FYI.

This story is over 5 years old.

Identidad

Entrevistamos a Nadiya Savchenko, la posible futura presidenta de Ucrania

Nadiya Savchenko fue una de las primeras mujeres en llegar a ser piloto militar en Ucrania; después pasó dos años en la cárcel como prisionera de guerra rusa. Ahora, la 'Juana de Arco' ucraniana libra su batalla en el terreno político.
Nadiya Savchenko on her release from Russian prison. Photo by Brendan Hoffman/Getty Images

Nadiya Savchenko lleva las esperanzas de su nación como si no pesaran, como un jersey holgadamente atado sobre los hombros. Cuando nos sentamos en el hall de un hotel del centro de Londres, la mujer considerada como la futura presidenta de Ucrania parece tranquila. Nunca he conocido a nadie tan segura de sí misma y aun así tan devastadoramente humilde.

Si Nadiya Savchenko hubiera sido un hombre, probablemente no estaría sentada frente a mí explicando por qué debería ser la próxima presidenta de Ucrania. Cuando era una joven soldado, Savchenko quería pilotar aviones de combate, pero no le dejaron debido a su género y en lugar de ello la obligaron a pilotar helicópteros. Años más tarde, queda claro que sigue sin haber digerido aquella decisión.

Publicidad

"Incluso en China las mujeres pueden ser pilotos de combate", explica mediante su traductor, mientras una sonrisa sarcástica asoma en su disgustado rostro. Si Savchenko hubiera sido hombre habría conseguido pilotar sus adorados aviones supersónicos y a estas alturas ya sería general (las historias sobre sus proezas militares varían, aunque la mayoría acepta que era una soldado competente y ambiciosa), pero la historia tenía otros planes para aquella mujer de 35 años.

Una helada noche de noviembre de 2013, miles de estudiantes empezaron a manifestarse en la Plaza de la Independencia de Ucrania. Pedían la integración en la UE, más libertades civiles y el fin de la corrupción ejercida por el Presidente Viktor Yanukovych. Algunos afirman que las protestas del Euromaidán fueron orquestadas por grupos nacionalistas y de extrema derecha. Aquella fue la primera de muchas noches de inestabilidad civil que puso en marcha una serie de acontecimientos que desembocarían finalmente en la Revolución Ucraniana de 2014, la anexión rusa de Crimea y la guerra en la región ucraniana de Donbass.

Cuando se unió a las manifestaciones del Euromaidán, Savchenko, que por aquel entonces tenía 32 años, no tenía ni idea que de que pronto se convertiría en un peón del juego geopolítico entre Ucrania y Rusia. Todo lo que sabía era que las protestas daban más miedo ―de hecho eran aterradoras, según admite abiertamente― que cualquiera de sus experiencias durante la guerra. "Había gente desarmada enfrentándose a las tropas, que blandían porras y armas de fuego. Nunca sabíamos cuando iban a surgir los enfrentamientos, pero luchar por nuestro futuro era una sensación increíble".

Publicidad

Después de que Yanukovych huyera a Rusia, Savchenko abandonó su unidad y se presentó voluntaria para combatir contra los separatistas pro-rusos en Donbass. En junio de 2014 fue capturada por una milicia pro-rusa y la deportaron a ese país. A pesar de la indignación por parte de la comunidad internacional, Savchenko pasó dos años en una cárcel rusa, retenida por lo que muchos consideraban cargos inventados.

Aquella experiencia casi acabó con ella: una huelga de hambre de 83 días de duración que inició para protestar por el trato que estaba recibiendo solo se suspendió cuando los médicos le advirtieron que estaba al borde de la muerte. Aunque sirvió para demostrar su resistencia, aquella huelga también demostró ser inútil. En marzo, las autoridades rusas finalmente condenaron a Savchenko por cargos relacionados con las muertes de dos periodistas fallecidos por fuego de artillería. A pesar de que grupos de defensa de los derechos humanos como Amnistía Internacional solicitaron que se repitiera el juicio, fue condenada a 22 años de prisión.

