FYI.

This story is over 5 years old.

Identidad

Cuando una enfermedad mental se confunde con posesión demoníaca

Cuando Nadia tenía 18 años, sus padres la llevaron a un sanador musulmán que afirmaba ser capaz de exorcizar su depresión.
Illustration by Eleanor Doughty

A lo largo de su adolescencia en Arabia Saudí, Nadia* se esforzó por encontrar la alegría de vivir.

"Conforme pasaba el tiempo fui sintiéndome incapaz de vivir conmigo misma", explica Nadia. "Era como si mi vida fuera inútil, porque la sociedad no creía que yo tuviera valor alguno y allí hay mucha presión para que seas alguien que no eres".

En torno a su 18º cumpleaños, su angustia se convirtió en una profunda depresión. Con frecuencia se sentía inútil, sufría ansiedad y a veces apenas era capaz de salir de la cama. Nadia sabía que necesitaba ayuda y recurrió a sus padres en busca de apoyo. Sin conocimiento alguno sobre enfermedades mentales y extremadamente supersticiosos, sus padres la llevaron ante un sanador religioso (también conocido como sanador de fe o sanador tradicional) para que le realizara un exorcismo. Creían que estaba poseída.

Publicidad

Te puede interesar: Conviví 19 años con la enfermedad mental de mi madre

Nadia explicó sus síntomas al sanador religioso, quien reafirmó los temores de sus padres y declaró que los espíritus maléficos habían entrado en ella debido a su falta de fe.

"Me hizo beber una cosa extraña, recitó el Corán y después me clavó dos dedos en el cuello ahogándome hasta que perdí el conocimiento", dice Nadia. "Cuando desperté, el sanador convenció a mis padres de que definitivamente yo estaba poseída, porque de lo contrario no me habría desmayado… Aunque tenía marcas en el cuello". Sus padres pensaron que aquello de que el sanador pusiera las manos sobre su hija era parte del ritual.

Tras el exorcismo, el sanador religioso afirmó que Nadia necesitaba diez sesiones más para expulsar a los demonios. Ella se negó y dijo a sus padres que se suicidaría si intentaban volver a llevarla ante curandero. Describe aquella sesión como "un infierno".

"Así que aquí estoy, diez años más tarde y todavía aparentemente 'poseída'", dice Nadia entre risas.

Son varias regiones (desde Ecuador hasta Rusia) y religiones de todo el mundo utilizan a los curanderos de fe. Los sanadores religiosos pueden tener muy pocos conocimientos sobre psicología ―o ninguno en absoluto― y se ganan la vida realizando rituales religiosos y sanando a la gente de males sobrenaturales como la posesión.

Las comunidades musulmanas de Oriente Medio también emplean sanadores de fe: según el Centro de Investigación Pew, aproximadamente la mitad de la población de Irak (el 47 por ciento), Egipto (el 44 por ciento), Emiratos Árabes Unidos (el 45 por ciento) y Jordania (el 42 por ciento) recurre a sanadores tradicionales islámicos. "Las creencias populares en las culturas de Oriente Medio", indica un informe publicado en el International Journal of Social Psychiatry (Diario internacional de psiquiatría social), "consideran las enfermedades mentales como un castigo de Dios, como el resultado de la posesión por parte de espíritus malignos (Jinn), como consecuencia de haber recibido 'mal de ojo' o como el efecto del mal dentro de objetos que se transfieren a los individuos".

Publicidad

Mucha gente que viene a por un tratamiento [espiritual] no tiene ninguna afección ni está poseída, sino que su enfermedad es pura imaginación

Abdul Majeed Ali Hasan, imán en el Ministerio de Asuntos Islámicos del gobierno de EAU, indicó en una entrevista que la mayoría de casos de "posesión" son de hecho enfermedades psicológicas "de las que erróneamente se asume que son posesiones". También reveló que la superstición con frecuencia lleva a la gente a pensar que está poseída cuando no es así.

"Mucha gente que viene a por un tratamiento [espiritual] no tiene ninguna afección ni está poseída, sino que su enfermedad es pura imaginación, provocada por ver películas de terror o leer novelas que propagan la posesión", dijo Hasan.

La falta de conocimiento en torno a los problemas de salud mental en las comunidades musulmanas impulsó a la psicóloga Dra. Nafisa Sekandari a cofundar un recurso de salud mental y centro de concienciación online.

"Creemos que la clave está en la educación y ese es el principal motivo por el que fundamos nuestro sitio web Mentalhealth4muslims.com", explico la Dra. Sekandari. "Muchos [sanadores religiosos] fijan su objetivo en personas con una comprensión limitada y se aprovechan económicamente de ellas".

La Dra. Sekandari reside en EE. UU., donde también ha visto que la confusión de enfermedades mentales con posesiones se interpone en el tratamiento de algunos pacientes. Indicó que la gente a menudo se centra en tratar de expulsar espíritus malignos en lugar de trabajar en los problemas reales que subyacen en el interior. A fin de brindar apoyo a aquellos pacientes que creen profundamente en lo sobrenatural, se esfuerza por educar e informar a los musulmanes de que el Corán no solo incluye la posesión sobrenatural, sino que también contempla las enfermedades mentales. Entonces ofrece un "enfoque multimodal" mediante el cual la gente puede obtener el apoyo psicológico que necesita al tiempo que incorpora el Islam como parte de su tratamiento.

Publicidad

Te puede interesar: Tres mujeres nos cuentan cómo es vivir con Trastorno Límite de la Personalidad

"No considero necesario separar la religión del tratamiento. Soy firmemente partidaria de emplear cualquier conexión que tengan las personas para reforzar el tratamiento", afirmó la Dra. Sekandari. "Para algunos eso significa rezar, así que los rezos pueden usarse como complemento a tratamientos más tradicionales como la medicación y la terapia. Cuando más éxito tengo es cuando me aproximo a los pacientes entrando en su terreno en lugar de esperar que cambien completamente quienes son".

Aunque es necesario educar a la gente para que reciba un tratamiento adecuado, la Dra. Sekandari afirma que, para poder acabar con esta dañina confusión entre enfermedad mental y posesión, los imanes (líderes religiosos musulmanes) deben recibir también educación. Los líderes religiosos a menudo dirigen y marcan el tono de las comunidades musulmanas, que incluyen a los sanadores religiosos, así que la Dra. Sekandari y sus colegas de Mentalhealth4muslims.com están actualmente formando a los imanes en temas de salud mental y les están proporcionando herramientas para que comuniquen a su congregación la información recibida de forma efectiva.

Nadia supo que estaba luchando contra una depresión gracias a recursos como este. Sin embargo, no es capaz de procesar o trabajar en sus problemas con ayuda de un médico u otra persona dentro de su comunidad saudí debido al estigma que rodea a las enfermedades mentales. El único momento en que puede hablar de su depresión es cuando habla con sus amigos internacionales. Ahí deja de sentirse juzgada.

"Todos mis amigos extranjeros hablan de los problemas de salud mental como si fuera algo normal", dice Nadia. "Pero en mi cultura no es normal… es una locura".

"Es preciso que separen la religión de la psicología, especialmente en el caso de nosotras las mujeres, que sufrimos depresión por nuestras terribles circunstancias y no podemos recibir ayuda", explica Nadia. "La sociedad debe librarse de esa culpa que rodea a las enfermedades mentales y dejar de decir que las personas somos débiles, o que somos creyentes imperfectos, ¡o que estamos poseídos! La espiritualidad es importante, pero eso no significa que haya que negar lo que pasa en realidad porque no hará sino empeorar".


* El nombre ha sido cambiado