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Identidad

Tu gato podría provocarte una enfermedad mental

Un nuevo estudio ha demostrado que las personas con trastornos de ira tienen el doble de probabilidades de haber estado expuestas a un parásito que se encuentra en los gatos. ¿Los amantes de las mascotas de todo el mundo deberían empezar a preocuparse?
Photo by Jovana Rikalo via Stocksy

Las propietarias de gatos tienen muchos problemas de los que preocuparse, incluyendo la lacra de los asesinos en series de gatos y el modo en que su vida sexual puede afectar a sus queridos peludos. Pero es posible que ahora tengan que añadir las infecciones parasitarias a la lista.

Un nuevo estudio publicado en el Journal of Clinical Psychiatry ("Diario de psiquiatría clínica") ha descubierto que las personas que sufren trastornos de ira tienen el doble de probabilidades de haber estado expuestas a un parásito común que se transmite de gatos a humanos.

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La toxoplasmosis es una infección parasitaria relativamente inocua que se transmite a través de las heces de los gatos infectados, del agua contaminada y de la carne poco cocinada. Los gatos son los únicos huéspedes en los que el parásito toxoplasma gondii puede reproducirse, con lo que los huevos del parásito, conocidos como ovoquistes, se liberan a través de las heces de este animal.

Según International Cat Care, entre un 20 % y un 30 % de todos los gatos se infecta con el parásito, aunque solo una minoría muestra signos de la infección, y se calcula que entre un 20 % y un 30 % de todos los habitantes de EE. UU. y el Reino Unido se infectarán en algún momento de su vida.

"Nuestro trabajo sugiere que una infección latente a causa del parásito toxoplasma gondii puede modificar la química cerebral de modo que el riesgo de experimentar comportamientos agresivos aumenta", afirmó el autor del estudio Emil Coccaro, director del departamento de psiquiatría y neurociencia conductual de la Universidad de Chicago.

En un estudio llevado a cabo entre 358 adultos, los investigadores descubrieron que quienes tenían un diagnóstico de trastorno explosivo intermitente —una enfermedad mental vinculada a los brotes de ira como la agresividad al volante— tenían más del doble de probabilidades de dar positivo en un test de exposición a la toxoplasmosis. Los mismos individuos también obtuvieron las puntuaciones más elevadas en los tests de rabia y agresividad.

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Los investigadores afirmaron que es preciso trabajar más en la relación que existe entre la toxoplasmosis y la ira. "La correlación no implica causalidad y esto definitivamente no es un indicativo de que la gente deba deshacerse de sus gatos", afirmó Royce Lee, coautor del estudio y profesor adjunto en la Universidad de Chicago.

"No comprendemos los mecanismos implicados, podría ser una respuesta inflamatoria acrecentada, una modulación cerebral directa causada por el parásito, o incluso una causalidad invertida según la cual las personas agresivas tienden a tener más gatos o a comer más alimentos poco cocinados. Nuestro estudio señala la necesidad de seguir investigando y de obtener más evidencias en humanos".

No es la primera vez que la toxoplasmosis se asocia a los problemas de salud mental en los humanos. Estudios previos han vinculado el parásito con problemas psiquiátricos como el comportamiento suicida, la enfermedad bipolar y la esquizofrenia. El Centro de Control y Prevención de las Enfermedades también aconseja a las mujeres embarazadas que deleguen en otra persona la tarea de cambiar la arena del gato, ya que la toxoplasmosis puede transmitirse al feto y provocar graves problemas de salud como ceguera, epilepsia o retraso mental.

Tu gato te ama y su parásito también. Foto por Mauro Grigollo vía Stocksy

Teniendo en cuenta los inconvenientes potenciales, ¿es momento de que reconsideres tu condición de amante de los gatos? Gudrun Ravetz, vicepresidenta segunda de la Asociación Veterinaria Británica, se manifestó en contra de poner el grito en el cielo.

"Creo que este tipo de estudios destacan la importancia de las precauciones de higiene general", explicó Ravetz a Broadly. "No existe ningún estudio que demuestre que tener un gato incrementa el riesgo de padecer toxoplasmosis. De hecho, la mayoría de las personas la contraen a través de la carne cruda o poco cocinada. Los veterinarios que trabajan con gatos no tienen más probabilidades de infectarse que la población general y eso incluye a personas que no tienen gato".

"Siempre recomendamos una buena higiene personal con cualquier animal. Si estás embarazada, evitar la arena de los gatos es buena idea. Si debes manejar el arenero, utiliza guantes desechables y tíralos inmediatamente después. Lo más importante es que tener una mascota aporta beneficios para la salud y el bienestar que han sido muy bien documentados y eso incluye a los gatos. Pero estos estudios son importantes porque reiteran la importancia de mantener una buena higiene general y de tomar las precauciones necesarias.

Cuando pregunté a algunas propietarias de gatos si se desharían de ellos en caso de que su salud mental estuviera en riesgo, la respuesta fue un rotundo no. "Supongo que si solo soy yo la que sufre no pasa nada", especuló Ami, editora de cine que tiene un gato de cinco años y que acaba de adoptar otro gatito. "Si me lleno de ira y comienzo a herir a otras personas, entonces supongo que sí me desharía de mi gato, aunque sería muy doloroso… Sé que con esto voy a quedar a nivel internacional como una loca de los gatos, pero él es como… ¿mi hijo?".

Incluso aunque la toxoplasmosis condujera efectivamente a desarrollar problemas psiquiátricos, parece poco probable que eso vaya a desanimar a los fans de los gatos. Tal y como señala Ami, los gatos —portadores o no de toxoplasmosis— tienden a inspirar una devoción en los humanos que raya en la manía absoluta. "Conozco a tres personas diferentes que son alérgicas a los gatos y aun así tienen gatos en casa. Una de ellas hasta tiene cuatro".