Los tíos también queremos lencería por San Valentín

Hola amigos y amigas, como ya sabréis, ha llegado ese momento del año en el que tenemos que demostrar a nuestras parejas que las queremos mogollón, que vivimos pensando constantemente en ellas y que nos arrancaríamos los ojos de la cara con un cúter oxidado y les haríamos la vida imposible si nos abandonaran.

Ya sabemos que “San Valentín hay que celebrarlo cada día”, que el amor debe ser el timón con el que manejamos nuestra idiosincrasia pero, ¡qué diantres!, siempre es maravilloso ofrecerle algo especial a nuestra media naranja, como invitarla a comer a un sitio “sofisticado” en el que un comensal puede llegar a gastarse hasta 15 euracos en una cena romántica.

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Para dar con la idea perfecta, cientos de periódicos y revistas digitales se han lanzado a proponernos regalos de ensueño, como este artículo de La Vanguardia en el que nos proponen el juego de obsequiar a nuestro gran amor con una pieza de lencería. Lamentablemente, el artículo solo propone lencería para mujeres y nosotros nos hemos preguntado, ¿qué pasa con la ropa interior masculina? ¿Acaso no se le puede regalar ropa interior de encaje a un señor?

Según la definición de la RAE, la lencería es "ropa interior femenina" y no concreta nada más, ignorando el hecho de que este producto siempre se vincula a los encajes, las sedas y a todos esos materiales que habitan el universo de la sensualidad, ¿verdad? Entonces, ¿por qué limitarlo a lo femenino?

Un hombre también tiene derecho a ser elegante y sexy bajo los pantalones, es por eso que hemos decidido hacer un compendio de las mejores opciones de lencería masculina para regalar a tu pareja por San Valentín.

Punto Blanco nos propone un tanga de microfibra delicado y cautivador, la caricia de una orquídea en la piel. Está disponible en varios colores pero el visón, que emula perfectamente la epidermis del caucásico, nos ha cautivado. Es algo maravilloso que compañías con productos tan clásicos como Punto Blanco se lancen a ofrecer este tipo de ropa interior a sus clientes masculinos. Ahora ya no hay excusa para llevar tanga, chicos.

El mundo del encaje se despliega majestuosamente en esta propuesta fantástica de la compañía parisina. Nos hemos decidido por este combo de camiseta interior y bóxer, que juegan con las transparencias y los diseños de encaje florales. Un conjunto que insinúa pero que no deja de ser atrevido, aunque totalmente asexual pues es una prenda más orientada hacia la elegancia y el confort. La ropa interior no tiene porqué jugar siempre a la liga del erotismo y esta prenda, precisamente, es ideal para cortar de cuajo cualquier pretensión coital. Nadie en su sano juicio se excitaría con tal cortina.

Andrew Christian nos propone este sencillo slip de encaje negro que expone el pene y las nalgas sin tapujos. Se trata de un clásico que nunca defrauda, como los palitos de cangrejo Pescanova. Pese a tratarse de una marca de ropa destinada sobre todo a una clientela homosexual, animo a todo hombre a calzarse uno de estos para experimentar otros niveles de sensualidad. Con este slip de encaje tu maromo te pondrá a cien y siempre que se vista con este atuendo tendréis que hacer el amor como animales durante, como mínimo, varios minutos.

Este complejo juego de poleas y cuerdas supone un reto para sus usuarios, pues, si bien es innegablemente sexy, su estética resulta difícil de encajar. En fin, cuesta tomárselo en serio. Es en este aspecto donde destaca, pues es una pieza que fuerza la capacidad de role playing de las parejas, llevando la intimidad hacia nuevos niveles de experimentación. Es recomendable acompañar este tanga con varias botellas de vino, será bastante más divertido y cualquier atisbo de vergüenza se difuminará.

Estos pantalones hechos a mano en Colombia son ideales para generar un ambiente con cierto pedigrí intelectual totalmente impostado. Pon el DVD de la chimenea del Tiger, sírvete el licor más caro que encontraste en el Mercadona e intenta empezar a leer por cuarta vez Todo un hombre de Tom Wolfe. Estos pantalones de CandyMan son ideales para disfrutar en soledad, es un ejemplo perfecto de lencería narcisista. Un caprichito ideal para gestar un momento íntimo y personal, nuestro momento.

Foto vía CandyMan

Repetimos con la gente de CandyMan. Este modelito me gusta especialmente pues recoge el concepto y los detalles de la lencería femenina y los aplica a la ropa interior masculina, derrumbando cualquier tipo de prejuicio y cliché. Esto no es ropa interior, es un manifiesto en contra de los planteamientos decimonónicos sobre género y sexualidad que han imperado en nuestra sociedad durante siglos. Cálzate un liguero rojo con corazones y sé tú mismo de una vez.