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Identidad

Tu dolor no es real: así discriminan los médicos a las mujeres

Por culpa de mitos sexistas sobre la salud y el dolor, las mujeres tenemos más difícil obtener diagnósticos y tratamientos adecuados para enfermedades graves.
Photo by Inuk Studio via Stocksy

Mientras que cada vez parece más complicado que las mujeres podamos acceder a una buena atención sanitaria, es posible que no nos demos cuenta de que los médicos podrían estar entorpeciendo nuestra atención médica tanto como las nuevas políticas conservadoras.

"Por desgracia, se toma con frecuencia menos en serio a las mujeres que a los hombres en lo relativo al dolor", explicó a Broadly la Dra. Jennifer Wider, célebre experta en salud femenina y portavoz de la Sociedad para la Investigación de la Salud de las Mujeres. "Los estudios demuestran que los médicos, independientemente de su género, tienden a tratar peor a las pacientes femeninas y a tardar más en administrar medicación a las mujeres". Un estudio publicado en 2001 en el Journal of Law, Medicine & Ethics (Diario de legislación, medicina y ética) mostró que los médicos con frecuencia creen erróneamente que las mujeres tienen "una capacidad natural para soportar el dolor" y poseen más mecanismos para sobrellevarlo gracias a las tensiones del parto. Otro estudio, esta vez del Instituto Nacional Norteamericano de Salud, también mostró que las mujeres tienden a esperar más tiempo que los hombres cuando están recibiendo fármacos para el dolor en las salas de urgencias. Según ese mismo estudio, las mujeres presentan entre un 13 y un 25 por ciento menos de probabilidades de recibir opiáceos cuando están padeciendo dolor.

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La mayoría de mujeres jóvenes han debido enfrentarse alguna vez a la visión estereotipada que tienen los médicos de las mujeres. La primera vez que noté que un profesional de la medicina no se estaba tomando en serio mi dolor fue cuando visité a un médico de atención primaria porque se me había reventado un quiste ovárico. Otros médicos antes que él me habían recetado el tipo de analgésico que tirarías por el retrete después de que el dolor hubiera remitido, pero este nuevo médico (a quien era imposible que se le hubiera reventado un quiste ovárico jamás en su vida) me dedicó una sonrisa condescendiente cuando le pedí medicación. "No es que me encante recetar analgésicos para este tipo de cosas", me dijo. "¿Has probado la meditación para manejar el dolor?".

Y no estoy sola en mi experiencia. El dolor menstrual y reproductivo se suele tratar con deficiencia y no se destinan fondos suficientes a su estudio. Según una investigación de ResearchGate, los estudios científicos sobre disfunción eréctil quintuplican el número de estudios que se realizan sobre el síndrome premenstrual (SPM), aunque solo el 19 por ciento de los hombres indica haber sufrido disfunción eréctil en algún momento de su vida frente al 90 por ciento de mujeres que han experimentado síntomas de SPM. El estudio de 2001 también demostró que el dolor de las mujeres tiene más probabilidades de ser percibido como "emocional" o "psicogénico" en lugar de considerarse que está provocado por factores biológicos.

Una mujer con la que hablé llamada Inga, que me habló desde el anonimato, sufría de dolores persistentes en la mandíbula. Su dentista (una mujer) le preguntaba constantemente acerca del estrés que sufría en su vida y su diagnóstico fue trastorno de la articulación temporomandibular (TATM) provocado por ansiedad. Inga intentó tratarlo durante años, pero todos sus intentos fallaron. Finalmente, le hicieron una radiografía y descubrieron que había un fragmento de muela del juicio atrapado en la mandíbula. Los diagnósticos erróneos ―que los problemas están relacionados con el estrés en lugar de estar provocados por otros factores― pueden desembocar en años de tratamientos erróneos. "Los estereotipos sexistas han existido en la medicina durante siglos", afirma la Dra. Wider.

¿Otro motivo por el que los médicos podrían estar diagnosticando erróneamente a sus pacientes femeninas? Un estudio llevado a cabo en 2010 por el diario Cardiovascular Quality and Outcomes (Calidad y resultados cardiovasculares) descubrió que las directrices para prevenir las enfermedades cardiovasculares en las mujeres procedían de ensayos en los que solo el 34 por ciento de los participantes habían sido mujeres. Diversas investigaciones han descubierto también que los estudiantes y residentes de medicina son más propensos a diagnosticar erróneamente a las mujeres que presentan síntomas de enfermedad cardíaca coronaria ―deduciendo que lo que padecen es estrés― que a los hombres que sufren de los mismos síntomas si el paciente expresa sentimientos de ansiedad.

Más allá de la dificultad de conseguir que sus problemas de salud se diagnostiquen correctamente, muchas mujeres experimentan problemas que radican en la actitud de los médicos. Una mujer llamada Beth pasó todo un verano con un agonizante dolor en el estómago, haciendo frecuentes visitas a varios médicos, incluyendo un gastroenterólogo que repetidamente le dijo que simplemente tenía acidez. "Lloraba porque me dolía muchísimo y era incapaz de comer alimentos sólidos", explica Beth. "Y cuando me vio llorando me preguntó '¿Qué tal va tu vida familiar?' en el tono más condescendiente que jamás hubiera escuchado usar a un médico". Insatisfecha con su diagnóstico, Beth insistió a su médico para que le programara un TAC, que finalmente mostró que tenía un tumor.

¿Cómo pueden las mujeres defenderse mejor frente a un mundo de profesionales médicos que podrían no tomarlas en serio? Aunque sin duda es preciso liberar a los médicos de los mitos sexistas sobre la salud y el dolor de las mujeres, la Dra. Wilder también cree que es necesario que las mujeres se empoderen, alcen la voz y se aseguren de que se les escucha. "Especialmente si están sufriendo mucho dolor, deben hacerse oír inmediatamente".