Fotos de mujeres nepalíes exiliadas durante su menstruación
Laxmi's daughter stands in the entrance of the goth that her mother and baby brother are sleeping in. All photos by Alice Carfrae

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Fotos de mujeres nepalíes exiliadas durante su menstruación

En las zonas rurales de Nepal, las antiguas tradiciones se resisten a desaparecer, en especial la práctica del chaupadi, que expulsa a las mujeres de sus hogares cuando están menstruando y las obliga a vivir en establos.

La mayoría de nosotras podemos entender el dolor y la molestia que supone tener la regla, pero en realidad podría ser mucho peor.

En Simikot, una región situada al noroeste de Nepal, algunas mujeres son expulsadas de sus hogares y enviadas a vivir en establos o goths cuando tienen la menstruación, y también hasta 20 días después de dar a luz. Esta ancestral práctica se denomina chaupadi.

Humla es una de las regiones más elevadas e inaccesibles del mundo. Volé hasta allí en un pequeño avión Twin Otter atravesando pronunciados valles y montañas cubiertas de nieve que se elevaban a la altura de nuestras alas. Con una irónica sonrisa dibujada en el rostro, el piloto realizó un terrorífico giro de 180 grados en mitad del aire para aterrizar en una diminuta porción de tierra situada en la ladera de una montaña. A menos que viajes a pie durante varios días hasta la carretera más cercana, esta pista aérea en miniatura es el único acceso a la aislada comunidad de Simikot. Sus habitantes viven de la agricultura de subsistencia y también de un mínimo comercio con el Tíbet. El aislamiento, la pobreza y el árido paisaje montañoso hacen que la existencia sea una lucha diaria por sobrevivir.

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El sol del Himalaya había convertido la nieve en un fango marrón de olor asqueroso, una mezcla de excrementos de animales y agua de deshielo. Atravesamos el poblado en busca de un goth. Conforme bajaban las temperaturas, el lodo se iba convirtiendo en hielo. Descendimos por la resbaladiza pendiente hasta la antigua población habitada por la comunidad Dalit, una empobrecida casta inferior que venera tanto a los dioses hindúes como a los locales. La lejanía geográfica hace que las tradiciones en este lugar permanezcan intactas.

Un espeso humo salía a bocanadas del goth y su interior estaba a oscuras, excepto por las brillantes pantallas de los móviles. Unas 12 adolescentes permanecían sentadas sobre el suelo, envueltas en pesadas mantas. La atmósfera era bastante similar a la de una fiesta de pijamas, con las muchachas escuchando pop nepalí en sus móviles, cantando, compartiendo chismes y poniendo a caldo a otras chicas. Yo me había desplazado hasta allí para rodar un documental sobre el Nepal, de modo que cuando el técnico de sonido apareció, las chicas empezaron a soltar risitas y a burlarse de él con coquetería hasta que tuvo que marcharse.

Romali, una joven de 16 años con bastante carácter, me dijo que teníamos que marcharnos, pero después rompió a reír, tomándonos claramente el pelo. Nos dijo que el goth se comparte con todas las mujeres que estén menstruando, porque es más seguro. Cuando se practica el chau, el riesgo de violación es muy elevado porque muchas mujeres duermen solas y desprotegidas. Las chicas se acurrucaban en torno a una hoguera, tosiendo a causa de la mala ventilación. Romali dijo que fuéramos al día siguiente con ella a recoger leña. Durante la menstruación, las mujeres tienen prohibido permanecer en sus casas, así que muchas veces deben realizar arduas tareas al aire libre.

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Recoger leña implica una caminata casi vertical hasta el fondo de un cañón. La zona que rodea Simikot ha sido deforestada, de modo que la gente debe viajar largas distancias para conseguir combustible. Las muchachas cargan la leña en enormes cestas que pesan al menos lo mismo que ellas y estas condiciones acaban pasando factura: las mujeres son más proclives a tener problemas de salud como enfermedades respiratorias, prolapsos y desviaciones de la columna vertebral a causa del enorme peso que cargan. La esperanza de vida media de estas mujeres es de tan solo 53 años.

Romali, de 17 años de edad, permanece de pie sobre el techo del goth.

