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Identidad

La primera sexóloga árabe desafía los tabúes sobre sexo e Islam

Heba Kotb insiste en que el sexo es un don de Alá que hay que hacer con pasión. También pide a los hombres que mantengan relaciones sexuales frecuentes con ellas, “no solo cuando ellos quieren”.
IMAGEN CORTESÍA DE HEBA KOTB

Para la doctora egipcia Heba Kotb, la primera sexóloga del mundo árabe, la igualdad de los derechos de la mujer es algo que no se puede cuestionar, es una orden de Alá. También en la cama.

"En el Corán, se menciona muchas veces el igual derecho de las mujeres en todos los aspectos de la vida, en cualquier mínimo detalle. El mayor malentendido sobre sexo e Islam es creer que la religión establece que el hombre es superior", explica a Broadly la única sexóloga certificada en su país.

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La también terapeuta familiar, con sus 48 años, se ha convertido en toda una estrella en el mundo árabe y una referencia en cuestiones de sexo. Desde su consultoría de El Cairo, Simply Happy, dispensa consejos médicos sobre relaciones conyugales, sexualidad, embarazo y adolescencia. Sus libros se han convertido en éxitos de ventas y centenares de personas se dirigen a ella a diario a través de sus apariciones en televisión o enviándole cartas, a las que la doctora contesta en su web clausurando sus consejos con "si dios quiere".

La mayoría de sus pacientes tiene entre 35 y 50 años. Las principales preocupaciones de los hombres que piden su intervención están relacionadas con disfunciones eréctiles y eyaculación precoz, mientras que las mujeres suelen acudir a su consulta por problemas relacionados con el deseo y el orgasmo. Muchas de ellas no están acostumbradas a alcanzar el placer y a menudo lo siguen considerando como un privilegio de los hombres.

"Trabajo en el sector médico desde hace más de 15 años", dice Kotb. "Cuando empecé esta actividad, las mujeres representaban un porcentaje mucho más elevado que los varones entre mis pacientes. Acudir a un sexólogo no era tan común en la sociedad y los hombres no aceptaban la idea de hablar de este tipo de problemas con un experto, lo percibían como una amenaza a su virilidad". Sin embargo, el contexto ha cambiado y ahora los hombres ya no muestran tanto reparo en pedir consejos.

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Kotb insiste en que el sexo es un don de Alá que hay que hacer con pasión, aunque rigurosamente en el marco del matrimonio. La inventora de una nueva técnica para el rejuvenecimiento vaginal a través del láser pide a los hombres que no escatimen en preliminares con sus esposas y que mantengan relaciones sexuales frecuentes con ellas, "no solo cuando ellos quieren".

A su consulta, acuden numerosas parejas recién casadas, a las que aconseja simplemente hablar entre ellos de manera clara, con calma, sin enfadarse y levantar la voz, sin intentar negar los problemas. "La insatisfacción sexual es una de las principales causas de divorcio, tanto en el mundo árabe como en el resto del planeta. Los problemas son los mismos por todos lados", destaca.

La insatisfacción sexual es una de las principales causas de divorcio, tanto en el mundo árabe como en el resto del planeta

La doctora, que se define como 'pionera' y alardea de haber lanzado la profesión de sexóloga en el mundo árabe, sostiene que hay un gran desconocimiento de las prescripciones del Corán sobre sexo. "En las sunnas [las predicaciones de Mahoma], se abordan todos los aspectos de la sexualidad, hasta el orgasmo femenino", explica en conversación telefónica desde Canadá, país en el que estudian sus tres hijas.

Si por un lado Kotb invita a no poner límites entre las sábanas bajo el techo conyugal, por el otro no esconde su aversión al sexo antes del matrimonio y al onanismo que, en su opinión, puede ser alejado practicando mucho deportes y otras actividades. Para la experta, la pornografía también es peligrosa y puede llegar a convertir la relación de pareja en imposible. "Si miras a la vida sexual de los demás, te sentirás atraído por ello. Compararás tu experiencia con aquella y, aunque la tuya sea mejor, no lo admitirás y verás solo los aspectos negativos, hasta sentir que algo falta a tu vida", explica.

