Personas explican por qué volvieron con sus ex

La primera vez que lo dejé con mi exnovio fue después de enterarme —tras mirar su Facebook— de que me había puesto los cuernos. En vez de romper nuestra relación para siempre, continuamos quedando de vez en cuando para follar y al cabo de seis meses o así volvimos a "hacernos novios" hasta que me puso los cuernos de nuevo Esta vez parecía la definitiva: se había follado a una tía asquerosa y yo me había enterado porque tenía fotos de ella en una cámara digital que yo le había prestado. Pero no. Después de eso estuvimos otra vez unos meses quedando para follar. Sí, soy así de pringada. No sé, el tío vivía solo en una casa gigante, compartíamos la custodia de un perro y el sexo estaba bien. Al final él se echó una novia y dejamos de vernos. Supongo que es lo mejor que me podía haber pasado.

Yo rompí con mi ex por la misma razón que un tercio de los jóvenes de este país: me fui de Erasmus. Aunque los motivos venían de más atrás, la libertad y el horizonte idílico de un año en el extranjero me animaron a dar el paso hacia la soltería. Pero como era de esperar, la vuelta a mi vida normal no era tan emocionante ni desenfrenada como en el Erasmus, así que empecé a echar de menos dormir abrazada a alguien que me quiere y que ese alguien te vea guapa aunque estés sin depilar y con el pijama por dentro de los calcetines. Total, que volví con él. A día de hoy no sé si por aquel entonces seguía enamorado de mí, pero si lo estaba, os aseguro que el rencor y el resentimiento eclipsaban todo el amor. Durante un año estuvo echándome en cara todo el daño que le había hecho y vengándose fría y lentamente de mí. Así que si hay que seguir algún consejo tópico en esta vida, es el de 'nunca te acuestes con un ex'.

Cuando mi ex y yo rompimos por primera vez, en vez de rehacer mi vida, decidí apostar más fuerte por nuestra relación, y rápidamente me vi atrapada en la misma rutina tóxica. Él se mudó a Estocolmo tres meses más tarde. Quizás por eso pudimos seguir estando juntos después de romper. Es raro, pero lo recuerdo como la mejor época de mi vida —cuando estábamos juntos pero él no vivía en la misma ciudad.

Mi madre tenía un novio que iba a bachillerato. Estuvieron juntos durante unos años, pero al final ella lo dejó porque no quería tener una relación seria con alguien tan joven. Pero siempre hablaba de él. Siguieron en contacto, pero con el tiempo ambos se casaron y tuvieron hijos. Tras 30 años de matrimonio, mis padres se divorciaron. El ex de mi madre —el de bachillerato— también se divorció. Él le dijo que había estado enamorado de ella desde los 14 años, ¡y decidieron volver! Llevan juntos 10 años.

Las recaídas están ahí para recordarte QUE HICISTE LO CORRECTO, que nunca hay que volver atrás por mucho que, de repente, proyectes una vida feliz. Los dos con trabajos geniales e hijos talentosísimos y bilingües. Así lo proyectaba yo, porque él era medio americano y durante un tiempo nos habíamos querido mucho. Pero luego ya no. Lo dejé cuando me di cuenta que me daba pereza ir a visitarlo. Él se deprimió bastante. Al cabo de seis meses, yo estaba desolada viendo como a él le iban bien las cosas y colgaba sus canciones en Facebook y aparecía en fotos más guapo de lo habitual. Nos encontramos una noche en un concierto y los dos estábamos muy espléndidos como con un cartel que anunciaba con lucecillas: "Sí, las cosas me van bien". Estuvimos hablando hasta tarde en tono de exnovios y luego fuimos a su casa. Y la cosa fue normal. A la mañana siguiente, mientras me iba, él me dijo "mejor vete rápido que mis compañeros de piso no te pueden ver". Ahí me di cuenta de que nada tenía demasiado sentido. Bajé con la cabeza agachada –sintiendo El Vacío– y luego me fui a desayunar.

Mi novio y yo llevábamos un año viviendo juntos y yo me sentía la persona más desgraciada del mundo. Por fin tuve los ovarios para acabar con la relación. Tuvimos una conversación adulta sobre cuál iba a ser nuestro futuro. Decidimos que yo me quedaría en el piso, buscaría un nuevo inquilino, y él se marcharía. Yo me quedé en casa de unas amigas mientras él se quedaba en casa buscando un sitio nuevo en el que vivir. Después de tres días sin hablar, volví a casa por la noche y follamos como animales. Fue el mejor sexo de mi vida. Por la mañana decidí que no quería romper con él. Dos meses más tarde, él me dejó. Al final él fue quien se quedó el piso porque encontró con quién compartir antes que yo.

Fui el otro novio de una chica durante una temporada demasiado larga. Lo dejábamos y volvíamos cada poco, estábamos bastante enganchados. Fueron hasta cuatro años de idas y venidas, y los dos tuvimos otras parejas entre una vuelta y otra. Coincidíamos un par de días seguidos y ya estábamos escapándonos de cualquier bar o concierto. En esos reencuentros, ella nunca dejaba a sus novios pero yo sí. Si la veía un par de días, chao. Al cabo de unas semanas se acababa otra vez y me sentía un poco idiota pero repetí y repetí. El día más absurdo, una recaída mientras me enseñaba los discos que todavía no se había llevado su recién exnovio. Ahí empezamos a "salir" por primera vez después de todo ese tiempo. Al cabo de un mes de relación real de novios lo dejamos para siempre.

Cuando iba a la universidad tenía un novio que era la hostia, pero me dejó porque me fui a estudiar al extranjero. Con el tiempo conocí a alguien mientras estaba estudiando fuera, y decidí seguir con esa persona al volver a mi país. Mi ex llevaba mucho tiempo insistiendo en volver conmigo, pero por aquél entonces yo solo quería ser su amiga. Al final, se mudó a Berlín y se echó novia. Entonces era yo la que quería volver con él. Después él volvió a casa, y yo tenía novio, y él quería volver conmigo. Un par de años más tarde, mi ex se mudó a Nueva York. Cuando fui a visitarle, me dijo que siempre había estado enamorado de mí y que sabía que estábamos destinado a estar juntos cuando tuviéramos 35 años y fuéramos personas divorciadas y con hijos. Después de eso, dejó de decirme que me quería, pero a día de hoy sigo queriendo estar con él. Actualmente él tiene novia —probablemente la persona con la que se casará y tendrá hijos y de la que se divorciará cuando tenga 35 años para poder estar conmigo. En fin, seguiré esperando.

* Hemos cambiado todos los nombres.