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Identidad

​Ni soy la novia del DJ, ni estoy en prácticas: las mujeres en el clubbing

Mucho se ha escrito sobre la importancia de las mujeres en la historia de la música electrónica y mucho se sigue escribiendo sobre los pocos nombres de mujeres presentes en los carteles de los clubs y festivales.
Ms Von Disko. Foto de Rodd Teller

Topanga Kiddo se sube a la cabina de la sala Siroco y se pone los auriculares, Velckro Don Fuegote da un paso hacia atrás y deja que su compañera tome los mandos. Ambos pertenecen al colectivo Brrrrrap, donde sus miembros están concienciados del componente político y social de su labor pero niegan una búsqueda de paridad premeditada en sus carteles aunque por sus fiestas haya pasado un buen número de mujeres.

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Lo que sí reconocen es una preocupación constante porque las mujeres que acuden a sus fiestas no vean la pista de baile como un territorio comanche en el que tener que defender su derecho a no jugar al flirteo. "Si bien no aplicamos una política de paridad de género en los line-ups, nos preocupamos mucho por que el ambiente en nuestras fiestas sea friendly y que todo el mundo disfrute al máximo", explica Mónica Franco aka Topanga Kiddo a Broadly. "Y, para ello, muchas noches tenemos que tener una pequeña charla con alguna persona que está molestando en el público. El 80 % de las veces se trata de hombres que molestan a mujeres. La implicación por atajar este tipo de situaciones en las fiestas es colectiva y se extiende a nuestros allegados".

El club de música electrónica, concebido como espacio de puesta en escena dividido en diferentes sub-escenarios —actuación, pista de baile, barras, producción, etc.—, está dominado en buena medida por la figura masculina. Ylia Beat, artista ligada a la música techno, afirma que el público más general sigue asociando este sonido al estereotipo masculino, pero que el público especializado está comenzando a acostumbrarse a ver mujeres en el techno. "De todas formas aún tenemos conceptos como la dulzura y la suavidad como principales atributos asociados a la mujer, y por eso creo que aún sorprende", añade Ylia Beat.

Hay mucha gente del público que le gusta que haya mujeres en cabina, no me preguntes por qué

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Al preguntar a la DJ y productora techno Paula Cazenave por el porcentaje de hombres y mujeres que suele ver en su escena, la donostiarra nos cuenta: "En el plano artístico creo que, aunque haya muchísimas mujeres ahora mismo, entre los tops siguen destacando los hombres en un 80 % frente a un 20 % de mujeres. No hay nada más que fijarse en los carteles de eventos y festivales para ver que la mayoría son hombres. Y no creo que no haya mujeres buenas en la escena".

La reflexión de Cazenave continúa: "Hay mucha gente del público que le gusta que haya mujeres en cabina, no me preguntes por qué. Yo creo que somos iguales que los hombres y que nuestro trabajo es el mismo. En las dos décadas que llevo en esto he visto una clara evolución en este aspecto; cuando yo empecé sí que era raro ver mujeres en las cabinas".

DJ Ches. Foto vía

La dulzura a la que se refería Ylia Beat y que suele ir asociada a la música hecha por mujeres también se aleja de otro sonido de corte "duro" como es el hip hop, estilo al que se adscribe DJ Ches, guineana afincada en Barcelona. "El hip hop siempre ha sido un campo de nabos. Es más, pasa en muchos otros géneros, no sólo con el hip hop. Si se analiza bien la situación, la sociedad en sí está marcada por paradigmas masculinos de creencias establecidas; el hombre es el macho alfa, el tigre, está ahí para combatir, para traer los bienes económicos a casa, el hombre rudo protector que no le teme a nada… La mujer está ahí para acompañar, dar hijos y ser sumisa de las peticiones de su macho alfa".

