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Identidad

Consejos para una crianza queer y genderfucker

¿Cómo podemos hacer más fácil la infancia y adolescencia de las personas de expresión sexual y de género no binarias? Hablamos del tema con Del LaGrace Volcano, artista visual, activista intersex y mapa (contracción de mamá y papá).
Del con tres años. Fotos cortesías de Del.

A día de hoy la comunidad médica puede decidir que la mejor manera de proceder ante un bebé que ha nacido con ambos sexos es pasar por quirófano. Da igual que sea un cuerpo perfectamente sano, en el contexto médico la intersexualidad no es cuestión de diseño, es una cuestión de diagnóstico. Y ese diagnóstico dice que un cuerpo con dos sexos es un cuerpo enfermo. Y la sociedad luego asiente en que un cuerpo enfermo no puede ser un cuerpo hermoso.

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Que no se nos olvide pronto la muerte de Alan, el chico trans que se suicidó en Barcelona la pasada Navidad, ni lo que suponen los diagnósticos para las personas de expresión sexual y de género no binarias. Paul B. Preciado explicaba hace poco en una entrevista por qué le parecería maravilloso que hubiera un conjunto de colegios que apostaran por una pedagogía queer y por una educación feminista. Para ese devenir no basta sólo la experiencia docente, hay que sumarle la crianza, hay que aprender a cuestionar la autoridad de la comunidad médica y de la comunidad educativa. En definitiva, hay que asumir que no sabemos nada y que de momento lo hemos hecho todo mal.

A falta de un Wikihow sobre el tema, hemos pensado que una "Guía para una crianza queer y genderfucker" podría ser útil. Le hemos pedido a Del LaGrace Volcano, artista visual, activista intersex, y colegui de Paul B. Preciado, que nos ayude. Del y su pareja están criando dos criaturas preciosas, Nico y Mika, y desde su experiencia vamos a destilar los esenciales de esta guía: la relación con los médicos, el hogar, el colegio, los amiguis, el deseo y la crianza queer.

VICE: Empecemos por la relación con los médicos. Teniendo en cuenta que a día de hoy todavía se llevan a cabo mutilaciones innecesarias en caso de que el bebé nazca con los dos sexos ¿cuál sería la mejor manera de abordar la situación como familia? ¿Qué es lo que la gente necesita saber sobre el tema? Y ya no hablo sólo de familias, sino de una ciudadanía informada cuestionando la idea de una autoridad médica.

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DEL: Yo sugeriría que la respuesta está incrustada en las últimas siete palabras de arriba. Todos tenemos que cuestionar el concepto de cualquier experto o figura de autoridad, y punto. La formación de (toda) la comunidad médica tiene severas carencias de competencias en cuestiones intersex y LGTB, y es extremadamente importante que familias y cuidadoras lo sepan. El objetivo principal de las cirugías correctivas es eliminar la ambigüedad de género y el éxito se mide en términos de cuán cerca está el "sujeto" de aproximarse a comportamientos y apariencias heteronormativas. Los padres necesitan entender la naturaleza sistémica del problema, que son las homo/inter/trans fobias y la misoginia.

¿Tienes algún consejo o reflexión que compartir con las familias o con las personas que hayan pasado por cirugías sin dar su consentimiento?

Por desgracia, creo que hasta que no se vuelva económicamente inviable para los médicos el hecho de operar y experimentar sobre cuerpos intersex y trans, las cirugías van a continuar. Deben tomarse otras acciones legales como demandas colectivas, en particular sobre aquellas personas que hayan sido mutiladas durante los últimos 20 años.

Hay determinados eventos en el calendario de una familia que pueden generar situaciones conflictivas o contradictorias. Hablo de cosas como la Navidad y los cumpleaños, pero también de momentos tan íntimos e importantes cómo la hora del baño o los juegos. La pasada Navidad, a mi sobrina, que tiene dos años, le cayó una mini tabla de planchar de color rosa. ¿Cómo podemos establecer relaciones más saludables en este tipo de contextos conflictivos?

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Las personas decidimos no saber y no responder a las preguntas sobre el sexo de nuestres hijes tanto antes como después de su nacimiento. Es habitual que el género de une niñe sea reforzado. Y de qué manera. Fíjate la próxima vez que estés con les hijes de tus amigues. O ve a una tienda y di que estás buscando un regalo para un bebé recién nacido, o de un año, o de la edad que sea. Nueve de cada diez veces la persona que te atienda te va a preguntar si es para un niño o para una niña. Tanto las familias como las amistades necesitan ser modelo de comportamiento y expresiones de género queer –como el vestir o el estilo– y dar ejemplo, en casa y en público. Si no se cuenta con una red de amistades que incluya todo tipo de expresiones de género y orientación sexual –por no mencionar gente con diferentes contextos culturales étnicos, raciales y religiosos– va a ser una tarea dura de llevar a cabo. También es importante enfrentarse a las instituciones que refuerzan la conformidad de género. En nuestro caso esto comenzó con la clínica de fertilidad y continuó con la atención sanitaria para les niñes, la guardería y la atención para su entorno familiar.