El dedo corazón de Savchenko —el de la mano derecha, para ser precisos— adoptó importancia a nivel nacional el día en que se dictó sentencia. Después de casi una semana sin comida ni agua, pronunció un apasionado discurso frente a un tribunal ruso, describió al Presidente Putin como "soplapollas" y mostró su dedo corazón al juez. Aquel fue un gesto que puso de manifiesto el carácter desafiante de Savchenko y sirve para explicar por qué los ucranianos la consideran su Juana de Arco particular, aunque un poco más profana.

Publicidad

Nadiya Savchenko mostrando el dedo corazón ante un tribunal ruso. Captura de pantalla vía YouTube

Elegida para el parlamento ucraniano cuando todavía seguía encarcelada, muchos en su país natal ven a Savchenko como una heroína nacional, como una mujer pionera en el ejército que ha elevado ella sola la reputación de Ucrania ante el mundo y se ha negado a rendirse ante la agresión de los rusos. Sus detractores afirman que las habilidades militares de Savchenko están sobrevaloradas y muestran su preocupación por sus inclinaciones nacionalistas y posiblemente de extrema derecha (Savchenko se describe a sí misma como de centro-derecha cuando le pregunto por sus afiliaciones políticas). Desde su liberación a principios de este año a causa de un intercambio de prisioneros, Savchenko ha ascendido en las filas del Partido Tierra Madre de Yulia Tymoshenko, aunque abundan los rumores de que las que probablemente sean las dos mujeres ucranianas más famosas del mundo no se profesan demasiado cariño precisamente.

Tras nuestra entrevista, Savchenko confiesa algo sorprendente: es una gran fan del famoso chef británico Jamie Oliver. En un gesto inesperado de generosidad, los guardas le dieron un televisor en la cárcel y el programa de Oliver la ayudó a soportar su huelga de hambre ("le veía cocinar y me sentía saciada"). Me pregunta si sé cómo podría conocer a Jamie Oliver en Londres y yo le prometo conseguir sus datos de contacto a través de un colega. Durante un minuto, Savchenko deja de parecer una veterana del ejército con la esperanza de toda una nación sobre sus hombros y parece una niña emocionada.

Publicidad

A continuación incluimos la transcripción de nuestra conversación justo antes de la aparición de Savchenko en el Foro de Londres sobre Mujeres en el Mundo, en octubre de 2016. La hemos editado por motivos de fluidez y claridad.

BROADLY: ¿De qué forma te ha cambiado la experiencia de estar en una cárcel rusa?
Nadiya Savchenko: No creo que haya cambiado demasiado, simplemente tuve que superar otro obstáculo en mi vida y me di cuenta de que soy capaz de enfrentarme a lo que sea. Soy la misma persona, pero ahora soy incluso más fuerte de lo que pensaba. Resulta más duro cuando pierdes la fe en ti misma, pero eso no me sucedió en prisión. Yo sabía que tenía razón.

¿Cómo te sentías siendo una persona atrapada en medio de un conflicto geopolítico?
Me sentía como un insecto. Así es cómo te sientes cuando estás en una celda y estás constantemente vigilada: como un insecto dentro de un frasco. Nunca tuve consciencia de ser alguien excepcional, pero todo el tiempo sentía que debía vivir mi vida de modo que pudiera hacer algo positivo por mi país.

¿Cómo conseguías mantenerte psicológicamente fuerte cuando estabas en la cárcel?
Era muy importante resistir, porque sabía que cuanto más resistía peor se sentían mis enemigos. De modo que la resistencia fue una parte fundamental de aquella experiencia.

Hubo momentos en que pensé que podría morir, pero nunca tuve la sensación de que no pudiera seguir adelante

Publicidad

¿Hubo algún momento durante tu huelga de hambre en la que pensaste que no podías seguir adelante?
No. Hubo momentos en que pensé que podría morir, pero nunca tuve la sensación de que no pudiera seguir adelante.

Querías ser piloto de combate pero te obligaron a ser piloto de helicópteros debido a tu género. ¿Ser mujer te ha perjudicado en algunos aspectos y beneficiado en otros?
Ser mujer en el ejército no me ayudó en absoluto. Con frecuencia oía cosas como, "Si fueras un hombre, ya serías general". Ser mujer era difícil, sobre todo con mi personalidad. Las mujeres no podían pilotar aviones supersónicos, pero nadie sabía por qué, simplemente era la norma. Incluso en China las mujeres pueden ser pilotos de combate. Era chovinismo puro y duro.

