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Identidad

'Si tienes que ver, verás': una tarde en el bosque con un gremio de brujos

El Gremi de l'Art es una plataforma dedicada a la investigación de las tradiciones mágicas de la Península Ibérica. Pasamos una tarde en el bosque con ellos para intentar entender qué hay al otro lado.
Fotografía de Andrea Huls

Concubinas del diablo, devoradoras de niños que acudían a aquelarres sobre sus escobas y conjuraban maldiciones para estropear las cosechas de sus vecinos, o alegres ninfas en cueros que corretean por el bosque con una corona de flores invocando a diosas de la fertilidad. Pasada por el tamiz de la historia, el cine y la literatura, la Brujería tradicional ha llegado a nuestros días como parte de un folclore sesgado, cuyos protagonistas se resistían a abandonar cultos paganos tan antiguos como nuestro mundo. No obstante, la magia sigue viva porque, como dicen sus practicantes, no fue el hombre quien la inventó, sino que circula a través de las venas del territorio. Y sólo aquellos que perseveran y trabajan son capaces todavía hoy de comunicarse con los espíritus que hay al otro lado.

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"No eres el ombligo del mundo. No podemos explicarte cómo, pero si tienes que ver, verás", explican a Broadly. Nos hemos internado en el jardín botánico de Barcelona siguiendo a los seis miembros que fundaron hace menos de un año el Gremi de l'Art, una plataforma dedicada a la investigación de las tradiciones mágicas de la Península Ibérica; guardianes y buscadores de un conocimiento ancestral que se descubre en conexión con los espíritus de la tierra. "No somos solamente un gremio de historiadores y folcloristas, sino que también hay practicantes de magia. Creamos el Gremi como un grupo de estudio, un fondo de pensamiento mágico en el que recoger las experiencias de quienes transitan caminos ocultos ligados al territorio, pero dado que estos saberes antiguos están dormidos, la única forma de poder recuperarlos es a través del compromiso, el estudio y, por supuesto, la experiencia directa".

Quién sabe si existe un dios, y en el caso de que lo tengas "¡es tan titánico que ni siquiera le importas!

Bucear en el folclore y en tratados de magia es un primer paso, pero nadie puede conectar con lo Desconocido a menos que se atreva a traspasar el límite de la palabra escrita y llevarlo a la práctica. Y para ello es esencial quebrantar ciertos tabús.

Ni alta ni baja, ni blanca ni negra, ni de la mano derecha ni de la izquierda. Para el Gremi de l'Art la Brujería carece de ética y moral más allá de la de sus propios practicantes. "Vivimos en un sistema dualista de buenos contra malos, de demonios contra ángeles, pero nosotros estamos reconectando con algo más antiguo que la civilización; somos más amigos del caos que del orden", cuentan sus miembros.

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Algunas prácticas de la Brujería tradicional han sido vistas durante siglos como heréticas o contrarias, como el contacto con la muerte o lanzar maldiciones. "¿Quién ha dicho que tenemos que poner la otra mejilla? Todo eso de que si haces un mal a alguien se te retornará forma parte del pensamiento judeo-cristiano", afirman. No ceñirse a la creencia en un dios bueno que recompensa sus acciones es una premisa básica para adentrarse en el camino, porque, quién sabe si existe un dios, y en el caso de que lo tengas "¡es tan titánico que ni siquiera le importas!".

Durante la Edad Media se le asoció con el Maligno, una divinidad que presidía los aquelarres que con tanto ahínco persiguieron los inquisidores y que tenía sus precedentes en cultos mistéricos de la antigüedad, cuyos dioses compartían algunos aspectos con el Macho Cabrío.

Fotografía de Andrea Huls

Los practicantes de Brujería hablan de su Maestro con respeto y sin ningún temor; él es el iniciador del practicante del Arte. Pero, ¿también es el diablo?

"¿Y por qué no? Para algunos de nosotros sí lo es. Justamente esa es la ruptura del tabú de la que hablamos, porque con poco que investigues en el folclore encontrarás pistas, relatos que debes leer entrelíneas y en los que descubres una figura muy diferente a la del diablo cristiano. Pero si la gente prefiere creer que es un ser malvado y que arderá en el infierno por toda la eternidad, por nosotros perfecto. El miedo es la mejor criba", explica el Gremi de l'Art. No obstante, aseguran que transgredir ese tabú, quizás el mayor de todos, vale la pena. Aunque no haya ninguna garantía de que habiéndose internado en la senda de la Brujería y escuchado sus señales, tal entidad vaya a querer establecer contacto contigo para descubrirte sus misterios."Hay muchos maestros y espíritus. Puedes investigar una figura en concreto y luego que se te manifieste otra, y debes tratarla con devoción y respeto, y hacerle ofrendas", cuentan. Porque el camino de la brujería es largo, solitario, con pruebas personales y espirituales a las que uno debe someterse y que muchas veces resultan peligrosas, e incluso mortales si, como sus practicantes dicen, no se utiliza el sentido común.

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Uno de los atajos más rápidos para establecer contacto con lo Desconocido es lo que se dio llamar 'el vuelo de las brujas' o 'vuelo del espíritu', una práctica mágica tradicional que nada tiene que ver con escobas voladoras, sino con el acceso a un estado alterado de conciencia que se ha realizado desde tiempos inmemoriales por medio del ayuno, el control de la respiración, los cánticos, los bailes, la privación del movimiento o la ingesta de plantas alucinógenas, como el estramonio, la mandrágora o la amanitas; aunque de no ser todo lo cautelosos que debiéramos y no haber estudiado la planta antes de iniciar nuestro "vuelo", quizás ni siquiera lleguemos a lamentarlo.

Vivimos en un sistema dualista de buenos contra malos, de demonios contra ángeles, pero nosotros estamos reconectando con algo más antiguo que la civilización; somos más amigos del caos que del orden

La Brujería, al menos tal y como la conciben, no es democrática, no todo el mundo puede ejercer el Arte y nada importa que tu bisabuela fuera hechicera. El brujo, insisten, nace. Quien está predestinado a iniciarse en el camino recibe señales, a veces en forma de sueños, vivencias o ideas recurrentes que te acompañan desde niño. Uno puede abrazarlo o no, ambas elecciones tienen consecuencias. "Algunas personas incluso se sienten enfermas hasta que no deciden cruzar la puerta", advierten.

Si crees haber sentido la llamada y no sabes cómo iniciarte en el Arte de la Brujería, atiende a estos consejos: no confíes en los gurús que prometen guiarte en el camino, tú intuición es lo único que cuenta; encuentra un territorio con el que conectes espiritualmente, como el lugar del que provienen tus ancestros, un bosque, un cruce de caminos o el mar; estudia el folclore y atrévete a experimentar; sé muy reflexivo y cuestiónate la realidad y, sobre todo, no tengas miedo (y si lo tienes, ¡supéralo!).

Y si aún tienes dudas, no necesitas ningún poder extrasensorial ni conjuro para acercarte a la web del Gremi de l'Art y consultar su bibliografía. Piensa que el camino de la Brujería es largo y no siempre tus prácticas mágicas te traerán los beneficios que esperabas, pero si estás llamado a recibir una respuesta, tarde o temprano, ocurrirá.