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Identidad

¿Es posible depender demasiado de tu vibrador?

Sin duda, los juguetes sexuales son algo maravilloso. Pero, ¿puede el exceso de uso insensibilizar tu clítoris? ¿Y es posible revertir ese daño? Dos sexólogas nos lo aclaran.
Photo by Aleksandra Jankovic via Stocksy

El exceso de algo bueno ―y una deficiencia de lubricante― puede tener efectos poderosamente dañinos.

Pero, ¿es posible que estar enganchada a los placeres mecánicos de tu vibrador tenga un efecto similar? El orgasmo femenino es algo extraño y poderoso y las mujeres lo consiguen mediante todo tipo de estrategias inesperadas, desde tubérculos vegetales hasta la mítica nota musical capaz de inducir al orgasmo. Pero, ¿puede utilizar el vibrador en exceso destruir en esencia nuestra capacidad para llegar al orgasmo mediante sexo no asistido? ¿Puede nuestro clítoris volverse tan insensible como la cara recién inyectada de bótox de una tertuliana de Sálvame?

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"No es posible dañar la vagina empleando un vibrador", explica la sexóloga Sarah Berry, "pero puedes insensibilizarla, especialmente si mantienes una sesión excesivamente prolongada". Me dice que esta es una preocupación muy común entre sus pacientes. Al más puro estilo británico, Berry recomienda el té para tratar las vaginas agarrotadas.

"Si sientes el clítoris insensible", explica, "quizá puedas esperar y tomarte una taza de té antes de empezar de nuevo". Pero no tengas miedo, tu clítoris insensible no se quedará así para siempre. Deja el vibrador a un lado durante un rato y la sensación regresará.

Deja de machacar tu clítoris con el ajuste de vibración más alto

"Si estás acostumbrada a utilizar el vibrador siempre en un ajuste muy alto, podría ser que al ir a masturbarte o tener relaciones sexuales sientas que dependes de él", advierte Berry. "Pero puedes volver a entrenar a tu cuerpo para que se acostumbre a algo más suave".

Primero de todo: deja de machacar tu clítoris con el ajuste de vibración más alto. Utiliza un ajuste más bajo o guárdalo en el cajón y opta por la versión analógica, pero empleando montones de lubricante (todos y cada uno de los sexólogos con los que he hablado en mi vida son unos entusiastas del lubricante, por sus capacidad de aumentar el placer). Ah, y olvídate del orgasmo.

"Simplemente ralentiza un poco el ritmo y tómate tiempo para tocarte alrededor de la vagina", aconseja Berry. "Hay un montón de partes diferentes de la vagina que se sienten felices de ser tocadas. Si sientes que el orgasmo llega demasiado rápido, quizá sin una anticipación, o si necesitas mucha concentración ―y una distracción significa que tienes que volver a empezar desde cero― quizá desees ralentizar el ritmo, tocar alrededor de tu clítoris, pensar en cosas sexis. Puede que así encuentres que el orgasmo y el viaje hasta él se convierten en una experiencia más relajante y placentera".

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Básicamente, relájate de una puta vez y deja de perseguir el alivio inmediato del orgasmo. Y, al igual que sucede con una relación romántica, refrenar el vínculo psicológico puede ser más difícil que la adicción física al vibrador en sí.

"Tienes que creer que posees la capacidad de llegar al orgasmo sin tu vibrador", explica la terapeuta psicosexual Kate Moyle. "Si crees que solo puedes llegar al orgasmo con un juguete sexual, cuando no lo tengas a mano sentirás que es imposible".

Debes creer que no necesitas un trozo de plástico a pilas para llegar al orgasmo, aconseja Moyle. "La capacidad física de llegar al orgasmo probablemente está ahí, pero puede que no creas que es posible. Como pasa con cualquier otra cosa en la vida que no crees que pueda suceder, si te esfuerzas lo conseguirás".

Y también, lubricante. Utiliza montones de lubricante.


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