El colectivo femenino que abandera el cine de terror para mujeres

Ya sea como material para torturar en un potro pornográfico o para ser cortadas en cachitos por un camionero psicópata, los papeles de las actrices a menudo están escritos con escaso ingenio (y también con escasa ropa). Incluso existe una teoría que explica el modo en que muchos filmes de terror tratan a las mujeres: la teoría de la última superviviente, o "final girl".

Este término, acuñado por primera vez por la profesora Carol J. Clover en su libro de 1992 Men, Women, and Chainsaws ("Hombres, mujeres y sierras mecánicas"), explica cómo la heroína de las películas de terror —la denominada "final girl"— normalmente cumple con determinados criterios: es sexualmente inalcanzable y pura de corazón. La final girl es la chica que sobrevive a la masacre para poder explicarlo, la que termina con el asesino en serie o con los malos. Conforme los personajes son asesinados uno tras otro, la película se dirige hacia la inevitable confrontación entre la chica y el villano. Ella, por supuesto, vence y salva la vida como recompensa por su rectitud moral. Es frecuente caracterizar el estereotipo de final girl como un personaje cándido y virginal, que sobrevive más bien de milagro (después de pasar un auténtico calvario) que por su destreza heroica frente al malo o los malos. Es frecuente esa imagen aniñada como la de Jamie Lee Curtis, en Halloween.

Hablamos con el colectivo basado en Londres The final Girls, que explica la intersección entre las películas de terror y el feminismo mediante proyecciones y fanzines y tiene como fin reclamar para las mujeres un género tremendamente masculinizado.

BROADLY: Explicadme cómo llegasteis a organizar el colectivo The Final Girls.****
*Olivia Howe:* Anna y yo nos conocemos desde hace años y hemos visto montones de pelis de terror juntas. Siempre comentábamos que muy poca gente habla sobre películas de terror y feminismo, de modo que un sábado por la mañana, a eso de las 9, envié un mensaje a Anna y se nos ocurrió el nombre y la primera película que íbamos a proyectar. Así que pensamos, "Vamos a hacerlo".

El nombre de vuestro colectivo hace referencia a la famosa teoría de Clover…
Anna Bogutskaya: Definitivamente esa fue nuestra inspiración. Hay otras películas que satirizan este mito —como La cabaña en el bosque— y que juegan con la idea de que si una chica tiene sexo en una película de terror, será la primera en morir.

¿Fue importante para vosotras desafiar la idea de que las películas de terror están convencionalmente dirigidas al público masculino?
Bogutskaya: Para nosotras era muy importante crear un espacio para las mujeres que disfrutan del lado más oscuro del cine. Dejando a un lado todos los problemas relacionados con la industria, queríamos crear un espacio divertido para que la gente disfrutara viendo y hablando del género cinematográfico que más le gusta… Especialmente las mujeres. La última película que proyectamos fue Office Killer, de Cindy Sherman. Hay un momento realmente bueno y oscuro en esa película y todo el mundo estalló en carcajadas; es una sensación fantástica cuando puedes compartir eso con el público.

Aunque las películas de terror más progresistas juegan con la idea del mito de la última superviviente, siempre lo hacen de una forma consciente y autorreferencial. ¿Hay algún modo de hacer una película de terror auténticamente feminista que no se haga desde el complejo o la ironía?
Howe: Hay una película de los setenta, Navidades sangrientas, que es una de las primeras películas de cine slash. En ella, la última superviviente dice que quiere abortar y eso va completamente en contra de las características habituales de una película de terror.

¿Tenéis la sensación de que hay algo inherente a las películas de terror que hace que las mujeres puedan sentirse identificadas con ellas? Después de todo, el mundo es un lugar aterrador para las mujeres.
Bogutskaya: Existen películas —La semilla del diablo es un ejemplo perfecto— profundamente enraizadas en las experiencias femeninas. Este filme en concreto trata sobre el miedo a la maternidad y al parto de forma realmente intensa, pero está dirigida por un hombre, escrita por un hombre y basada en una novela cuyo autor es un hombre.
Howe: Hemos hablado mucho acerca de la maternidad como tema general en las películas de terror. Como en Carrie.

En el extremo más radical del género, el denominado "porno de tortura" ha recibido muchas críticas por perpetuar la misoginia. ¿Es imposible disfrutar de películas como Hostel y ser feminista?
Bogutskaya: Yo no llamaría a nadie antifeminista por disfrutar de determinado tipo de películas. Y hay algunas películas de porno de tortura más complicadas, como Al interior, que trata de temas como el embarazo y la maternidad, auténticos traumas femeninos. Pero no es mi subgénero favorito, porque después de un tiempo resulta aburrido. Solo se trata de ver cómo torturan a alguien. Ni siquiera son personajes reales, son figuras destinadas a la destrucción.

¿Qué opináis del estado actual de la industria? ¿Es un buen momento para las cineastas mujeres que hacen películas de terror?
Bogutskaya: Babadook, de Jennifer Kent, posee uno de los personajes femeninos más increíbles del último par de años. A Girl Walks Home Alone Late At Night ("Una chica vuelve a casa caminando sola por la noche") es un western de vampiros iraní dirigido por Ana Lily Amirpour, que introdujo a numerosos fans al cine de autor iraní.

Howe: Somos grandes fans de The Invitation ("La invitación"), de Karyn Kusama. Y también hay algunas películas nuevas muy interesantes que incluyen personajes femeninos muy sólidos, como [la película sobre mujeres caníbales] Raw ("Crudo") o Under the Shadow ("Bajo la sombra"), que tratan sobre la maternidad. Se está estrenando mucho material nuevo y la gente cada vez tiene más presente el hecho de crear personajes femeninos para las mujeres en este género.