"Tengo la sensación de que muchas mujeres de veintitantos años sienten nostalgia por la brujería o lo oculto y en parte se debe a que hemos crecido con películas como Jóvenes y brujas, o con series sobre brujas adolescentes", explica Ione Gamble, co-comisaria de esta serie de fotografías inspirada en el tarot y editora jefe de la revista Polyester. "La brujería y ser una bruja adolescente eran cosas a las que extrañamente aspirábamos muchas de nosotras durante nuestra adolescencia. Era como si solo siendo una bruja podías ser una auténtica outsider".
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Le pregunto a Gamble que me explique por qué cree que tantas mujeres recurren a formas alternativas de espiritualidad: lo oculto, el tarot, la magia sexual y la magia antigua habitual. Incluso conforme nos vamos moviendo inexorablemente hacia una visión neoliberal de la sociedad propia del capitalismo tardío ―una visión basada en ideales de la Ilustración sobre la racionalidad masculina y apoyada en los asombrosos avances tecnológicos de las últimas décadas―, muchas personas se retiran hacia búsquedas espirituales convencionalmente etiquetadas como femeninas."No creo que la gente interesada en la brujería o el tarot necesariamente crean en ello", explica Gamble. "Más bien creo que se trata de la unión de las mujeres y otros grupos marginados para observar el mundo desde un punto de vista situado fuera de los cánones patriarcales tradicionales. Creo que el tarot es un modo que utilizan las mujeres para hablar y compartir sus vidas, incluso aunque no necesariamente crean en ello. No se trata tanto de leer el futuro como de hablar sobre las experiencias propias. Pero ―aunque la principal baraja del tarot fue creada para las mujeres― las cartas no se han actualizado desde hace mucho tiempo. Seguimos trabajando con un imaginario realmente antiguo".Cuando le pregunto sobre la importancia de abrazar lo oculto, la brujería y modelos alternativos de espiritualidad femenina, Gamble contesta: "Una de las cosas que más me gustan de este renovado interés por la brujería y lo oculto es que se está empezando a extender la noción de que las mujeres no siempre son inherentemente buenas o agradables. Lo oculto permite que las mujeres abracen su lado más oscuro y la idea de la mujer sociópata o malvada puede ser muy poderosa. Es bueno para la retórica feminista alejarse de la idea de que, para ser feminista, tienes que ser agradable todo el tiempo. Es importante aceptar que existen mujeres malvadas y desagradables en el mundo que no reflejan esa visión perfecta de femineidad".
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