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Si algo hemos tenido este 2016 ha sido un aluvión de proclamaciones de Trap Queens; sin entrar en el meollo de la cuestión, lo cierto es que el mero hecho de que la mujer haya conseguido colarse de esta manera en este circuito ya resulta más que interesante. Según la DJ zaragozana Ms Von Disko "el trap era uno de los estilos con menos mujeres pero en el último año han empezado a integrarse perfectamente en la escena multitud de MCs y DJs. A la pregunta sobre si la gente se sigue sorprendiendo al ver a una mujer en la cabina de una fiesta trap, dice Ms Von Disko: "Prácticamente cada día me encuentro la sorpresa de la gente —ajena a la escena— cuando les digo que me dedico profesionalmente a la música. Supongo que sigue sorprendiendo ya que el djing sigue siendo una disciplina en la que el 80 % - 90 % suelen ser hombres. No obstante, creo que lejos de escondernos las mujeres cada día nos estamos haciendo más visibles en este terreno".

Creo que poco a poco los cargos ocupacionales van igualándose, pero siempre habrá sectores más ocupados por el género masculino

La presencia masculina no solo domina las cabinas de clubs, también el resto de trabajos propios de la sala, aunque obviamente hay excepciones. "Creo que entre el personal de seguridad y sala… técnicos, DJs y demás, diría alrededor de un 80 % pertenecen al genero masculino", explica Patricia González, jefa de sala en Razzmatazz en Barcelona. "Creo que poco a poco los cargos ocupacionales van igualándose, pero siempre habrá sectores más ocupados por el género masculino".

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Agnès Antón es técnico de sonido en la sala barcelonesa Nitsa. "El género influye desde el primer segundo que tienes contacto con nuevas personas con las que tienes que trabajar", explica Agnès a Broadly. "Por ejemplo, más de una vez me ha pasado, estar montando el escenario y que alguien se me acerque a preguntar si estoy de prácticas o si soy de producción, etc. De entrada no dan por sentado que soy quien va a sonorizar su concierto a pesar de que me vean con material de sonido entre mis manos. Así que sí, la gente se sorprende al ver una mujer como técnico de sonido".

Siguiendo con esta "tipificación sexual" del trabajo, Agnès Antón sostiene: "Cuando estoy levantando monitores, moviendo alguna tarima o algo pesado, se me acercan para mostrar su voluntad de ayudar y mi respuesta es siempre que no hace falta, si necesito ayuda con algo no tengo ningún problema en pedirlo".

Esta es una experiencia que comparte con su compañera de sala y artista visual Xarlene, encargada de los visuales de Nitsa. "Sí que notas las típicas cosas como que no te dejen hacer ciertos trabajos de 'riesgo', que den por supuesto que no podrás levantar algo que pesa mucho, etc. En Nitsa hay bastantes mujeres trabajando para ser un club. Desde perfiles técnicos, pasando por logísticos, de producción e incluso hay un par de mujeres en seguridad… Pero siempre seguirán habiendo clichés en este mundo. Es triste que aún se distinga a una mujer DJ de un hombre. Por ejemplo, cuando es una mujer la que está en la cabina, siempre acabas oyendo algún comentario sobre su ropa, su peinado, si ha engordado o si ahora va teñida de rubio… Eso no sucede cuando es el hombre quien está en la cabina".

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Ylia Beat

Hace algunos días, Serena Williams publicaba una carta dedicada a las mujeres en la que decía "la gente me califica como 'una de las mejores deportistas femeninas del mundo'. Deberíamos ser juzgados por nuestros logros, no por nuestro género". Esto es precisamente lo que reclaman las artistas musicales. Vanilla Killer, zaragozana y abanderada de otro estilo musical en el que abundan los hombres como es el footwork, afirma que "en la escena que me muevo hay un 90 % de hombres y un 10 % de mujeres, aunque personalmente he de decir que mi experiencia con el público femenino siempre ha sido muy buena; siempre me he sentido muy valorada por las mujeres. Me gusta que se valore mi trabajo de la misma manera en la que se valora el de un hombre, en todos los sentidos". De la misma forma, la catalana Awwz reivindica que la importancia recaiga en la música y no en el género. "En cuanto al tema de los clichés… yo no me siento estereotipada y en mi caso, nunca he pretendido estar en una cabina por el hecho de ser mujer, siempre pienso que lo que tiene que hablar es la música".