Hace unas semanas supimos de la muerte de Alan, un chico trans que se quitó la vida después de haber sido sistemáticamente acosado en dos colegios diferentes cerca de Barcelona. Recibía apoyo familiar, tenía 17 años y acababa de obtener autorización para corregir su DNI. ¿Cómo podemos ayudar a las personas afectadas a lidiar con toda esa violencia a la que se enfrentan a diario? Y, una vez más, ¿cómo podemos pedir responsabilidades a tanto a las autoridades educativas como al profesorado en este tipo de situaciones?

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Este es un puente que en el caso de mi familia todavía tenemos que cruzar, es un tema que me preocupa mucho a pesar de que mi hije mayor sólo tiene cuatro años y va a una guardería muy progresista. Mika no nos ha dicho si es un chico o una chica. Hace unas semanas le pregunté que qué opinaba sobre los chicos y las chicas. La respuesta fue, cito literalmente: "Nada. No pienso nada al respecto mapa [contracción de mamá y papá]. Y tu, ¿que piensas?". Le respondí que creo que pienso demasiado en ello. Lo que sí sé es que ya estamos trabajando en la interconexión con el sistema escolar de diferentes maneras. En la escuela deben ser mucho más conscientes de cómo determinadas prácticas y metáforas culturales –como la expresión "es cosa de chicos"– refuerzan la heteronormatividad. Necesitan ser capaces de ver los signos de discriminación y de acoso al que aquellas personas que viven una infancia queer y no binaria se enfrentan y abordar el problema de manera proactiva. Por ejemplo, una de las acciones que se llevan a cabo en nuestra guardería es no leer siempre historias que sólo hablen de mamás y de papás. Nico y Mika llaman Mapa y entienden porqué he escogido este nombre para mí. El resto de familias de la guardería lo saben y se les ha pedido que lo respeten y que no corrijan a sus hijes cuando digan que Mika y Nico tienen une Mapa.

Del y Mika. Fotografía cortesía de Del

También me pregunto si se advierte suficiente de todas las cuestiones a mejorar dentro de la comunidad LGTBI (como cuestiones de odio entre colectivos dentro de la comunidad) y si hay suficiente información acerca de cómo generar alianzas más positivas en este sentido.

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Ayer mismo surgió este problema cuando fuimos a visitar a un viejo amigo de Mika que es cuatro meses mayor. Él no está en una guardería progresista y está profundamente influenciado por los chicos mayores que hay allí con él. Ya han determinado que todas las cosas que tienen que ver con las niñas no molan nada. Una de sus madres me comentó que él no creía que Mika "molara" y que intenta decirle a Mika –de una forma desagradable– que es una niña porque tiene el pelo largo. Mika no dice "NO, soy un chico", sólo dice, "NO, no lo soy" mientras él sigue intentando decirle lo que es o deja de ser. Y eso supone un problema para mí. No me gusta la forma en que actúa Mika después de haber estado con su amigo y eso es un problema.

Hace poco una compañera se quejaba de lo poco que se ha escrito sobre la construcción del deseo desde un punto de vista feminista, pero hay muchos menos publicado sobre el deseo del cuerpo intersex o desde una perspectiva feminista e intersex.

Mi madre vivió y murió en una casa llamada DESEO (construida por mi segundo padre en base a los bocetos que diseñó para una obra llamada "Deseo bajo los olmos"), y ese deseo es una metáfora muy querida para mí. No estoy seguro de si se puede hablar de "deseo del cuerpo intersex" o incluso de "deseo desde una perspectiva intersex" precisamente por las premisas subyacentes, o cómo si hubiera algo que todo cuerpo intersex desea. Tener un cuerpo intersex –un cuerpo que no se conforma con las definiciones tradicionales femenino/masculino– no dice nada sobre cómo "desea" un cuerpo. Es un cuerpo tan deseante como cualquier otro. De lo que sí puedo hablar es de que mi propio deseo siempre ha gravitado alrededor de personas de género ambiguo o no-binario. He experimentado con personas cisgénero, pero mi principal objeto de deseo es hacia lo que hoy en día se considera como perteneciente al espectro trans-masculino. Sé que aquellas personas que me desean y me han deseado también se sienten atraídas por lo que se puede pensar como mi hibridez de género. Simplemente no me atraen las personas que no se sienten atraídas por mi o que no son capaces de verme en el género al que pertenezco, que es el no-binario. Mi sexo es intersex.

A pesar de todo, en términos de crianza, ¿cómo ha sido hasta ahora? ¿Te sientes optimista? ¿Crees que la cosa está cambiando para mejor de verdad?

Hasta ahora ha sido increíble. La oportunidad, el privilegio absoluto de formar parte de las vidas de dos seres humanos de una manera tan directa e importante ha sido increíblemente interesante y gratificante de un modo que nunca habría podido imaginar. El hecho de que se me dé tan bien ha sido una sorpresa. Nunca me he considerado una persona paciente, y sin embargo con chiquillada lo soy. Para mí, lo más importante de la crianza es aprender a escuchar a les niñes, tratarles con respeto y dignidad y siempre que sea posible fomentar su autonomía, especialmente su autonomía de género.