El misterio de la regla masculina

¿Es posible que un tío pase tanto tiempo con una mujer que empiece a sincronizarse con su ciclo menstrual y a sentir calambres abdominales cuando los sufre ella, a llorar viendo películas de Hugh Grant y a antojársele el mismo sabor de helado Ben and Jerry's que a ella? Según The Sun, eso es exactamente lo que le sucede a George Fellows, de 22 años de edad. Desde que conoció a su mejor amiga y compañera de piso Amber-May Ellis, Fellows afirma que lleva sufriendo los mismos "dolores misteriosos" cada mes desde hace dos años, más o menos en el mismo momento en que Ellis tiene el período, y también indica que se pone "súper sensible" durante esos días del mes.

"Estaba en la universidad un día cuando aparecieron de repente. Soy un poco hipocondríaco, así que me entró el pánico", explicó al periódico. "Amber hizo un comentario casual y dijo 'Pues yo ahora mismo tengo la regla, así que ya sabes cómo me siento'. Al principio no le di ninguna importancia, pero al mes siguiente los dolores regresaron puntuales como un reloj. Después de tres meses supimos que algo estaba pasando".

Aunque no dudo de la devoción platónica que esta pareja se profesa mutuamente (los dos llevan el mismo tatuaje con símbolos de la fuente Wingdings de Word, ¿quién podría dejar de rendirse ante tal evidencia?), la historia de Fellows sin duda activa mi alarma anti-vendemotos (tratamos de ponernos en contacto con Fellows para que hiciera unas declaraciones, pero actualmente tiene firmado un contrato con la Press Association —una de las agencias que con frecuencia se ocultan tras los titulares más impactantes de los tabloides— y solo está interesado en contar su historia a cambio de dinero). Pero aun así, me había surgido la duda: ¿pueden experimentar los hombres la menstruación por asociación?

Una encuesta llevada a cabo por Vouchercloud en el Reino Unido entre más de 2.000 personas sugiere que es posible, o al menos que a los hombres así les gusta creerlo. Cuando se preguntó a los encuestados masculinos si experimentaban "períodos masculinos", el 26 % de ellos respondió que sí. Sin embargo, la mayoría de ellos hablaba de síntomas como "sentirse más cansados de lo normal" o tener "más antojos de comida", tan solo el 5 % indicó que había experimentado dolor físico como calambres abdominales. También resulta difícil extraer ninguna conclusión definitiva de una encuesta realizada por el equivalente británico de Groupon, en la que se pedía a los encuestados que identificaran retrospectivamente cambios cíclicos en su comportamiento y estado de ánimo, dado que los seres humanos somos realmente buenos haciendo estas cosas.

Así que pregunté a la Dra. Tomi-Ann Roberts, psicóloga y miembro del consejo de la Sociedad para la Investigación del Ciclo Menstrual, si había oído hablar de este fenómeno. La verdad es que no había oído hablar de él, pero no lo descartó completamente. Basándose en las cada vez mayores pruebas de la existencia del síndrome de Couvade —una enfermedad psicológica según la cual los hombres cuya pareja está embarazada también experimentan los síntomas del embarazo— indicó que "algo similar podría imaginarse durante la menstruación".

Muchos hombres han presentado síntomas de padecer el síndrome de Couvade, entre otros náuseas, dolor abdominal, inflamación, cambios en el apetito, calambres en las piernas y dolor de espalda. Según Arthur Brennan, que llevó a cabo un estudio en 2005 sobre este fenómeno, entre un 25 % y un 52 % de todos los hombres cuya pareja está embarazada lo han experimentado.

Una posible explicación psicoanalítica para este suceso, escribe Brennan en el Washington Post, es que el Couvade radica en "la envidia que siente el hombre por la capacidad procreadora de la mujer". Esto podría aplicarse claramente también a la menstruación, aunque no entiendo por qué un hombre podría sentirse celoso de un ciclo recurrente de dolor, inflamación, cambios de humor y malestar general.

"Para entender este fenómeno de verdad es preciso tener en cuenta lo que significa para esa persona y contextualizarlo dentro de su relación", indicó la psicóloga Dra. Amy Altenhaus acerca de la menstruación psíquica de Fellows. No duda de la posibilidad de que alguien sufra de dolores psicosomáticos que se correspondan con el ciclo menstrual de otra persona, pero afirma que nunca lo ha visto en todos sus años de práctica.

Si estáis buscando fríos y duros datos científicos, no hay mucho que decir acerca del hecho de que el dolor por simpatía que experimenta un amigo íntimo o la pareja de una mujer que está menstruando sea fisiológico. Se han llevado a cabo estudios a pequeña escala que demuestran que los hombres experimentan descensos en su nivel de testosterona cuando su pareja está embarazada, pero nunca se ha cuantificado el modo en que la menstruación femenina afecta a las hormonas de su pareja. Una reciente investigación sugiere incluso que las mujeres no sincronizan sus ciclos menstruales, sino que cualquier sincronización entre dos mujeres que menstrúan y que viven juntas puede atribuirse al azar.

Así que, aunque experimentar el período es algo así como la única cosa que me gustaría que nos robaran los hombres sin concedernos ningún tipo de crédito, después de todo parece que no pueden hacerlo.