Artículo publicado originalmente por VICE Australia.Soy Laura y estoy orgullosa de mi cuerpo, pero no siempre lo he estado.Estar cómodo en tu propia piel es muy difícil. Recuerdo mirarme en un espejo cuando tenía 11 años y detestar la forma en que mi estómago sobresalía de mis jeans. Pero poco a poco, muy paulatinamente, me ha ido gustando cómo me veo, e incluso las partes de mí que la sociedad dice que no deberían gustarme. Aquí están esas partes y cómo he aprendido a amarlas.
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Celulitis
Estrías
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Las estrías vienen en diferentes formas, tamaños, colores y lugares. A pesar de lo que puedas pensar, aparecen en cuerpos de todos los tamaños. Yo tengo muchas. Tengo unas rojas con ligero volumen a lo largo de las curvas de mis caderas, otras translúcidas en la parte superior de los muslos, algunas rojas sin volumen dispersas en la parte interna de los muslos e incluso algunas claras en los senos.Una vez más, traté de ocultarlas. Empecé a usar trajes de baño de una pieza. Empecé a tener más sexo en la oscuridad. Intenté deshacerme de ellas con diferentes cremas, bálsamos y ejercicios. Nunca vi a chicas atractivas exhibiendo sus estrías con orgullo, lo que para mí era el código silencioso de las chicas sexys para expresar "eso no es algo que quieres que la gente vea".Mantuve mis estrías ocultas vergonzosamente, hasta que me di cuenta de que ocultarlas no iba a cambiar nada.
Grasa en la parte baja del abdomen
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Me tomó un momento encontrar una respuesta, ya que, honestamente, estaba sorprendida por su falta de tacto."Ah, no estoy embarazada", terminé por responder.Su pareja se ruborizo de vergüenza y le puso su mano en la rodilla como diciendo, “por favor no digas nada más, solo discúlpate”."Bueno", agregó con desaprobación, "entonces, tal vez estarías más delgada y más guapa si no bebieras tanto".Me alejé de su mesa, temblando de rabia, espanto y vergüenza. Creo que puede haber sido una de las únicas veces que lloré en un lugar de trabajo. Cuando llegué a casa esa noche, me arranqué el vestido y lo tiré.He sido consciente de la grasa en la parte inferior de mi estómago desde siempre. Nos han condicionado a pensar que tener un abdomen "plano" te hace atractiva, y toda mi vida he sido consciente de que no lo tengo así. Ya que soy víctima de la temida hinchazón estomacal y, además, naturalmente también tengo más peso en la parte baja del estómago, he sido dura conmigo misma por mi panza en momentos en que no lo merecía. He elegido mis atuendos en función de cómo se veía mi estómago con ellos puestos, he usado cinturones, blusas sueltas, tacones altos, corsés. Pasé años de mi vida haciendo todo lo que estaba a mi alcance para ocultar la grasa de la parte baja de mi estómago, pensando que me hacía ser menos atractiva. Todavía es algo con lo que yo y, me atrevo a decir, la mayoría de las mujeres luchamos.
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No sé por qué las palabras de esa mujer de mediana edad me afectaron tanto. Supongo que se debió a que era una desconocida que me dijo una "verdad" sobre mi cuerpo que había temido escuchar por largo tiempo.Pero había algo más.Tenía mucho enojo dentro de mí, porque ¿qué derecho tenía ella a asumir cosas sobre mi estilo de vida y mi cuerpo? Asumió que yo estaba embarazada, que era una gran bebedora, haciéndome sentir con ello que no era bonita o flaca (como si esas dos cosas dependieran una de la otra). Luego me di cuenta de que ella representa la razón por la que seguimos luchando con nuestra imagen corporal.Decidí en ese momento que ella se merecía un gran VETE AL DIABLO, al igual que cualquiera que perpetúe la idea de que solo se te permite tener abultado el estómago si estás embarazada.
Grasa en la cadera (o al usar los jeans de tamaño incorrecto: la cadera con forma de panqué)
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Mis caderas fueron una de las últimas cosas en cambiar de forma. Durante la pubertad, me crecieron los senos, mi cintura se definió más, mis muslos engrosaron… pero mis caderas no crecieron hasta mucho después.También son lo que he tardado más en aceptar, porque realmente han modificado mi manera de vestir, desenvolverme sexualmente, caminar y hasta bailar.Ahora me miro al espejo y amo lo que veo. Es como si un día hubiera despertado y me hubiera dado cuenta de que si me sentía bien con mi cuerpo, todas las demás voces no importaban. Fue entonces cuando decidí perseguir mi sueño de toda la vida de convertirme en modelo. Desde que llegué a la pubertad y vi cómo cambiaba drásticamente mi cuerpo, me había desalentado por completo debido a mi talla. Pero con mi confianza renovada, decidí que soy hermosa y única… así que, ¿por qué no puedo ser modelo?¿Y por qué no puedes serlo tú también?Sigue a Laura en Instagram junto, y también a los fotógrafos Charlie Craig Artículo publicado originalmente por VICE Australia.y Mohani Sharma.