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“Súper Carne”: el proyecto que quiere crear carne sin sufrimiento animal

Un startup israelí afirma que con esta carne el sufrimiento animal y los problemas medioambientales pasarían a un segundo plano.

¿Una hamburguesa sin matar una vaca? Esa es la pregunta. ¿Carne sabrosa sin hacer sufrir a un animal? ¿Es eso posible?

Porque si algo es cierto en toda esta cadena alimenticia es que los animales con los que algunos nos alimentamos, sufren. Los matan. Tan solo en cifras, de acuerdo con la FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations), en 2014 los seres humanos consumimos en el mundo 311.8 millones de toneladas de producción de carne. Unas cifras que incluyen res, cordero, cerdo y pollo. Esos son muchos animales yendo a un matadero.

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Las cifras masivas puede que tengan su efecto en las personas. Tal vez por eso, y sobre todo para contrarrestar las pérdidas en agua (para 1 kg de carne se necesita en promedio entre 5 mil y 20 mil litros de agua), o los daños a la atmósfera (18% de gases de invernadero son producidos por la ganadería), hay iniciativas que buscan suplir la carne tradicional con proteína de otro tipo de alimentos. Los insectos, por un lado, una tendencia que reportamos hace unos meses, y los inofensivos para el reino animal, por el otro, lentejas, legumbres, fríjoles, en fin.

Mientras la sociedad abre sus opciones y mete insectos a sus platos, o las disminuye, reduciéndolas a todo lo que no le haga daño a un animal, Koby Barak (biólogo), junto con Iso Savir (informático y biólogo) y el trabajo del profesor Yaakov Nahmias (experto en ingeniería química, genética, biología de las células madre y medicina regenerativa), afirma haber encontrado la manera de poderse comer un bistec sin hacer sufrir a una vaca.

¿Cómo?

Con la ayuda de máquinas que simulan la fisiología del pollo, y una biopsia de células del animal, crearon una pechuga de manera orgánica, proyecto que llamaron Super Meat. "Somos personas motivadas ideológica y científicamente para crear una carne amigable con el medio ambiente que a su vez esté libre de sufrimiento animal", afirma Ronen Bar, otro de los miembros del proyecto.

Para ellos, la producción de carne conlleva un problema medioambiental tremendo. En un reporte de 2006 de la ONU, se afirma que de toda la actividad humana, el 18% corresponde al ganado únicamente. Además, según el mismo, la emulsión de gases de efecto invernadero es responsable por la mayor cantidad de destrucción forestal.

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Por eso decidieron crear un proyecto en forma de crowdfunding en el que recolectan dinero de varios lugares del mundo para poder costearse los experimentos que conlleva convertir moléculas en una pechuga de pollo.

El proceso es el siguiente: se toma una pequeña biopsia de un pollo y se separan sus células en un cultivo determinado. Allí, las células crecen hasta formar un tejido de tamaño real. "Esto es posible en un ambiente diseñado para imitar la fisiología del pollo", afirma Ronen, "y todo se basó en un estudio del profesor Yaakov Nahmias". Así, desde células, se puede llegar a crear una carne del tamaño real, con el mismo sabor y la misma textura.

Aquí mejor explicado:

Imagen cortesía de Super Meat.

1. Se toman células de una gallina viva por biopsia.
2. Las células proliferan en una incubadora.
3. Algunas células se toman de la incubadora para empezar a proliferar.
4. Las células se juntan, creando varios tejidos microscópicos de músculo en cápsulas.
5. Llegan las cápsulas con tejidos de músculo a una máquina.
6. La máquina tiene la función de hacer crecer la carne.
7. Se saca la carne y se reemplaza con otra cápsula para repetir el proceso.

Además, según sus creadores, esta carne será mucho más saludable para el consumo humano por su producción controlada: "Entre sus beneficios, nuestra carne requiere únicamente una pequeña superficie de tierra para controlar los animales de los cuales se sacan las células (a diferencia de la producción "normal", que utiliza el 30% de superficie terrestre en el mundo); no emite los mismos gases de invernadero, pues se necesitaría menos ganado y también es mucho más saludable para el ser humano, porque no se utilizan antibióticos de ningún tipo para los animales, y el proceso es mucho más controlado", afirma Ronan.

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Al ser Barak vegano por muchos años y activista por los derechos de animales de por vida, esta para él es una decisión que puede cambiar la forma de ver el consumo de carne.

Pero, si se trata de una solución para evitar el maltrato animal, sonaría interesante para los veranos y vegetarianos. Quise preguntarle a un par.

María Paulina Arango, quien lleva varios años siendo vegana, el proyecto es interesante, "no para mí, sino tal vez para que la gente empiece a entender la carne de otra forma", afirma.

Según ella, este sería un producto que está exclusivamente dirigido para las personas que consumen carne y que los veganos, al no querer tener nada que ver con este consumo, son personas que igual no comerían Super Meat por el mismo "uso" de animales. "Yo me quedo con las leguminosas", me dijo.

Virginia Upegui, por su lado, una vegetariana que decidió dejar de comer carne por tres razones, a saber, la polución y utilización de recursos naturales excesiva, el maltrato a los animales y por salud, se alimentaría sin pensarlo de una carne como la de Super Meat. "Qué bien que haya gente dando soluciones al problema actual de falta de recursos […] porque si seguimos así, esta tierra se va a explotar y ya no habrá con que darle comida para tanta gente", afirma.

Tocaría verse si crear una carne "in-vitro" puede también atenuar los problemas de salud que conlleva comer carne en exceso, porque al parecer comer la Super Meat es lo mismo que comerse un bistec común y corriente.