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Identidad

El sexo doloroso es el problema sexual que más angustia a las mujeres

Un reciente estudio realizado en Gran Bretaña descubrió que casi una de cada diez mujeres de entre 16 y 74 años experimenta dispareunia, o sexo doloroso.
Photo by Guille Faingold via Stocksy

Un nuevo estudio publicado en BJOG: An International Journal of Obstetrics and Gynaecology (BJOG: Diario internacional de obstetricia y ginecología) está arrojando luz sobre lo que sus autores denominan un "problema desatendido de salud femenina". La investigación, publicada el pasado mes de enero, revela que casi una de cada 10 mujeres británicas de entre 16 y 74 años experimenta dispareunia, o sexo doloroso.

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"Aunque las mujeres suelen comentar menos acerca del sexo doloroso que de la falta de interés en el sexo o la dificultad para alcanzar el clímax, es el problema de la función sexual que con más frecuencia se experimenta como algo angustioso", escriben los autores del estudio. "Puede desembocar en sentimientos de aislamiento, vergüenza, incompetencia sexual y falta de autoconfianza o control".

Los investigadores extrajeron datos de la tercera edición de la Encuesta Nacional Británica sobre Actitud Sexual y Estilo de vida, que incluía las respuestas de 6.669 mujeres que eran sexualmente activas. Se pidió a las participantes que compartieran detalles sobre su vida sexual, en concreto cualquier síntoma que hubiera durado más de tres meses, incluyendo si habían experimentado dolor físico, falta de interés, excitación o disfrute, ansiedad, incapacidad para llegar al orgasmo, orgasmos demasiado rápidos, o incomodidad por sequedad vaginal. A quienes afirmaron haber experimentado sexo doloroso también se les pidió que explicaran durante cuánto tiempo lo habían experimentado y cómo se sentían al respecto, mientras que a las mujeres que dijeron no haber sido sexualmente activas en el último año se les preguntó si habían evitado las relaciones debido al miedo a sufrir dolor.

Puede desembocar en sentimientos de aislamiento, vergüenza, incompetencia sexual y falta de autoconfianza o control

Los autores del estudio descubrieron que, de la muestra, el 7,5 por ciento indicó haber sufrido sexo doloroso durante tres meses o más y el 4,6 por ciento indicó haber experimentado dolor durante el sexo durante seis meses o más en el último año, lo que provocó angustia en la mitad de ellas. Aunque las mujeres de entre 55 y 64 años presentaban más posibilidades de indicar haber sufrido dolor durante sus relaciones, iban seguidas muy de cerca por mujeres más jóvenes, de entre 16 y 24 años.

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Kirstin Mitchell, investigadora sénior en la Universidad de Glasgow y autora principal del estudio, afirma que existen diversas explicaciones para que las mujeres más jóvenes puedan experimentar sexo doloroso. "Es posible que algunas sufran una afección médica subyacente o una infección", explica a Broadly. "Pero también es posible que otras sufran dolor porque no se sienten confiadas o empoderadas para comunicar a sus parejas lo que les gusta y lo que les desagrada, de modo que terminan realizando actividades sexuales de las que en realidad no disfrutan. Esto significa entonces que no se sienten adecuadamente excitadas y esto puede hacer que el sexo sea doloroso. También puede que otras se sientan ansiosas y tensas, lo que también provoca que el sexo sea doloroso y esto puede desembocar en más ansiedad por la anticipación del dolor".

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No es sorprendente entonces que muchas mujeres (el 62 por ciento) que indicaron haber experimentado sexo doloroso también indicaran sufrir falta de interés y casi la mitad de ellas dijo que había evitado las relaciones sexuales en el último año debido a dificultades sexuales. Entre los ejemplos de dificultades sexuales se encontraba el miedo: "Entre las mujeres de edades comprendidas entre los 16 y los 74 años, 1.708 no habían sido sexualmente activas en el último año y eligieron como motivo la opción de las dificultades sexuales", explica el estudio. "De ellas, 211 (el 12,35 por ciento) indicaron haber evitado el sexo y 35 indicaron como motivo el dolor o el miedo a sufrir dolor".

Evitar el sexo podría cargar la relación de estrés, dependiendo de cómo se sienta cada individuo al respecto, afirma Mitchell. "Resulta interesante, pero no vimos una asociación entre el sexo doloroso y la felicidad con respecto a la relación, aunque el sexo doloroso coexista con dificultades relacionadas con aspectos sexuales de la relación, como no compartir los mismos gustos sexuales".

En términos de las recomendaciones prácticas de la investigación, el estudio sugiere que el sexo doloroso podría tomarse en consideración como síntoma para ayudar a diagnosticar otros problemas de salud en las mujeres, del mismo modo que la disfunción eréctil con frecuencia se considera como un signo temprano de enfermedades cardíacas en los hombres. "Las mujeres que experimentan sexo doloroso", dice Mitchell, "deberían buscar ayuda profesional para investigar alguna posible dolencia subyacente".

Según el estudio, "solo una fracción de las mujeres afectadas por trastornos de dolor genital llega a recibir alguna vez un diagnóstico oficial". Mitchell afirma que la investigación de la dispareunia se ha desatendido a lo largo de la historia porque "es difícil diagnosticar y tratar los problemas médicos subyacentes y los motivos son complejos y se tiene un conocimiento muy escaso de ellos. Y también porque existe muy poca financiación para investigar y tratar los problemas de la función sexual en general".