La historia del tanga

¿Qué tienen en común Lady Gaga y las civilizaciones antiguas? Sisqó deseaba verlo toda la noche, Victoria's Secret adora venderlo y muchas de nosotras hemos pasado horas y horas tirando de esa fina franja de tela que surca nuestros glúteos. Sí, estamos hablando del tanga.

Esta aparentemente moderna maravilla de la ropa interior minimalista posee una historia que se remonta a la Antigüedad, cuando con toda probabilidad los tangas eran incluso menos cómodos que hoy. Echemos un vistazo la historia del tanga desde la antigua Grecia hasta el presente.

Se cree que el taparrabos es el precursor del tanga (y de toda la ropa interior en general). Ese minúsculo fragmento de tejido que cubre las nalgas y los genitales fue inicialmente una prenda que solo llevaban los hombres. Probablemente el taparrabos más famoso del mundo (excluyendo la ficción) pertenece a Ötzi, el Hombre de Similaun, un cadáver excepcionalmente bien conservado que data aproximadamente del 3100 antes de Cristo. Cuando fue descubierto en los Alpes italianos en 1991, Ötzi lucía un taparrabos que bien podría ser la ropa interior más famosa del mundo. Ötzi y sus gayumbos pueden verse ahora expuestos en el Museo de Arqueología del Tirol del Sur, en Italia.

En siglos posteriores empezó a surgir en diversos lugares del planeta una versión más propiamente cercana al tanga actual, una vez más destinada exclusivamente al uso masculino. Según la obra World Clothing and Fashion: An Encyclopedia of History, Culture, and Social Influence ("Ropa y moda del mundo: enciclopedia de la historia, la cultura y la influencia social"), en toda Asia, África y en las partes más templadas de Europa empezaron a aparecer usuarios de tangas antiguos "en una fecha tan temprana como el año 42000 antes de nuestra era". Hace miles de años, los bosquimanos que habitaban varias partes de África llevaban tangas hechos de pieles de animales que sujetaban a sus cinturas con cordeles o tendones. Aquella práctica se extendió al resto del mundo a lo largo de los milenios, alcanzando el antiguo Egipto, la Grecia antigua y el antiguo Japón.

Pero pasemos directamente a aquello que nos viene a la cabeza cuando pensamos en un tanga: ropa interior (sobre todo femenina) diminuta, sexy y que quizá provoca cierto picor. El tanga contemporáneo hizo su primera aparición en la Exposición Universal de 1939 en Nueva York, pero no se mostró como la obra reciente de alguno de los más prometedores inventores del mundo que allí se daban cita, sino que fue el por entonces alcalde de la ciudad, Fiorello La Guardia, quien forzó su creación al decretar que las bailarinas de strip-tease debían cubrir sus "partes privadas" durante la Exposición Universal. En un pícaro avance hacia el cumplimiento de la normativa, las bailarinas decidieron ponerse tangas, que cubrían exactamente la parte necesaria para que el aparentemente mojigato Sr. La Guardia los considerara aceptables.

Con frecuencia los tangas se asocian con la molestia de que la ropa interior se te meta por la raja del culo; no son especialmente cómodos, pero tampoco han sido necesariamente diseñados para serlo. Aunque las bailarinas de strip-tease fueron las primeras en llevar tangas modernos, algunas fuentes afirman que este tipo de ropa interior no irrumpió de verdad en la escena de la moda hasta el año 1981, cuando Frederick Mellinger empezó a vender "braguitas escuetas" para las mujeres.

Si el nombre de Frederick Mellinger te suena familiar con toda probabilidad será porque algún miembro de tu familia estuvo recibiendo por correo los catálogos de lencería de Frederick's of Hollywood durante tus años de adolescente. El nacimiento de esta icónica marca de lencería y ropa íntima se remonta a la década de 1940, cuando Mellinger inventó el sujetador "push-up". Sin duda aquel hombre tenía buen ojo para crear ropa interior revolucionaria.

Frederick's of Hollywood acercó los tangas a las masas, pero lo cierto es que Mellinger no patentó el primer tanga. Este distinguido honor pertenece al diseñador Rudi Gernreich, que patentó esta exigua prenda de ropa interior en 1979. Este mismo hombre también fue el creador de los trajes de baño topless para las mujeres.

Los tangas acabaron por convertirse en un elemento de la cultura pop y la moda de masas. El hit de Sisgó de 1999, "Thong Song" ("Canción del tanga"), alcanzó en 2000 el tercer puesto en la lista de los 100 sencillos más vendidos de Estados Unidos, con versos como "Toda la noche, déjame ver ese tanga". Diez años más tarde, el artista de hip-hip Pitbull sacó el tema "No Thongs" ("Nada de tangas") e incluso Sia lanzó en 2016 una canción cuya letra giraba en torno al tanga, "Sweet Design" ("Dulce diseño"), en la que la cantante utilizaba un sample del éxito de Sisqó.

Otro momento especialmente importante para el tanga dentro de la cultura pop llegó con el"tanga de perlas", que causó una auténtica (y físicamente literal) sensación en 2013 cuando el diseñador de ropa interior Bracli presentó esta prenda al mundo. Aunque la compañía no especificó exactamente la finalidad de esta particular prenda, el público no tardó en darse cuenta de que tenía la doble finalidad de servir como juguete sexual para las mujeres. Bracli todavía sigue describiendo este tanga como "Diseñado para las mujeres de corazón apasionado".

Aunque las ventas de tangas han experimentado un ligero descenso en los últimos años —en 2015 el New York Times citó estadísticas de la empresa de investigación NPD Group que mostraban que las ventas de tangas habían caído un 7 % entre 2014 y 2015—, es poco probable que este tipo de ropa interior desaparezca de las colecciones de moda íntima a corto plazo. Varios escritores declararon el año 2014 como "el año del culo" y parece improbable que esa tendencia vaya a desaparecer en un futuro próximo. Desde la icónica portada del disco Anaconda de Nicki Minaj hasta el tanga de tela vaquera de Rihanna, pasando por el body-tanga con estampado de hojas de marihuana de Miley Cyrus, parece que la influencia de esta histórica prenda de ropa interior no tiene visos de mermar.