Cosas extrañas que las mujeres han escondido en sus vaginas

El año pasado, una joven de 21 años, Dallas Archer, terminó en la cárcel después de que un policía descubriera que llevaba un revólver del calibre 22 en la vagina. El arma, de 12 centímetros, había sido robada de un automóvil en 2013, y ahora la joven está condenada a tres años de cárcel por tratar de introducir el arma en un centro penitenciario. Este no es el único caso en el que una mujer ha intentado pasar mercancías peligrosas de contrabando escondiéndolas en sus genitales. Y existen un sinnúmero de historias en las que las mujeres hacen uso de este excelente escondite.

Dientes mortales

Uno de los objetos mortales más antiguos que se dice que se ha ocultado en los genitales de la mujer tiene la forma de una vagina dentada. El antropólogo Verrier Elwin señala que esta leyenda «es conocida en toda Norteamérica; es una leyenda en Samoa [en el Pacífico Sur] y en Ainu [en Japón]; los Kiwai [una tribu en Nueva Guinea] lo conciben como un sueño. El conocido Festival del Falo de Metal de Japón tienen sus orígenes en la leyenda Ainu que narra que había un demonio con dientes afilados escondido en la vagina de una joven hasta que un falo de metal lo derrotó.

En un cuento popular de la India, un hombre tiene relaciones sexuales con una joven de casta superior después de sorprenderla robándole los pepinos de sus tierras. Inmediatamente, los dientes afilados de la vagina de la joven comienzan a morder el pene del hombre y entonces, de pronto, la esposa del cuñado del hombre interviene para que se detenga. A continuación, los dos se ponen a quitarle los dientes uno por uno con una cuerda. Poco después, el agricultor y la joven se enamoran y huyen. lo que solo sirve para demostrar que para gustos, los colores.

Licencia artística

Las artistas esconden objetos en sus vaginas todo el tiempo. Uno de los primeros casos se remonta a una exposición de arte de la artista Carolee Schneemann, que tuvo lugar en 1975. Frente al público, Schneemann sacó un rollo delgado de papel de su vagina y lo leyó en voz alta.

Más recientemente, la artista australiana Casey Jenkins estuvo tejiendo durante 28 días —el tiempo promedio del ciclo menstrual— en una galería de arte con lana que sacaba de la vagina.

La hazaña más extravagante que se ha registrado tiene que ver con el Voina, un colectivo de arte ruso que dio origen al Pussy Riot. En 2010, durante una presentación del Voina, una artista, o participante, que se hizo llamar Zorra Insustancial entró en un supermercado y tranquilamente se metió un pollo entero en la vagina en medio del pasillo de alimentos congelados. En un vídeo se muestra cómo posteriormente «da a luz» al pollo sobre la acera.

Armada y cargada

Dallas Archer no es la única mujer estadounidense que trató de ocultar un arma en su zona íntima. Hace tan solo dos meses, la policía de Waco, Texas, encontró una pistola cargada en la vagina de Ashley Cecilia Castañeda, de 31 años. También fue acusada de posesión de metanfetamina, aunque esta no estaba escondida en su entrepierna.

En 2013, Christie Harris intentó ocultarse un revólver cargado con cinco balas en la vagina después de haber sido detenida por la policía en un estacionamiento en Oklahoma. Durante el registro, los policías identificaron un «artículo de madera y metal que sobresalía de la zona de la vagina», y encontraron dos paquetes pequeños de metanfetamina entre sus nalgas. El fiscal del Condado de Pontotoc, Chris Ross, dijo lo siguiente sobre el caso: «Parece un lugar muy peligroso para llevar un arma de fuego cargada. Si se dispara, la bala va a ir a parar a un solo punto».

El caso más extraño que se ha registrado lo protagonizó la exesposa del escritor Cormac McCarthy, que fue detenida en 2014 por agresión durante una pelea con su novio de entonces (que no era McCarthy). Según una declaración publicada por The Smoking Gun, Jennifer McCarthy estaba discutiendo con su pareja sobre extraterrestres cuando se puso «ropa interior, se metió una pistola de plata en la vagina». Después, según los informes, comenzó a tener relaciones sexuales con la pistola dentro de su vagina mientras le preguntaba a su novio: «¿Quién está loco, tú o yo?». McCarthy negó el incidente.

La explicación científica

Introducir cosas raras en tu vagina puede conducir a una serie de efectos secundarios desagradables, conocidos genéricamente como vaginitis: picor, secreción o dolor vaginal. No es una dolencia que solo afecte a las mujeres adultas; en la edición de 2007 de la revista Pediatric Emergency Care, tres médicos relatan el caso de una niña de cuatro años de edad que se había metido la mitad de su muñeca Bratz en la vagina. También hay otros casos con ceras de colores, lápices, imperdibles y astillas de madera. Los doctores Joseph A. Hepp y Wilson C. Everhart intentaron explicar el fenómeno en un estudio que realizaron en 1950: «Al parecer, se debe a la misma curiosidad que lleva a los niños a introducirse objetos extraños en la nariz y las orejas».

Tráfico de drogas

Las mujeres adultas tienen motivaciones un poco menos inocentes cuando usan sus vaginas como un bolsillo oculto. Aunque la mayoría de las veces las mujeres narcotraficantes ocultan la droga en sus estómagos, ha habido casos en los que han intentado burlar los filtros de seguridad ocultando la droga en sus vaginas. Un buen ejemplo: conozco a una chica a la que sus amigos convencieron para que pasara 30 pastillas de éxtasis de contrabando metiéndoselas en la vagina para que ellos pudieran drogarse en un festival de música.

Por desgracia, muchas veces las cosas pueden salir muy mal: una mujer británica fue detenida en 2013 por intentar pasar 850 gramos de cocaína en su bolsillo genital. Una abuela heroica intentó hacer lo mismo con tranquilizantes, pequeños paquetes de cocaína y heroína y unos cuantos billetes para su nieto que estaba en la cárcel ocultándolos en huevos Kinder Sorpresa.

Otras han intentado utilizar sus vaginas para ocultar las drogas a la policía. La policía ha encontrado de todo, desde pipas para marihuana, 17 gramos de metanfetamina y una pipa y agujas hipodérmicas en las vaginas. Pero todo esto es poco en comparación con el caso de una mujer en Scranton, Pennsylvania. En 2011, Karin Mackaliunas, de 27 años, fue detenida después de un accidente de coche y luego se encontró que en la vagina escondía 54 bolsas de heroína, 31 bolsitas vacías, ocho píldoras y media de un medicamento de prescripción y unas cuantas monedas.

Aquí os va un consejo: si vuestros amigos os piden que os metáis drogas, dinero o huevos Kinder Sorpresa en la vagina para un festival de música, decidles que se lo metan ellos en el bolsillo que también tienen en el culo.