Argentina legalizó el autocultivo de cannabis terapéutico

Este artículo fue publicado originalmente por Latfem

Después de tres años de la sanción de la ley 27.350, que reguló el uso medicinal del cannabis pero con demasiados límites, el gobierno argentino dio un paso clave: un cambio de paradigma en una historia de criminalización y prohibición de pacientes, usuaries y cultivadores. El decreto 883 para la “Investigación Médica y Científica de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados” abre la puerta para el autocultivo, el cultivo solidario, el cultivo asociado y el expendio de aceites, cremas y fármacos en farmacias.

“Resulta impostergable crear un marco reglamentario que permita un acceso oportuno, seguro e inclusivo y protector de quienes requieren utilizar el Cannabis como herramienta terapéutica”, señala el decreto que lleva la firma de Alberto Fernández.

Tras cuatro meses de trabajo con las organizaciones sociales, investigadores y especialistas, el Ministerio de Salud de la Nación propuso una nueva reglamentación que fue mejorada por la Secretaría de Legal y Técnica. “La nueva reglamentación es un avance que nos compromete a seguir trabajando por ampliar derechos. La libertad de la planta es la libertad de todes”, dijeron desde Mamá Cultiva. Las organizaciones cannábicas a lo largo y ancho del país celebraron esta decisión del gobierno.

El decreto crea el “Registro del Programa de Cannabis” (REPROCANN). El REPROCANN registrará, con el fin de emitir la correspondiente autorización, a los y las pacientes que acceden a través del cultivo controlado a la planta de Cannabis y sus derivados, como tratamiento medicinal, terapéutico y/o paliativo del dolor.

Es decir, las personas que necesiten cultivar cannabis con fines medicinales para ellas mismas, para otras personas o como parte de una asociación, tendrán que presentar una prescripción médica ante el Ministerio de Salud de la Nación para ingresar en un registro y ser autorizadas a hacerlo. Por ahora no se establecen límites de cantidades de plantas en cada hogar. Esto se conocerá con futuras resoluciones particulares.

La gratuidad es otra de las claves del decreto. Las personas que no cuenten con obra social o cobertura privada podrán acceder a preparados de forma gratuita.

Argentina podrá importar y comprar especialidades medicinales fabricadas en el país, incluidas formulaciones magistrales de farmacias. Con la nueva reglamentación, se impulsa la producción pública mediante los laboratorios nucleados en el Agencia Nacional de Laboratorios Públicos y se distribuirá a través del Banco Nacional de Drogas Oncológicas y farmacias.

Hasta ayer la tenencia de semillas y plantas estaba penado por la ley de drogas (23.737) con hasta 15 años de prisión. Además, Argentina no producía ni importaba cannabis. Por otra parte, la reglamentación anterior solo apuntaba a única patología: la epilepsia refractaria. Y lo cierto es está demostrado que el cannabis mejora la calidad de vida en múltiples dolencias.

El decreto es un paso histórico y una decisión clave para la ampliación de derechos pero la conversación continúa en el Congreso nacional. La diputada del Frente de Todxs, Carolina Gaillard, presentó, hace pocos días y con apoyo transversal, un proyecto de ley que reemplace a esta 27.350, una normativa más integral que esta nueva reglamentación que además busca la regulación del comercio de los productos terapéuticos en base al cannabis. A su vez, allana el camino a la regulación del uso adulto y recreativo.