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La doctora es, además, inventora de un supuesto método para "curar la homosexualidad", basado en ejercicio mental y sexual. La atracción hacia personas del mismo sexo es para ella "un desorden psicológico y sensorial". Su principal consejo para una chica que le envía una carta para revelar su orientación sexual es participar en sesiones de psicoterapia "para reemplazar esos sentimientos con tendencias naturales". Y añade: "El mejor tratamiento es casarse".

"No puedo imponer nada. Mi método solo puede aplicarse a aquellos que desean ser curados. Hay muchos homosexuales que quieren volver a ser heteros y cuento con centenares de casos parecidos que se han solucionado con éxito", explica.

Kotb, en realidad, nunca decidió ser sexóloga. "Una cosa llevó a la otra", revela. A lo largo de sus estudios en medicina forense y toxicología clínica en la universidad de El Cairo, centró su investigación sobre los aspectos médicos y legales del abuso sexual sobre menores. "Mi campo de actividad me llevó a leer numerosos trabajos acerca de la sexualidad humana. Me interesó mucho y decidí profundizar", recuerda. Eso la empujó a obtener un segundo doctorado en EE. UU. y a defender una tesis sobre sexualidad en el Islam ante la Academia Americana de Sexólogos Clínicos de Miami.

La doctora asegura haber contado siempre con el apoyo de sus familiares y con una buena aceptación de la sociedad, pese a abordar temas que para muchos aún representan un tabú. Sostiene que ser mujer nunca fue un obstáculo para su desarrollo profesional. "No creo que desempeñar este trabajo fuera más fácil en caso de ser un hombre. No es algo que dependa del género, sino de la personalidad", agrega. "Estoy convencida de que lo esencial es tener una fuerte personalidad. Me tomo las cosas en serio, tanto en la vida personal como en el trabajo. Si hubiera sido alguien que mezcla los asuntos serios con las frivolidades, no habría tenido éxito en este mundo, ni como mujer ni siendo hombre".

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A pesar de su gran éxito mediático, Kotb ha sido blanco de numerosas críticas, aunque dice haber aprendido a restarle importancia desde el principio de su carrera. Algunos grupos feministas le acusan de ceñirse a una visión "demasiado islámica" de la sexualidad. Otros, en cambio, argumentan que es indecoroso que una mujer aparezca en televisión hablando abiertamente de sexo y dispensando consejos para sus esposas. Otro de sus temores reside en que ofrecer demasiado espacio a estos temas puede tener consecuencias peligrosas para los más jóvenes y despertar en ellos un interés morboso hacia el sexo y desproporcionado a su temprana edad.

Antes de contestar, la doctora hace una pequeña pausa para calibrar bien las palabras. "Me gustaría preguntarles de dónde han sacado la idea de que es indecoroso que una mujer hable abiertamente de sexo en público". "No lo prohíbe para nada –subraya con voz firme– ni la religión, ni ninguna otra institución". Eso sí, siempre y cuando se abordan estos temas "en una manera decorosa y adecuada", así como cualquier otro asunto. "Podemos hablar de política o de lo que sea de una manera decorosa o no. Esto es todo", zanja.

La sexóloga recalca que hablar abiertamente de sexo puede ayudar a las personas a no vivirlo como una obsesión de la que caer enfermos y hasta podría ayudar a solucionar los problemas de acoso que a diario padecen las mujeres de su país. Un estudio de ONU Mujeres) de 2013 puso de relieve que más del 99% de las egipcias ha experimentado algunas formas de acoso sexual a lo largo de su vida. Organizaciones como HarassMap documentan estos abusos a diario en su página web y a través de las redes sociales, dando vida a mapas compartidos sobre las zonas de distintas ciudades en las que se han llevado a cabo las vulneraciones y ofreciendo consejos a las víctimas. Desde 2012, en los alrededores de la emblemática plaza Tahrir de El Cairo, grupos voluntarios dan vida a patrullas anti-acoso que, además, se encargan de elaborar estadísticas sobre los casos de abusos.

Hablar abiertamente de estos temas, de acuerdo con la doctora, se convierte en crucial en un país en el que el difícil acceso a recursos sobre placer y salud sexual constituye una verdadera lacra. "Si se sigue tratando el sexo como un tema tabú, eso solo llevará a un incremento de la curiosidad. ¿No me hablas de esto? Entonces tendré que descubrirlo por mi cuenta y practicarlo, incluso a través del acoso".