FYI.

This story is over 5 years old.

Identidad

Olvida el calendario gregoriano: organízate la vida en base a tu ciclo menstrual

La pedagoga menstrual Erika Irusta nos ha ayudado a hacer esta Biblia para aprender a conocernos mejor y organizarnos según nuestras necesidades y posibilidades.
Imagen vía Instagram @menstrual.blood

Calambres, dolores de cabeza, pinchazos en los ovarios, hinchazón de piernas, mala circulación, tetas sensibles, lumbares hechas polvo y hasta diarrea. La regla, vivida así, puede ser una auténtica tortura. Para ser algo que vivimos la mitad de la población mundial se buscan pocas soluciones al malestar que padecemos millones de mujeres menstruantes una o varias veces al mes.

Sin embargo, ni la psicoterapeuta y coach de liderazgo femenino Alexandra Pope, ni la pedagoga menstrual Erika Irusta piensan que nuestra regla deba ser vivida y sufrida como un calvario. Ambas educan a miles de mujeres desde sus comunidades web —The Red School y El camino Rubí respectivamente—, a tener mejores ciclos.

Publicidad

Alexandra Pope montó unos talleres en Reino Unido para explicar cómo funcionamos mejor en el trabajo según en la fase del ciclo que estemos. Su objetivo es conseguir que podamos descansar en aquellas fases en las que nos encontremos más bajitas de energía y tanto las mujeres como las empresas salgan fortalecidas con esta nueva organización.

De lo que se trata es que cojamos el hábito de llevar un diario personal y vayamos apuntando los cambios que notemos

Hablamos con Erika Irusta, también escritora e investigadora, para poder hacer esta Biblia para aprender a conocernos mejor y organizarnos según nuestras necesidades y posibilidades. ¿No tiene mucho más sentido esto que seguir a rajatabla un calendario impuesto por el Papa Gregorio XIII hace ya más de 500 años? Empezar por entender la bioquímica de nuestros cuerpos y el contexto en el que vivimos es fundamental para poder adecuar mejor nuestros ritmos biológicos a nuestras vidas.

Cocktail de hormonas

Es importante conocer bien nuestras hormonas porque son también responsables de nuestro comportamiento. En el caso de las mujeres, hay dos tipos de hormonas principales a lo largo de todo el ciclo: la progesterona y el estradiol (un tipo de estrógeno).

El estradiol es el responsable de bañar nuestro cerebro durante la fase folicular que comprende nuestra menstruación y la preovulatoria, nos carga las pilas de energía y nos ayuda a estar más activas. Es el responsable de que pensemos 'puedo con todo'. La progesterona comienza a aparecer en cuanto empezamos a ovular y nos acompaña durante toda la fase premenstrual haciéndonos bajar las revoluciones, ir un poco más lentas y estar más sensibles o receptivas.

Publicidad

Imagen vía Instagram @menstrual.blood

Cada mujer es diferente

No es lo mismo menstruar en tribus matriarcales donde no pierden el contacto con la naturaleza siguiendo mejor sus ritmos, pero donde tampoco tienen acceso a medicamentos que pueden ayudar en caso de anomalías; que ser mujer menstruante y trabajadora en occidente donde estamos atadas a unos ritmos y presiones sociales que convierten la regla en un tema tabú y vergonzante.

Además de las diferencias étnicas y culturales, hemos de añadir las de carácter pragmático: ¿autónoma o asalariada? ¿Se ostenta algún cargo de responsabilidad político o laboral? ¿Hay animales, niños o mayores a nuestro cuidado? ¿Con independencia económica o bajo el paraguas de la precariedad? ¿Viviendo en el campo o en la ciudad? ¿Trabajo intelectual o físico? ¿Familia convencional, relación de pareja, soltera, poliamorosa? Cada una, se organizará en base a estos parámetros y, como indica Erika Irusta en su blog también tenemos nuestras preferencias de fase según nuestro tipo de personalidad. Incluso la orientación sexual de algunas mujeres fluctúa según la fase del ciclo en el que estén.

