Tres pasarelas que valían la pena en el 080

Nada más entrar en el recinto donde se celebra el 080 me encontré con una especie de mercadillo artesanal. Había un sombrerero, una mujer que pinta abanicos, joyas hechas con palomitas, y también había una chica tirada en suelo sacando miles de pares de cangrejeras de una maleta. Al principio pensé que me había equivocado y que estaba en los nuevos Encantes, pero no, esto eran los desfiles. Para esta edición han tenido la maravillosa idea de plantar todo el tinglado de la moda barcelonesa en el exterior del edificio DHUB, donde hacía un calor insoportable. Además del calor, el tema más comentado entre los asistentes era que no había sponsor de alcohol. Lo único que había gratis era Solán de Cabras, que regalaba zumos con forma de mojito. Un poco timo, la verdad. Seguimos con la moda: KRIZIA ROBUSTELA

 
Primer desfile, primer gustazo de la semana. Batido de frutas, gente rara y musicón. Para la colección de Primavera Verano 2014, Krizia se ha inspirado en la Brazilian Bombshell a.k.a la loca de Carmen Miranda. Para los estampados Krizia ha dado vida a las frutas de su tocado trasladándolas a las prendas reencarnadas en una versión siglo XXI de los Fruitis. Plátanos, fresas y piñas haciendo deporte. La salud en su máximo exponente plasmada en moda de calle. Looks multicolores en cuadros vichy, chupas de charol con el estampado del frutero de tu casa y, claro estaba, unos chándales siguiendo su tendencia por el sport deluxe. En inglés, cuando algo es una locura decimos, "It's bananas!" Algo parecido se llama su nueva colección: "Bananas is my business". Una vez más Krizia hace lo que le da la gana y lo hace bien.
 
   
SUR

Me colé en el backstage del desfile de SUR, marca de la que fue diseñadora de ‘Bambi by Laura’, su primera marca. La ropa era gustosa y clásica, bermudas y pantalones de cantinflas en lino y seda, con detalles de sombrillas que parecen que han estado al sol desde los años ochenta. La colección de esta temporada, bautizada SFORZA, dice estar inspirada en la luz de la Costa Brava y la sofisticación urbana de Milán. Suena flashy y bueno, la ropa es ponible y queda muy fina, pero fácilmente podrían ser diseños de Inditex. Desde luego que me parece mucho más interesante ver el desfile desde dentro que desde fuera, sobretodo si te riñen las modelos por hacerles fotos cuando se cambian. Cuánto pudor en los tiempos que corren. Lo más interesante que vi entre bambalinas fue esto:

 
Me recuerda al típico momento en el chiringuito de la playa, después de demasiadas horas al sol, esperando la paella sin saber qué hacer. MANUEL BOLAÑO

Una vez más, este hombre siempre me deja trastocada con su poética predicción de las tendencias.

Esta temporada, con su colección "Bleu en Français",  Bolaño dicta que los hits del año que viene van a ser los pliegues inspirados en ombligos, los cinturones fabricados con cabos marineros, las mascarillas médicas por si las moscas y las mochilas de gran tamaño como para colar a tus colegas en cualquier fiesta. Los maquillajes inspirados en la tribu maori de la edición pasada han dado un giro inesperado. Ahora, nuestro querido gallego los quiere hechos de confetti. Gafitas de nerd, estampados de purpurina y acuarela y, como viene siendo predilección del diseñador, no ha faltado el pelo humano como accesorio, encontrándolo en corbatas y en algún que otro detalle. Tampoco faltaron cariñosos guiños a su curioso e imagino que oscuro pasado con osos de peluche como complemento.