En términos de valoración hay un elemento con el que la mujer sigue en conflicto: el hecho de que se tenga en cuenta su aspecto físico por encima de su trabajo. Ms Von Disko dice: "Creo que como en todos los aspectos de la vida a una mujer se le va a juzgar más por su aspecto físico, aunque como en otros casos, creo que aquí más que una ventaja es un hándicap ya que probablemente a una mujer muy guapa se le va a cuestionar más su trabajo y va a tener que demostrar mucho más por el simple hecho de ser guapa".

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Uno de los nombres internacionales que más críticas ha despertado en este sentido ha sido el de Nina Kraviz; cuando preguntamos a Paula Cazenave por esa imagen de Kraviz que suele ser tildada de "hiper-sexual", contesta: "precisamente Nina actualmente no está explotando esa faceta sensual como lo hizo en el pasado, aunque su belleza es evidente y quizás uno de los motivos por los que el público empezó a fijarse en ella en sus comienzos puede haber sido éste. Pero luego depende de la calidad del producto que ese artista llegue a la élite y se mantenga, y en este caso se está manteniendo muy bien. Hay muchas artistas que explotan esa faceta y les funciona pero no sé cuánto les durará el chollo si su producto es mediocre. Opino lo mismo de los hombres, ya que la sexualidad se explota en ambos géneros, no tanto en el techno pero sí en otros estilos más comerciales".

Hace mucho tiempo que no entro en un club y pienso: 'campo de nabos', lo cual es muy positivo

Dentro del papel de las mujeres en el club hay partes que están cambiando, como ya se ha señalado anteriormente; también el número de mujeres en la pista de baile, aunque la insistencia y el "acoso" de los hombres al género femenino continúe prácticamente en las mismas. Explica Mónica Franco: "Hace mucho tiempo que no entro en un club y pienso: 'campo de nabos', lo cual es muy positivo. Tengo la sensación de que las que ahora están en sus veinte tienen mucho más claro cómo pasárselo bien una noche de baile y club y están mucho más concienciadas de que los límites siempre los han de establecer ellas mismas".

La de Brrrrrap continúa: "Creo que siempre hemos sido la mitad en la pista de baile. Donde no ha habido paridad quizás sea en la gerencia de esos clubes o en la gestión de esos colectivos, aunque la cosa va revirtiendo y, en la práctica, se nota. Sin entrar en el tema baboseo, pongo otro ejemplo que determina la experiencia del club desde nuestro punto de vista: los baños de mujeres. ¿Cuántos están acondicionados desde el punto de vista femenino? ¿Cuántos clubs se preocupan por que haya papel toda la noche o un dispensador de tampones o preservativos? ¿Cuántos tienen la deferencia de poner un colgador en la puerta para no tener que sujetar el bolso con los dientes mientras procedes?".

"Las fiestas donde la mujer tiene otro 'rol' dentro de la pista de baile y es vista desde una posición de poder de igual a igual son las fiestas homosexuales", argumenta Agnès Antón. "En todas las otras, se percibe la posición de poder del género masculino —género opresor— hacia el género femenino —género oprimido— cuando interactúan socialmente entre sí y también en la estética de ambos géneros. En la pista de baile se reflejan los valores de la sociedad patriarcal donde la mujer es sexualizada por el hombre, convirtiéndola en objeto de deseo y posesión".

La responsabilidad de cambiar los roles y estereotipos tradicionales en cuanto a los trabajos vinculados a la música electrónica, como ocurre en todo lo demás, pasa por la tarea colectiva y la concienciación individual. Como dice DJ Ches, "presencia femenina siempre ha existido y siempre existirá, que sea más o menos visible también tendrá que ver con promotores, programadores, mass media… que tienen incrustado ese chip de creencias sociales trasnochadas y que a la vez tienen un gran poder sobre la opinión publica".