caso de África Bos no es ninguna novedad, no es la primera, ni tampoco la única. Su trabajo se enmarca dentro de un movimiento que se empezó a popularizar en los años 90 en EE. UU. Su precursor en el ámbito de la seducción fue el gurú Ross Jeffries, e inventor de la llamada Speed Seduction. Jeffries se popularizó con su libro Cómo llevar las mujeres que deseas a la cama (1992) en que basaba el arte de la seducción en la programación neurolingüística (PNL). A partir de ese momento, empezó a impartir clases y talleres. El negocio resultó muy rentable.

Desde hace más de 20 años, no han dejado de proliferar este tipo de técnicas: basta hacer una búsqueda rápida en Google con la palabra coach. El caso más reciente en nuestro país es el del otro "experto en seducción" Álvaro Reyes. Este coach imparte cursos de seducción y talleres de verano en España, Portugal o México. Sus cursos rondan los 2. 500 euros por alumno.

El Factor Fulana

Villar subraya especialmente el "Factor Fulana" —uno de los términos acuñados por África Bos en uno de sus vídeos— y que se define como la programación biológica y social que hace que las mujeres nos sintamos como "fulanas" cada vez que somos promiscuas o poco selectivas.

"Una profesional de la psicología jamás lanzaría este tipo de mensajes que atentan contra la libertad sexual de las personas, contra su autoestima y su autoconcepto", justifica.

Bos se opone: "Yo defiendo todo lo contrario al machismo, pues defiendo relaciones de igual a igual y curiosamente a veces se me acusa de todo lo contrario. Como creo que es más que lógico, yo soy mujer y lo rechazo de plano".

Para Barbijaputa su discurso no puede ser feminista desde el momento en el que crea el concepto llamado "factor fulana". "África puede decirse feminista, eso no significa que lo sea", recalca. "Tomar conciencia lleva más tiempo, y es necesario asimilar muchos conceptos y desaprender mucho de los aprendido durante toda la vida. Yo misma me creía feminista porque me sabía la definición".

Del final de la conversación en Twitter que mantuvieron África Bos y Barbijaputa, en realidad, se podía extraer algo mucho más interesante. La tensión se apaciguó y lo que parecía ser carne de linchamiento, dio paso a un debate más profundo sobre feminismo y la responsabilidad de tener un canal con tantísimas personas (hombres) pendientes de tus palabras.

"Verla entre una de nosotras nos duele más", decía Barbijaputa. Y acabó desde la sororidad con una invitación al club de las "feminazis". "Es una mujer muy inteligente y creo que tenerla en nuestro bando sería un win-win".