Fotos de la comunidad cosplay en Rusia

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Fotos de la comunidad cosplay en Rusia

Para las mujeres jóvenes de la Rusia post-industrial, vestirse como personajes de anime ofrece un sentido de comunidad. La fotógrafa rusa Mariya Kozhanova toma fotos de la escena local de cosplay en Kaliningrad.

Todas las fotos por Mariya Kozhanova

Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

La fotógrafa Mariya Kozhanova vive en Kaliningrad, la ciudad más importante de una provincia rusa que se ubica en la costa del Mar Báltico, entre Polonia y Lituania. Es un lugar con una identidad complicada –una mezcla curiosa entre las tradiciones alemanas y prusas junto con una herencia soviética– que Kozhanova ha a explorado con su obra por años. Después descubrió una subcultura joven que no entraba en ninguna de las categorías: la escena local de cosplay y sus fanáticas de Sailor Moon, Neon Genesis Evangelion y Final Fantasy. Eso marcó el inicio de su proyecto fotográfico de cuatro años llamado Declared Detachment.

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"Todo empezó cuando una de mis amigas empezó a ocupar todo su tiempo libre creado disfraces de anime para participar en festivales de anime", dijo Kozhanova. "En ese entonces no sabía nada sobre la cultura cosplay. Estaba muy enfocada con el tema de las tradiciones perdidas en Kaliningrad, mi ciudad natal, que era un tema ya por complejo de por sí. La cultura cosplay es aun más ajena a esta ciudad y quería entender por qué estas personas entre 20 y 30 años que trataban que adoptan una cultura tan diferente y actúan como personajes ficticios para escapar de su vida cotidiana".

Aunque la mayoría de los cosplayers empiezan con un interés en el anime y manga japonés, personajes de juegos de computadora, caricaturas de anime y cómics de Marvel, hoy en día también están de moda los personajes de los cuentos de hadas rusos. Los millennials rusos en Declared Detachment están familiarizados con el concepto de crisis de identidad –a nivel nacional, no sólo personal–. Durante su infancia y adolescencia en la década de los 90, fueron testigos del colapso de la Unión Soviética y sus valores, lo cual dejó un vacío cultural que todavía está presente. El cosplay se ha vuelto un santuario necesario que ofrece un sentido de comunidad, así como metas y pasiones compartidas.

"Los cosplayers están organizados en grupos pequeños y practican en clubs deportivos, teatros, casas privadas, espacios abiertos y estadios", dijo Kozhanova. "Cuando los conocí, estaban practicando en uno de los antiguos clubs de la juventud soviética. Al principio los acompañaba a festivales cosplay y a sus eventos locales. Participaba en sus sesiones de foto y cuando confeccionaban sus disfraces. Quería adentrarme en el mundo de las personas que escogí para el proyecto".

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La mayoría de los personajes de Kozhanova son mujeres jóvenes en medio de su transformación en sus personajes de anime favoritos. "Para ellas es una oportunidad de ser libres y perfectas", dijo Kozhanova. "A quién no le gustaría ser la mujer más interesante y atractiva aunque sea por un día o unos minutos sobre el escenario?".


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"Es la forma perfecta de enterrar tu timidez e inseguridad bajo una máscara que tomas prestada de tu héroe favorito, que está diseñado para ser perfecto, algo imposible para los humanos. Ya no eres tú mismo. Puedes ser libre y actuar como se te de la gana. Pueden ponerse los disfraces más reveladores y las faldas más cortas pero tienen el efecto contrario. Se vuelven una armadura que te protege más de lo que te expone".

En las fotos de Kozhanova se notan los elementos más superficiales del cosplay, como pelucas y orejas puntiagudas de elfo, pero su significado va más allá de la superficie. Su verdadero significado yace en cómo es posible escapar del peso de la realidad por medio de identidades adquiridas. Es algo que todos practicamos de una u otra forma.

"No me enfoco en la versión final de los personajes ni en su actuación o en su disfraz. Me fascina el momento de la transformación de persona ordinaria en un héroe", explicó Kozhanova. "Es justo eso lo que muestro en mi obra. Las expongo no solamente en un ámbito doméstico o en un lugar seleccionado al azar en la ciudad. Las capturo en el mundo de donde quieren escapar y las muestro en la etapa final de lo que quieren ser porque creo que la realidad yace en un punto intermedio".

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