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Identidad

Por qué algunas personas fuman hierba para tratar la depresión

Seguro que tú también conoces a alguien que fuma hierba para sobrellevar la depresión. Pero, ¿realmente funciona?
Image by Jennifer Kahn

Cuando conté por ahí que iba a escribir un artículo sobre personas que tratan su depresión con maría, mucha gente me respondió, "Ay, sí. Yo también hago eso". O sea que o bien conozco a un número desproporcionado de fumetas que se autojustifican, o hay algo en los cigarrillos de la risa que hace que la depresión sea más tolerable.

A Carla* le diagnosticaron ansiedad, depresión y TDAH ―la tríada de los millennials y afirma que fuma en eventos sociales o antes de embarcarse en grandes proyectos artísticos. "Hace que me resulte más fácil profundizar en las actividades o en una secuencia de pensamientos que no sean producto de la ansiedad", explica, "pero tienes que tener algo preparado, porque si no acabas sumida hasta el fondo en una espiral de ansiedad".

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"Mucha gente trata su depresión con cannabis", indica Felicia Carbajal, de My Health Freedom, un grupo de defensa de la marihuana medicinal con sede en California. "Ahora, las mezclas de terpenos con base de cannabis no cannabinoides son el último grito para los síntomas de la depresión". Los terpenos son moléculas aromáticas que crean las fragancias del limón, la pimienta negra y la lavanda, entre otras. Según un artículo publicado en 2013 en el High Times, la variación del terpeno es lo que hace cada cogollo único.

"Los mangos contienen mirceno, que ha demostrado aliviar los síntomas de la depresión", afirma Carbajal. "Los limones tienen limoneno, que también es antidepresivo, pero también ansiolítico. Hay variedades de cannabis que contienen ambos, además de pequeñas cantidades de linalol (lavanda), que también posee efectos capaces de aliviar el estrés. De modo que esta proporción natural, que es exclusiva del cannabis, puede tener efectos antidepresivos únicos cuando se emplea simplemente como inhalador de aromaterapia".

Un informe sobre terpenoides fitocannabinoides (terpenos de hierba sensibles a la luz) publicado en 2011 en el British Journal of Pharmacology (Diario británico de farmacología) descubrió que el limoneno era útil para tratar la depresión. El linalol y el mirceno eran más útiles para tratar la ansiedad. Pero la ansiedad y la depresión a menudo van de la mano. Los ISRS son útiles tanto para la ansiedad como para la depresión, así que, ¿por qué no la hierba?

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La Dra. Lucy Troup estudia neurociencia cognitiva en la Universidad Estatal de Colorado. Es cautelosa con respecto al tratamiento de la depresión con cannabis porque perturba el procesamiento de las emociones, sobre todo la empatía. En un estudio realizado por ella, Troup descubrió que la marihuana afectaba a la capacidad de los sujetos de interpretar y empatizar con las muestras de emociones negativas. "El cannabis modifica el modo en que el cerebro responde ante la emoción. Y podría concluirse que es no es algo bueno", indica Troup, especialmente "en situaciones en las que pedimos a la gente que empatice".

No obstante, algunas personas son muy sensibles y podrían soportar perder algo de empatía si desean ser funcionales. "Por otra parte, podría decirse que es algo bueno porque mitiga las posibles emociones negativas haciendo de algún modo que la gente se vea menos influida por la negatividad", añade Troup. Si la depresión de un individuo radica en una sensación de no pertenencia, un caso de "nadie me quiere, todo el mundo me odia", la maría podría ser útil.

Jordan* ha experimentado numerosos cambios en su vida. Hace poco se divorció y empezó a cultivar plantas en su hogar y a fumarse otras plantas. "Cuando empecé a fumar otra vez, me ponía tan pedo que ni siquiera salía de la cama", explica. "Pero finalmente empecé a tomar pequeñas microdosis, para eliminar el estrés de las situaciones sociales y poder soportar estar con otra gente".

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Puede que Jordan haya dado con la clave. Un estudio realizado en 2007 descubrió que pequeñas dosis de THC pueden incrementar los niveles de serotonina en ratones. Aunque no existe consenso clínico en torno a si los niveles bajos de serotonina causan la depresión o no, la mayoría de tratamientos farmacológicos para la depresión (ISRSI, o inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina) se centran en incrementar los niveles de esa sustancia.

Según el estudio, las dosis bajas de THC aumentaban la serotonina, pero las dosis elevadas reducían los niveles y provocaban un empeoramiento de los síntomas de la depresión.

"Necesitamos más investigaciones científicas que nos permitan comprender mejor el efecto del cannabis en las emociones", afirma Troup. "En este punto, basándome en mi investigación, sugeriría que el cannabis posee el potencial de perturbar el procesamiento de las emociones, de modo que [automedicarse] sería algo que yo consideraría arriesgado".

En otras palabras, la marihuana hace algo con las emociones, pero no estamos seguros de qué es. Para descubrirlo, probablemente tendremos que conseguir muchos más ratones y ponernos mucho más pedo.


* Hemos cambiado los nombres