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Identidad

Masticar y escupir: el trastorno alimentario que esconden algunas mujeres

"Masticar y escupir" está envuelto en un sentimiento de vergüenza y pérdida de control, pero los expertos no han empezado a saber un poco más acerca de este dañino comportamiento hasta hace poco.
Image by Maria Tavich via Stocksy

Los efectos devastadores de trastornos alimentarios como la anorexia y la bulimia nerviosa son ampliamente conocidos y han sido muy investigados, pero se ha investigado muy poco acerca de "masticar y escupir", el acto de masticar alimentos sin tragarlos. Este comportamiento, al que comúnmente se denomina "MyE", está categorizado por los expertos en trastornos de la alimentación como "trastorno alimentario sin otra especificación".

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"Por norma general, el alimento elegido es muy energético y a menudo contiene elevadas cantidades de grasas y/o carbohidratos", afirma Phillip Aouad, estudiante de doctorado en la universidad de Sidney que dirige el primer estudio sobre el MyE. Aouad indica que las personas con frecuencia mastican y escupen alimentos que consideran "agradables pero prohibidos", como donuts, pasteles, galletas y patatas fritas.

La gente con MyE, añade, tiende a sentir que su comportamiento es más objeto de tabú que otros patrones de trastornos de la alimentación como restringir los alimentos o atiborrarse y después vomitar.

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Aouad sospecha que el MyE puede desembocar en diversos problemas, entre ellos afecciones gástricas, dentales y hormonales, que a su vez podrían desembocar en efectos acumulativos alarmantes, desde desequilibrios sanguíneos a aumento de peso. En una reciente investigación, descubrió evidencia de que este comportamiento podría aparecer en personas de menor edad que otros trastornos alimentarios. También puede asociarse a la alimentación patológica, a la sensación de pérdida de control, al remordimiento, a la culpa y a la vergüenza.

Pero todavía es pronto. "Para saber más, los investigadores como yo mismo estamos desesperados por encontrar personas que hayan luchado o estén luchando contra el trastorno MyE para que participen en investigaciones relacionadas con él".

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Mandy* ha sufrido diversos trastornos alimentarios a lo largo de la mayor parte de su vida. "Empecé haciendo dieta a los 12 años y he atravesado ciclos caracterizados tanto por la fuerte restricción como por los atracones de comida", afirma esta mujer de 32 años que ha participado en la investigación de Aouad.

Empezó a masticar y escupir el año pasado, cuando se topó con un comentario sobre el tema en internet. Inicialmente, ese comportamiento le ayudó a controlar su ansiedad. "Cuando mastico la comida no pienso en mis problemas o en cómo me siento", dice. "El MyE me permite 'comer' durante mucho tiempo seguido y así no me siento empujada a pensar acerca del resto de mi vida".

El MyE me permite 'comer' durante mucho tiempo seguido y así no me siento empujada a pensar acerca del resto de mi vida

"Ayunaba durante todo el día en el trabajo y después, una vez en casa, masticaba y escupía dulces. Y aunque absorbía calorías y mantenía mi peso, apenas ingería vitaminas, minerales o nutrientes", continúa.

Mandy ha experimentado muchos efectos negativos como consecuencia del trastorno: "Empezar a masticar y escupir me llevó a pasar del ayuno a los atracones para después vomitar", explica. "Sé que tengo deficiencias nutricionales y esto me ha provocado extraños episodios relacionados con la salud. Por ejemplo, se me rompió un trozo de mandíbula ―probablemente debido a la osteoporosis― y provocó una importante infección en mi boca que no desapareció hasta que el dentista extirpó el hueso".

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Aunque ha intentado abandonar su comportamiento, hasta ahora no ha tenido éxito. "Estoy convencida de que soy adicta al MyE del mismo modo que otras personas son adictas a las drogas. Al final empecé a masticar y escupir cantidades enormes de comida, por ejemplo una docena de donuts o más de una sentada".

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"Ojalá nunca hubiera empezado", dice. "No me veo capaz de dejarlo, aunque espero poder limitarlo. Hago cosas arriesgadas y ridículas como llevar comida a escondidas al baño en las fiestas o en el trabajo".

La falta de investigación sobre el trastorno de MyE dificulta mucho la labor de identificar a las personas que lo padecen. Aouad ha entrevistado a muchas personas que presentan este comportamiento, pero en persona no ha sido capaz de "identificar físicamente el trastorno de MyE" en nadie. En cuanto a cómo tratarlo, afirma que todavía es demasiado pronto para saberlo. "Hay muchas más preguntas en torno al MyE que respuestas", indica.

Tampoco parece haber consenso en cuanto a qué trastorno alimentario está más vinculado a masticar y escupir, según Aouad. "He hablado con personas que solo mastican y escupen y que no necesariamente muestran síntomas de otros trastornos alimentarios".

"Todo el mundo en esta sociedad ha oído hablar de la anorexia y la bulimia", dice Mandy, "pero la mayoría de la gente que tiene trastornos alimentarios no encaja tan limpiamente en una de esas dos categorías".


*El nombre se ha cambiado.