Muchas mujeres daban a luz antiguamente en el goth, lo que provocaba un elevado índice de mortalidad infantil, pero la comadrona local Gita Lama nos explicó que ahora las cosas han cambiado, gracias a una nueva iniciativa gubernamental que ofrece el equivalente a unos 12,5 € a las mujeres que dan a luz en una clínica. Laxmi, una mujer de 22 años, acababa de dar a luz en la clínica local, pero en lugar de ir a su casa, fue directamente al goth. Laxmi nos dijo: "Si das a luz a una niña, debes permanecer más tiempo en el goth. Los niños son más importantes, así que puedes volver a casa antes. Yo he tenido un varón, así que estoy feliz".

Laxmi enciende una pequeña hoguera para mantenerse caliente junto a su hijo.

Las condiciones para ella y para su hijo eran deplorables. Permanecía sentada sobre el suelo, todavía húmedo a causa de una reciente cagada de burro, esforzándose por mantener vivo un fuego que producía tanto humo que nuestro traductor casi se ahoga. Con los ojos empañados, Laxmi se quejaba: "Siempre tengo dolor de cabeza y mi ropa está sucia a causa del humo. Es muy incómodo".

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Me contó que su marido no quería que ella y su bebé durmieran en el goth. Entonces, ¿por qué practicaba el chau? Su respuesta fue simple: "Si no practicamos nuestra religión, los dioses nos traerán problemas. No tengo más opción que venerarlos". Laxmi sacó un cuchillo de debajo de su manta y lo sostuvo sobre el fuego, con la hoja destellando bajo la luz. "Esto es protección para mí y para mi bebé". Parecía asustada. "Los malos espíritus entrarán y harán daño a mi bebé".

El hijo de Laxmi tiene cinco días de vida. Tanto ella como el bebé deberán pasar los próximos 15 días en el goth.

Las mujeres como Laxmi se enfrentan a peligros mucho peores que los fantasmas. Nepal es uno de los países que encabezan la lista de mortandad infantil de todo el mundo. "Anteriormente, cada año morían dos o tres mujeres durante el parto o poco después", explicó Gita Lama en tono exasperado. "Aconsejamos a las mujeres que se queden en el hospital, pero algunas siguen prefiriendo quedarse en el goth".

Laxmi tomó su primer baño desde que había dado a luz, cinco días antes. Tuvo que lavarse fuera de la casa, en medio de la nieve, porque se la considera impura. Dijo que era consciente del riesgo para su salud: "Si ignoramos los consejos del médico aún podemos sobrevivir, pero si desobedecemos a Dios, Dios nos castigará. Dios es más poderoso que el hombre".

La antigua Simikot en Humla, Nepal.

Había imaginado que el chaupadi era fruto de una sociedad patriarcal que subyugaba a las mujeres, pero en realidad tiene más que ver con la superstición, aunque podría afirmarse que las supersticiones son el resultado de valores y normas inventados para reprimir a las mujeres. Gita Lama me asegura que la culpa es de las familias políticas: son ellos quienes deciden quién se queda fuera en medio del frío.

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Los cambios llegan muy lentamente a Simikot. Aunque no todas las mujeres están de acuerdo con esta práctica, la cultura chaupadi se ve reforzada mediante los mitos y la tradición oral. Al menos por el momento, el exilio menstrual y post-natal seguirá vigente en Humla hasta bien entrado el siglo XXI.

Una niña cuida de su hermana pequeña.

Un cráneo de animal cuelga sobre la puerta del goth para alejar a los espíritus malignos.

La hija de una maestra local juega sobre un tejado.

Romali y sus amigas recogen leña. Tardan unas siete horas en conseguirlo, porque la madera escasea en la zona.

Las mujeres se reúnen en los tejados de los edificios de Humla.

Las mujeres reciben los alimentos en el goth, porque se consideran demasiado impuras para entrar en el hogar durante la menstruación.

Laxmi explica que teme que los malos espíritus entren en el goth por la noche.

La hija de Laxmi ayuda a meter los burros de la familia en el goth.

Una anciana realiza un sugerente símbolo con las manos durante un festival.

Una muchacha permanece de pie junto a la entrada del goth.