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Identidad

Hablamos con la activista que envía píldoras abortivas a las víctimas del zika

La OMS elevó el zika a la categoría de emergencia global, pero a pesar de que está vinculado a graves defectos congénitos en los bebés recién nacidos, las mujeres de las zonas afectadas siguen sin poder acceder a un servicio de aborto seguro. La Dra...
Photo via Flickr user Emma Danielsson

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote del virus zika como una "emergencia de salud pública de preocupación internacional", situándolo en la misma categoría que el ébola.

A día de hoy no existe ninguna vacuna o medicación capaces de detener el zika, que se transmite por un mosquito y, según se cree, es capaz de provocar que los niños nazcan con una cabeza anormalmente pequeña y un cerebro subdesarrollado. Según la OMS, el zika se está "extendiendo de manera explosiva" y se han detectado casos en más de 20 países de América del Sur y Central. Conforme el brote de zika sigue expandiéndose de forma terrible, diversos activistas han advertido de que las severas restricciones en torno al aborto y la contracepción en Latinoamérica exponen a las mujeres a un mayor peligro de fallecer por someterse a abortos poco seguros: aunque varios gobiernos de la región han instado a las mujeres a no quedarse embarazadas antes de 2018, el aborto sigue estando restringido o es ilegal en casi toda Latinoamérica. Varios países cuentan actualmente con prohibiciones tan severas que el aborto es ilegal incluso en casos de violación, incesto o malformación del feto.

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Esta cruel paradoja —en la que se advierte a las mujeres que eviten quedarse embarazadas pero se les niega la opción de interrumpir un embarazo no planeado, no deseado o potencialmente peligroso— deja a las mujeres con unas capacidad de elección trágicamente limitada. En muchos de estos países, una mujer infectada de zika que se queda embarazada solo tiene dos opciones: o arriesgarse a la posibilidad de dar a luz a un niño con un grave defecto congénito o acudir a un método poco seguro e ilegal de interrumpir su embarazo. Antes del brote de zika, entre 800.000 y un millón de mujeres al año se sometían a abortos ilegales en Brasil, pero es muy probable que esa cifra aumente con la propagación del virus.

Consideramos que los embarazos no deseados son una emergencia médica y no resulta ético negar la atención sanitaria a quienes no pueden permitírsela económicamente.

La Dra. Rebecca Gomperts, que dirige un servicio de aborto por correo llamado Women on Web, que envía pastillas abortivas a mujeres de más de 120 países, afirma que ya ha visto un incremento de las consultas online por parte de mujeres que viven en los países afectados. En un email enviado a Broadly, la Dra. Gomperts citó la conexión entre el virus del zika y los defectos congénitos de los bebés y defendió el derecho de las mujeres a la elección reproductiva. "Las mujeres tienen derecho a decidir interrumpir su embarazo para evitar estos daños", afirmó.

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En un comunicado de prensa publicado en el sitio web de Women on Web el pasado fin de semana, la organización anunció que enviará pastillas abortivas de forma gratuita a cualquier mujer que pueda proporcionarles un test de laboratorio que indique que ha contraído el virus del zika. Women on Web normalmente solicita una "donación sugerida" de entre 70 y 90 euros, "dependiendo del país en que se viva y de las circunstancias económicas", aunque Gomperts afirma que cualquier mujer que no pueda permitirse pagar esta tarifa sugerida obtendrá las píldoras de forma gratuita, quienes representan el 15 % de mujeres que contactan con el servicio. "Consideramos que los embarazos no deseados son una emergencia médica y no resulta ético negar la atención sanitaria a quienes no pueden permitírsela económicamente", indicó.

A la Dra. Gomperts le preocupa que comencemos a ver un incremento en el número de mujeres que fallecen por abortos poco seguros en los países donde se ha expandido el zika, especialmente en Brasil, donde los servicios de aduanas impiden que los envíos de píldoras abortivas entren en el país. "Nos dimos cuenta de que ofrecer abortos médicos gratuitos a las mujeres con zika era algo que teníamos que hacer", afirmó. "Las mujeres desearán abortar y el problema es que la mayoría de abortos en esta región se practican de forma poco segura. Queríamos ofrecer a las mujeres la opción de interrumpir sus embarazos de forma segura".

Queríamos ofrecer a las mujeres la opción de interrumpir sus embarazos de forma segura.

Las investigaciones muestran que prohibir el aborto no reduce en absoluto la tasa de abortos, simplemente aumenta las probabilidades de que las mujeres interrumpan su embarazo empleando métodos ilegales y poco seguros, como beber lejía o insertar objetos extraños en el útero. "Este tipo de legislación es muy negativo para la salud pública", indicó Gomperts. Y a nivel estadístico, resulta difícil contradecirle: según datos de la OMS, cada año fallecen 68.000 mujeres por abortos poco seguros, lo que la organización define como "uno de los problemas de salud pública global más ignorados". Women on Web tiene intención de reducir esta alarmante tasa proporcionando mifepristona y misoprostol —comúnmente conocidos como píldora abortiva— a las mujeres para que puedan abortar de forma segura en su propio hogar. (Cuando se toman conjuntamente, el misoprostol y la mifepristona presentan más de un 90 % de efectividad para interrumpir el embarazo. Ambos fármacos se encuentran en la Lista de Medicamentos Esenciales de la OMS).

Aunque varios medios de comunicación han anticipado que la propagación de la enfermedad acabará por obligar a los gobiernos latinoamericanos a replantearse los términos más duros de sus leyes antiabortistas, Gomperts insiste en que ese no es el único motivo por el que el aborto debería ser seguro y legal. "Debería legalizarse el aborto, no a causa del zika, sino porque las investigaciones científicas muestran una y otra vez que solo el aborto legal disminuye el número de muertes innecesarias por abortos poco seguros", afirmó.