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Feminisme

Probé las 'pesas vaginales' para fortalecer mi vagina y mejorar mis orgasmos

Aunque estaba escéptica ante la idea de que las bolas vibratorias de Kegel pudieran mejorar mis orgasmos, me pregunté si fortalecer mi vagina podría mejorar mi vida.
LC
traducido por Laura Castro
Foto cortesía de la autora.

Soy insegura acerca de muchas cosas, como los cabellos rebeldes en la parte del cuello y la forma en que la grasa de mi rodilla se junta cuando me levanto, pero la fuerza de mi vagina nunca ha sido una de esas cosas. No digo que sea fuerte. La verdad es que no sé cómo se supone que debe sentirse una vagina fuerte o por qué querría que lo fuera. Obviamente, sería genial que mi vagina fuera de acero y pudiera romper penes por la mitad, pero cualquier cosa que no llegue a ese grado de fortaleza parece poco interesante. Las vaginas ejercitadas son como los músculos tonificados de la pantorrilla: me da gusto por ti que los tengas, pero literalmente ya se me olvidó de qué estamos hablando. Por estas razones, los ejercicios de Kegel nunca habían llamado mi atención; aunque reconozco que algunas personas usan las bolas de Kegel, especialmente después del parto, para ayudar a prevenir la incontinencia urinaria y aliviar muchas afecciones médicas.

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Una amiga con la que hablé acerca del levantamiento de pesas vaginal, quien desea permanecer en el anonimato, dijo: "Creo que es un fraude y sólo otra forma de que nos sintamos mal con nuestros cuerpos" y, haciendo a un lado las afecciones que ayuda a tratar, yo tiendo a concordar con mi amiga. Mientras que siempre (literalmente, sin parar) me siento mal por no hacer ejercicios de plank —cuando estoy en la fila para comprar café, me siento tranquilamente en mi habitación, escojo marido en el metro—, nunca he reunido la energía suficiente para sentirme mal por no hacer ejercicio con las bolas de Kegel… hasta la semana pasada, cuando me encontré con un dispositivo que publicitaba los beneficios extremos de ejercitar tus genitales.

El nuevo producto de la compañía de juguetes sexuales We-Vibe, llamado Bloom, es descrito como "bolas vibratorias de Kegel con pesos progresivos". Si usas con regularidad el dispositivo vibratorio color rosa, que se parece un poco a un pequeño ratón, te ayuda a fortalecer tu vagina, mejorando supuestamente la calidad de tus orgasmos.


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"Con pesos progresivos para tonificar y vibraciones estimulantes para disfrutar, está diseñado pensando en el placer", dice la caja. "Bloom hace que fortalecer los músculos de tu suelo pélvico sea divertido y fácil, para que así puedas lograr orgasmos más satisfactorios".

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Ya que era divertido y fácil, pensé que valía la pena probar el producto, aunque sólo fuera por las estimulantes vibraciones. Un representante de We-Vibe, que participó en el proceso de desarrollo del producto, me condujo hacia estudios que demuestran que el aumento del flujo sanguíneo en los músculos del suelo pélvico (zona pubococcígea) ayuda a que sea más fácil llegar al clímax y a que aumente la intensidad de los orgasmos.

"Es un giro peculiarmente divertido en los ejercicios de Kegel, los cuales deberíamos incorporar regularmente en nuestra rutina de cuidado personal", me dijo Stephanie Keating, directora de marketing de la marca We-Vibe. "A medida que continúas fortaleciendo tus músculos, puedes ir cambiando los pesos progresivamente, ayudando a aumentar la fuerza de tus músculos y orgasmos con el tiempo. Si eres nueva en el uso de las bolas de Kegel, te sugerimos comenzar con el peso más ligero mientras contraes tus músculos pubococcígeos por cinco segundos y luego los relajas también por cinco segundos, 12 veces seguidas. Para obtener mejores resultados, repite esta rutina tres veces al día y continúa aumentando el peso progresivamente".