¿Eres feminista?
Tengo la sensación de que era feminista antes de alistarme en el ejército, ¡pero después me hice chovinista! [se ríe]. En el ejército a menudo me encontré con mujeres que usaban su femineidad para salirse con la suya, que no hacían bien su trabajo, que ponían a los hombres en contra de las mujeres soldado… Pero tampoco me gustaban muchos de los hombres, así que yo iba por libre.

¿Cómo pasabas el tiempo en la cárcel?
Aprendí a hacer origami cuando estaba en prisión. Cortaba el papel y creaba formas. Desde aquel momento, empecé a vivir en mi imaginación. Hice más de 1.000 figuras. Mi favorito era [el héroe popular italiano] Cipollino, que inicia una revuelta contra un régimen. Me gustaba la idea de que fuera un revolucionario que deseaba un cambio en el mundo para mejor.

Publicidad

La guerra es peligrosa, pero es un trabajo, así que no piensas en ello

Tienes una relación muy cercana con tu hermana. ¿Fue un gran apoyo cuando estuviste presa?
Saber cómo estaba sufriendo mi hermana cuando yo estaba en la cárcel me resultaba psicológicamente muy duro. Sé cómo me habría sentido yo si la encarcelada hubiera sido ella. Si hubiera estado sola en aquello quizá habría muerto, pero sabía que mi muerte habría causado tanto sufrimiento a mi hermana que me obligaba a seguir adelante.

¿De dónde sacas las fuerzas?
No tengo miedo a nada. Algunos dicen que no tener miedo es de estúpidos, pero yo no pienso así. Puedes sentir nerviosismo o ansiedad por las cosas, pero siempre puedes superarlo. Yo intento comprender mis miedos y después los supero.

¿Cuál es el rumor más ridículo que has escuchado sobre ti misma?
Nunca me tomo las cosas de forma personal. En Rusia decían que yo era el brazo de Moscú, una aliada de Putin. Es tan ridículo que no merece la pena prestarle atención.

¿Qué es lo más peligroso que has hecho nunca?
He hecho muchas estupideces en mi vida, pero no me he dado cuenta de lo estúpidas que eran hasta después de hacerlas. Cuando era más joven, saltaba desde los puentes y trepaba a sitios sin saber cómo podría bajar después. La guerra es peligrosa, pero es un trabajo, así que no piensas en ello. Te limitas a hacer lo que hay que hacer.

¿Te gustaría ser la próxima presidenta de Ucrania?
Si el pueblo de Ucrania me pide que sea presidenta, lo seré. Soy una soldado y obedezco órdenes. La gente necesita alguien que tome el liderazgo y asuma responsabilidades y yo sé que es posible que cometa errores. La política es algo nuevo para mí, pero seguiré teniendo la esperanza de traer algo nuevo para el pueblo de Ucrania. Si cometo algún error y la gente me arroja a la hoguera, no les culparé. Quizá es probable que lo hagan, porque la gente en un principio se fascina con alguien y después se siente muy decepcionada con esa misma persona.

¿Alguna vez desearías seguir en el ejército, pilotando aviones?
A veces, en política, siento como si estuviera esperando a tomarme vacaciones en un trabajo que no me gusta demasiado. Tengo la sensación de que el mundo me observa, pero deseo seguir siendo fiel a mí misma y ser aceptada como la persona que soy.

¿Qué le dirías a la gente joven que quiere ser como tú pero carece de confianza?
Creer en uno mismo es algo con lo que se puede nacer, pero también se puede desarrollar con voluntad. Inténtalo, descubre qué salió mal, haz correcciones y vuelve a intentarlo. Debes probarte constantemente a ti mismo que eres digno de autoconfianza. Debes protegerte, porque el mundo puede ser muy cruel y siempre habrá gente que intente acabar contigo.

Mi hermana me dijo una vez: "La gente necesita héroes. No dejes que nadie te haga callar". Así que si la gente me alaba, yo lo acepto, pero no se me sube a la cabeza. Mi objetivo no es ser una inspiración, solo quiero hacer lo que tengo que hacer y si la gente cree que eso es inspirador, a mí me parece bien.