No es lo mismo menstruar en tribus matriarcales que ser mujer menstruante y trabajadora en occidente

"El problema del animal humano es que está en una cultura perniciosa que niega su animalidad" asevera Irusta. No nos conocemos lo suficiente. De lo que se trata es que cojamos el hábito de llevar un diario personal y vayamos apuntando los cambios que notemos; que negociemos con nosotras mismas atendiendo a nuestras preferencias y que tengamos muy claro, que aunque seamos cuatro mujeres en una, todas buscamos lo mismo: nuestro bienestar.

Publicidad

Cuatro fases, muchas posibilidades

La primera fase del ciclo debería ser la menstruación pero, para facilitar la comprensión y hacer alusión a esa metáfora arquetípica de las estaciones del año inspirada en el trabajo de la facilitadora menstrual británica Miranda Gray, Erika comienza por explicarnos la fase preovulatoria.

La preovulatoria o Virginia Woolf

En esta segunda parte de la fase folicular (menstruación + preovulatoria) tenemos unas ganas de comernos el mundo brutales. Sería la primavera, en esa referencia metafórica de Gray.

Está caracterizada por fuertes picos de actividad y una sensación de no querer parar brutal. Es la más productiva ya que tenemos nuestra capacidad intelectual y racional más avanzada. "Desde nuestra cultura es una fase deseada: es activa, independiente, tiene mucha capacidad de desarrollar un discurso locuaz. Si tienes un trabajo que es más intelectual, lo vas a desarrollar mucho más rápido. Eres una lince de los pequeños detalles." dice Irusta.

Todos los ciclos tienen su lado menos positivo, y la preovulatoria es la más adolescente. Dice Erika: "Tiene esta parte que es muy rebelde. Hacer lo que le sale del coño. Trabajar en grupo es complicado, todo el mundo te parece torpe, lento, etc. Trabajas muy bien de manera autónoma. Da esa seguridad y este punto de autonomía. Tiene la parte de la frustración de que una mujer tan autónoma o 'masculina' no es aceptada, primero por una misma."

Publicidad

Por eso necesitamos un cuarto propio, como dice la Woolf.

Recomendaciones:

● Si tienes que hacer trabajo físico, este es tu mejor momento. Si por el contrario llevas una vida más sedentaria, aprovecha para hacer deporte y estar más activa. Mejorarás las sinapsis entre tus neuronas, quemarás energía y generarás más endorfinas.

● Aprovecha para organizar tu mes y hacer aquellas tareas que te dan más pereza: gestiones administrativas, limpieza, redactar informes, etc.

● Aplaza los compromisos sociales para la siguiente fase (la ovulatoria) donde estarás más sociable y receptiva. Date espacio para ti.

● Limita reuniones y saca el máximo de trabajo adelante tú sola.

● Si puedes, pilla ayuda en casa o en tu entorno para todos los temas que tengan que ver con los cuidados.

Foto vía Instagram @menstrual.blood

La ovulatoria o Marilyn Monroe

Llega el verano a nuestros cuerpos.

Erika lo define como ese "sentimiento de terraceo, de estar con una cerveza en una terraza". En esta fase estamos muy sociables, muy comunicadoras, con un instinto devorador gigante. Intelectualmente tampoco tenemos muchas ganas de ponernos a pensar o a escribir. Nos apetece querer, cuidar, follar, reír, bailar, vivir. Es la más procastinadora a ojos de la sociedad pero eso también tiene sus ventajas. " Es la cara A lo aceptado: se ocupa de la gente, es conciliadora, pizpireta. La cara B invita a todo el mundo a tu cuarto propio y como te dejes a gente antes de la premenstrual, va a llegar la mala leche y los vas a echar."

Publicidad

Recomendaciones:

● Organiza reuniones de trabajo, quedadas personales, la visita esa que tanta pereza te da, etc. en esta fase, estarás más receptiva. Es la ocasión perfecta si tienes que sacar trabajo adelante en equipo, dar charlas o hacer networking.

● Saca tu faceta más negociadora y de persona capaz de resolver conflictos. Aquí tienes las herramientas necesarias para poder conciliar y mediar en aquellas situaciones que requieran de tus habilidades.

● Eres una bomba sexual. Aprovecha para hacer las cosas que más te apetezcan con quien quieras.

● Es el momento ideal del mes para pedir un préstamo en el banco, un aumento de sueldo o renegociar las condiciones de tu paga con un cliente. También para programar redes sociales si trabajas con ellas. Hay muchas apps que te permiten organizarte el mes y poder programar los contenidos con antelación.

