Un número alarmante de heteros no sabe que tiene VIH hasta que es muy tarde

Casi la mitad ―el 49 por ciento― de las mujeres diagnosticadas con VIH en Inglaterra en 2015 no supieron que tenían SIDA hasta que el progreso del virus estaba bastante avanzado. El cincuenta y cinco por ciento de los hombres hetero diagnosticados con VIH el año pasado también recibieron el diagnóstico tarde. En general, el 40 por ciento de todas las personas diagnosticadas con VIH en Inglaterra el año pasado recibió un diagnóstico tardío, lo que indica la necesidad de impartir educación y de que haya una mayor concienciación sobre la realidad que supone contraer y vivir con el VIH.

La comunidad médica define los diagnósticos tardíos de VIH como el momento en que el virus ya ha comenzado a poner en riesgo el sistema inmune del individuo. En términos técnicos, eso significa que el recuento de células CD4 (el número de glóbulos blancos que combaten la infección) desciende hasta niveles inferiores a 350. En los adultos normales, esta cifra debería encontrarse más o menos entre 500 y 1.500. Si desciende por debajo de 200 se está en riesgo de sufrir una enfermedad grave e incluso la muerte. El cuerpo puede llegar a tardar tres años en alcanzar ese punto, tiempo en que se incrementa enormemente el riesgo de transmitir la enfermedad a otros.

La organización Terrence Higgins Trust recopiló estos datos empleando estadísticas procedentes de las autoridades sanitarias del Reino Unido. Descubrieron que los hombres heterosexuales tendían mucho más a descartar la posibilidad de tener VIH y no se sometían a las pruebas, por lo que un 55 por ciento de los diagnósticos tardíos se producen en hombres hetero. El segundo grupo con más posibilidades de recibir diagnósticos tardíos fue el de los africanos de raza negra (49 por ciento), seguidos de las mujeres heterosexuales.

Uno de los factores responsables de los diagnósticos en etapa tardía puede ser la extendida suposición de que el VIH es una enfermedad de gais. "Un tema común que vemos en los diagnósticos tardíos es que muchas personas creen que a ellos no les va a pasar", explica Simone Howard, de la Terrence Higgins Trust. "Es posible que los heterosexuales no sientan que están tan expuestos al riesgo como otras personas, creen que tienen más probabilidades de contraer clamidia o herpes, que son ETS sobre las que se habla mucho más".

La situación general es que en torno a un cuarto de las personas que tienen VIH actualmente en el Reino Unido no saben que lo tienen, según datos del Sistema Sanitario Nacional Británico. Estas personas podrían infectar involuntariamente a otras personas con las que entren en contacto, sin saber en ningún momento que su sistema inmunológico está sufriendo potenciales daños a largo plazo. Aunque los avances en la medicina moderna han logrado que las personas con VIH puedan disfrutar de vidas largas y saludables, es fundamental que la infección se detecte en una etapa temprana para que el tratamiento sea efectivo. "Las personas que no reciben un tratamiento temprano para el virus pueden caer gravemente enfermas", afirma Howard.

Las cifras actuales indican que existe una profunda necesidad de redoblar los esfuerzos para informar a la gente acerca del VIH. "La falta de conocimiento y comprensión de cómo se transmite el virus es el principal factor que conduce a la transmisión en una etapa tardía", explica Howard. Y destaca la necesidad de impartir una educación exhaustiva en los colegios y universidades, donde los jóvenes tienen más probabilidades de empezar a ser sexualmente activos.

"Está claro que hay que empezar a educar a la gente desde una edad temprana. Debemos asegurarnos de que este tema se trata en los colegios y las universidades".

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