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"East of the Sun, West of the Moon", la captura de lo inasible

Somos una especie extraña, innatamente atraída por lo que podemos mantener firmemente en nuestras manos o en la cabeza. Así que, por supuesto, nos desorientamos en un mundo de referencias cambiantes. Es la poca concreción de esas referencias lo que...

Si te despiertas desorientado en un hospital los médicos te hacen tres preguntas:

1) ¿Sabes tu nombre?

2) ¿Sabes dónde estás?

3) ¿Sabes qué año es?

El sujeto, el lugar y el tiempo, las tres dimensiones fundamentales de orientación, las pepitas de conocimiento que mantienen nuestros existenciales pies sobre la tierra. Sin respuestas seguras a estas preguntas generalmente obvias, nos desanclamos, como astillas de madera consciente a la deriva. Y es comprensible que la mayoría tendamos al pánico sin aquellas respuestas, ya que son más o menos los bloques epistemológicos de nuestra existencia.

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Por supuesto, mucha gente inteligente a través de la historia ha tenido sus dudas sobre la solidez del "sujeto", "lugar" y "tiempo". Grandes artistas, filósofos, científicos, teólogos y gente del común que han pasado un poco de tiempo pensando en la experiencia humana, han encontrado que a veces esos anclajes no son tan pesados. Y en este proyecto East of the Sun, West of the Moon, tienes la sensación de que los fotógrafos Gregory Halpem y Ahndraya Parlato trabajaron con anclajes suficientes para mantenerse flotando a mar abierto, pero lo suficientemente ligeros como para permitirse cierta soltura para explorar.

El cuerpo de trabajo está compuesto por fotografías tomadas exclusivamente en solsticios y equinoccios, porque a Halpem y Parlato "les gustó la idea de tratar de confiar en dos puntos de referencia continuamente cambiantes como guías de navegación" y porque querían ver "cómo lucía el tiempo" y "cómo se sentía el tiempo". Es claro que todo el asunto solsticio/equinoccio no es solo un asunto divertido, sino una declaración sobre la orientación.

Mira, podemos orientarnos mediante "puntos de referencia cambiantes". Cuando nos damos la vuelta, usamos puntos fijos para corregirnos. Miramos a la eternamente inmóvil Estrella del Norte. Miramos las montañas inmóviles. Utilizamos el constante material de los entornos bañados de variables.

Pero en East of the Sun, West of the Moon, las imágenes de Halpem y Parlato –junto a piezas escritas por Nicholas Muellner– están revestidas por ese reconocimiento de que, en cierta medida, esas constantes nunca son constantes, siempre se desplazan. No es sólo que en un universo big bang todas las cosas estén en movimiento, sino también que solo podemos saber quiénes somos, y dónde y cuándo estamos en relación con referencias que también necesitan referencias que igualmente necesitan referencias, y así sucesivamente. En las fotografías, Halpern y Parlato juegan con la luz y la composición y todo eso, pero sobre todo, juegan con una vaga noción 'einsteniana' de que nadie está anclado en realidad. O quizá, juegan con la idea de que todos estamos un poco a la deriva, orientados solo en la medida de que estamos juntos en esa deriva.

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Para ser claros, este proyecto no está sobrecargado por toda esta cosa súper agitada y embriagadora, en realidad es bastante alegre y está atravesada por una curiosidad sincera. En otras palabras, no hay pánico en estas fotografías. Ni siquiera las imágenes cargadas de pedazos de terror o dolor –el hombre derrotado con la cabeza recostada en una cafetería de aeropuerto, o la escena de una multitud mirando a lo que podría ser un atardecer o un accidente de tránsito brutal– poseen una urgencia real. Es como si estuvieran más aquietados que los fotógrafos más calmados.

Quizá la cuarta pregunta que el médico debería preguntar si esas tres primeras preguntas son un rompecabezas, debería ser más abierta: "¿qué te ancla?"

Pero en East of the Sun, West of the Moon no es el tipo de proyecto que pretende ser capaz de responder a eso. En lugar de eso, su peso se encuentra en la misteriosa similitud entre los sujetos (solsticios y equinoccios) y el medio que Halpern y Parlato utilizan para capturarlos (la fotografía). Una fotografía especial, al igual que estos días especiales del año, son fenomenales en el verdadero sentido de la palabra. Ambos son resultado de algo que ocurre cuando un infinito número de partes móviles casualmente se relacionan entre sí de una manera que crea un tipo de sentido particular.

¿Y los otros 361 días del año? ¿Esas innumerables fotografías de mierda que se desechan? Son conjuntos desorganizados de ceros y unos, datos legibles pero sin sentido. Pero cuatro días del años, como cuatro fotogramas fuera de esas 365 capturas, cosas mezcladas, se igualan y alinean de una manera que se siente vagamente inteligente, incluso planeada.

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Somos una especie extraña, innatamente atraída por lo que podemos asir y mantener firmemente en nuestras manos o en la cabeza. Así que, por supuesto, nos desorientamos en un mundo de referencias cambiantes. Si hay puntos fijos, si hay constantes que orientan, probablemente se encuentran en los momentos en que todo ese movimiento arbitrario produce algo notablemente aquietado, cuando todo el desplazamiento de alguna manera produce entendimiento.

Aquí les dejamos una galería de fotografías de Ahndraya Parlato y Gregory Halpern de su nuevo libro East of the Sun, West of the Moon, publicado por Études Studio, que incluyen fotografías inéditas.

Gideon Jacobs es el director creativo de Magnum Photos, Nueva York. Fue actor y ahora escritor, y pronto publicará un libro llamado Letters to My Imaginary Friends. Síguelo en Twitter.