● Tienes el sentido estético afilado. Bien sea para vestirte como quieras y salir a devorar el mundo o darle una vuelta a la decoración de tu casa o de tu despacho.

Foto vía Instagram @menstrual.blood

La premenstrual o Maléfica

Cómo será de polémica esta fase que tenemos hasta denominación de origen propia: 'Síndrome Premenstrual'. Asociada a esos dolores típicos, son estos los que afloran cuando en el resto del ciclo no nos hemos permitido ser, no hemos comido bien, hemos cedido demasiado a los deseos de los demás… entonces, si no hemos sabido ser asertivas y pedir las cosas bien, llega esa agresividad que caracteriza a la premen. Es quien pone los límites. Erika la define como: "La niña que nadie quiere de las rodillas peladas y los mocos en la cara."

La parte positiva, explica Erika es que: "Es muy brutal. El cerebro no está para aplicar las normas del sistema, busca otros caminos de expresión. Es una fase muy corporal. Es un poco cuerpo ballena, tiene un lenguaje propio: una manera diferente de comunicarse. Hilaria el mundo del inconsciente y subconsciente. Es muy de las profundidades, muy abisal." Nuestra premen, tanto que la odiamos, es precisamente quien más nos defiende de los demás. La que, harta de aguantar tanto, dice: 'hasta aquí'.

Publicidad

Recomendaciones:

● Las actividades físicas te van a costar más pero necesitamos las endorfinas del deporte. Haz ejercicio moviéndote desde el placer y no desde la parte competitiva. Elige lo que más te guste para poder cogerlo con muchas ganas. Si haces esto en la premen, cuando tengas la regla te sentirás mejor físicamente también.

● Haz una lista de cosas que no aguantas en todos los aspectos de tu vida. Pon los límites. En el trabajo: ¿qué funciones no me competen? En casa: ¿qué cosas no quiero hacer? Con tus relaciones: ¿hasta qué punto y cómo me doy a las demás? Es ese momento maravilloso del mes de hacer un ejercicio de honestidad contigo misma y deshacerte de gente y comportamientos tóxicos.

La menstrual o Frida Khalo

Winter is coming… ahora toca bajar las revoluciones, ralentizar el ritmo que hemos estado llevando durante el resto de las fases del ciclo. Estamos expulsando el endometrio, ¿os imagináis que nos dieran baja laboral por tamaña hazaña? Si fuesen los tíos seguro que el sistema de librar 4 o 6 días al mes seguidos ya estaría implementado.

Erika dice: "Varía mucho de cómo hayamos vivido el resto del ciclo, todas las mujeres tenemos un cócktail de hormonas propio. Cada una tiene que hacer ese trabajo de conocerse a si misma. Todo lo que tenemos dentro se puede ordenar y leer de una manera que nos beneficie a nosotras. Los últimos días de la premenstrual notamos que el cerebro está en pelotas, estamos súper sensibles y la progesterona ya ha caído. Vivir con la piel vuelta en un mundo tan hostil, es súper duro. Es como la liberación, la calma de después de la tormenta. Como autónoma trato de no trabajar, de descansar porque sino luego en el resto de fases voy a acumular mucha más tensión, dolores, etc."

Recomendaciones

● Toca vigilar mucho el descanso y gestionar bien el gasto de energía. Si no puedes cogerte varios días libres, intenta pactar contigo un par de horas al día para descansar: pies en alto, masajes, baños, videos de gatitos en internet…

● Tienes la sensibilidad a flor de piel, nutre esos aspectos al máximo: hartate de arte, de música que te guste, del mejor cine, coge esos libros pendientes, etc. Si haces activismo, cuidado con todo lo que te expones. Intenta verlo todo desde la parte positiva de los movimientos sociales o puedes quemarte con mucha más facilidad.

● Dale rienda suelta a tu creatividad y a tu sabiduría. La fase menstrual es especialmente hábil para la resolución de problemas.

Por último, las dos recomendaciones estrella de Erika son: conocer tu ciclo menstrual no te va a solucionar la vida, pero esperamos que al menos te la facilite un poco más. Y, si tienes alguna decisión vital importante que tomar, espérate al menos un ciclo completo y hazte la misma pregunta cuatro veces: ¿qué contestan cada de una de las diferentes mujeres que eres?