Soy una gran fan de los vibradores y los uso por motivos profesionales, así que este tipo de ejercicios ciertamente estaba dentro de mis competencias. Aunque estaba escéptica ante la idea de que las bolas vibratorias de Kegel pudieran mejorar mis orgasmos (también me habían dicho que la mariguana tenía ese efecto y lo único que fortaleció fueron mis impulsos de autosabotaje, me preguntaba si fortalecer mi vagina podría mejorar mi vida. Así que decidí usar el artefacto durante mis sentadillas matutinas y hacer los ejercicios que sugirió Keating. (Antecedentes cruciales: hago 15 sentadillas todas las mañanas antes de visitar Dunkin 'Donuts).

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Tengo que decir que el dispositivo, que parece un pequeño ratón, si su cabeza fuera una pequeña bola y su cuerpo fuera una bola un poco más grande, no fue fácil de introducir. De hecho, no entró. Por primera vez en algún tiempo, tuve que sacar mi viejo tubo de lubricante (es broma, mi lubricante viene en botella, ¿pero se lo imaginan?) para poder ponérmelo. Olvidé estimularme antes de insertarlo, porque dah, el calentamiento previo al ejercicio no suele involucrar la masturbación. Así que utilicé un poco de lubricante y luego coloqué el ratoncito dentro de mí, y caminé alrededor de mi habitación, apretando y aflojando mientras le cantaba "Malibu" a Frank, un pug con el que vivo que parecía molesto y confundido por toda la situación. Honestamente, yo estaba igual, y más que nada estaba cantando para distraerme de la relativa incomodidad del dispositivo.


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Keating me dijo que a veces la gente llega al clímax durante sus ejercicios, así que decidí enfocarme más en los beneficios sexuales que en los relativos a la salud. Encendí la vibración, y lo volví a poner dentro de mí. Se sentía bien, aunque seguía siendo un poco incómodo. Terminé sacando el Bloom y usándolo para masturbar mi clítoris. Después me fui a dormir.

Utilicé el Bloom durante una semana, y cada día era un poco más fácil. (We-Vibe sugiere que veremos mejores resultados si lo usamos cinco minutos al día durante al menos tres meses). No puedo decir que haya notado grandes cambios en la calidad de mis orgasmos, pero hay algo muy satisfactorio en el hecho de volverte más bueno en algo. ¿Con qué frecuencia podemos decir que somos mejores en alguna cosa? Es una sensación reconfortante. Ahora meto el Bloom dentro de mí todas las mañanas durante mi sesión de sentadillas previa a ir a Dunkin 'Donuts, y, si tengo tiempo, después me masturbo como recompensa, usando la función de vibrador.

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Aunque yo no sentí ninguna mejora —lo que tal vez pasaría si practicara algunas semanas más—, una amiga mía, que desea permanecer en el anonimato, dice que los ejercicios de Kegel (sin bolas, peso o cualquier otra variante) cambiaron su vida. Para ella, los ejercicios fueron para ayudar a relajar, no fortalecer, su vagina. (Esencialmente, ella contrae y luego relaja durante diez segundos, mientras que normalmente uno contraería y relajaría por igual). Durante la terapia física, su médico le dijo que hacer estos ejercicios minimizaría el intenso dolor que sentía durante el sexo, y le han ayudado muchísimo.


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"Me encanta todo lo que hace que la gente hable sobre problemas vaginales y el hecho de que pueden ser resueltos la mayoría de las veces", dijo. "Aunque creo que no me encanta la idea de que las mujeres sientan que deberían hacerlo para ser buenas en el sexo y que es sólo otra parte más de su cuerpo que deben ejercitar. Pero si lo hacen por placer o comodidad personal, genial… además la simple idea de que puedas cambiar cosas con respecto a tu vagina es genial. Creo que hay una idea generalizada de que lo que tenemos allá abajo es un misterio y que simplemente debemos vivir con él".

En el año 2017, las mujeres no tendríamos que aceptar las cosas simplemente así porque sí, y sin embargo, aquí estamos.