La última tendencia del porno son jóvenes escuálidos que parecen preadolescentes

En octubre pasado, el estudio porno Reality Kings lanzó un video con el título ordinario de "Rock Hard", en el que Phoenix Marie —una veterana de treinta y tantos años de edad, y diez años de experiencia en la industria— intenta relajarse después de una rutina de ejercicio, pero no puede porque su "hijastro" está tocando su guitarra en la cochera a todo volumen. Entonces decide regañarlo: es una premisa aparentemente normal del porno MILF.

Allí encontramos a Conor Coxxx (link NSFW), un veinteañero extremadamente pálido y esquelético, con el cabello desarreglado, a quien Phoenix le saca una cabeza de estatura. Después de regañar al complaciente Coxxx, Phoenix se da cuenta que le excita abusar verbalmente del joven, así que lo desnuda, lo maltrata y lo mueve de aquí para allá como a una muñeca de trapo mientras —en un episodio acertado y atlético de inversión de roles— lo sostiene boca abajo en un 69 vertical. Es un video sumamente atrayente.

Coxxx no se parece al típico pornstar, algo que admite de inmediato: "Yo sabía que no tenía la altura o la apariencia que otros chicos tenían, y siempre me he visto varios años más joven de lo que soy realmente", revela.

De hecho, su pequeño cuerpo rompe con los viejos tropos del porno: no es más alto que su coestrella, no exuda masculinidad normativa, y es dominado porque es un hombre diminuto en los brazos de una mujer de estatura promedio. No está solo, tampoco: recientemente, los pornstars masculinos con complexiones similares se han vuelto cada vez más populares en la industria: está Jordi El Niño Polla, Sam Bourne, Buddy Hollywood, y una gran cantidad de actores menos conocidos que aparecen con frecuencia en sitios especializados de BBW (mujeres grandes y hermosas) y MILF. Esto sucede gracias a la economía cambiante de las producciones porno, que recientemente empezaron a fomentar la aparición de cuerpos más diversos.

Nunca ha existido homogeneidad absoluta en los tipos de cuerpo masculinos en el porno, pero una imagen arquetípica del pornstar aún existe en la cultura estadounidense, lo suficiente para que los académicos se refieran a ésta como una causa de mala imagen entre los hombres. Logan Pierce, un pornstar contemporáneo bastante popular, reconoce que debido a que el porno mainstream satisface las fantasías masculinas convencionales, "Los actores suelen estar ahí para encarnar la proyección varonil de la "masculinidad". Me dijo que el ideal ha cambiado a lo largo de los años; de hombres musculosos en esteroides, hasta hombres más delgados pero con músculos definidos y convencionalmente atractivos como él.

Coxxx primero consideró entrar a la industria del porno después de seis años de tocar la guitarra en una banda llamada Last Relapse. Para poder pagar la renta, decidió darle una oportunidad al porno. Lo hizo sabiendo muy bien a lo que se enfrentaba, pero dijo que "como soy bien dotado, esperaba atraer el interés suficiente para conseguir un trabajo estable". Su intento por salir a flote se convirtió en una carrera; en parte porque comenzó en Atlanta, Georgia, donde el talento masculino es relativamente escaso. Pero incluso en una ciudad como Los Ángeles —donde vive ahora— donde hay una saturación de actores, Coxxx y aquellos que tienen su tipo de cuerpo han sido capaces de encontrar mucho trabajo en los últimos años.

Stella Cox —una de las más grandes actrices porno del momento— ha actuado con algunos de estos pequeños pornstars. Cox dice que esta tendencia emergente se debe a que los productores buscan escenarios nuevos e impactantes. A medida que la capacidad de sacar provecho del porno tradicional se desploma en la economía cambiante, la industria está especialmente abierta a torcer las normas y causar revuelo.

El porn MILF, en particular, ha creado un mercado atrincherado y confiable para los hombres flacos que no son tradicionalmente masculinos, como Coxxx. Muchos fans masculinos le han dicho que las escenas que muestran tipos de cuerpos no idealizados como el suyo son más atractivas; ellos también pueden identificarse con mayor facilidad. Cox agrega que personalmente no es una gran fan de los tipos masculinos tradicionales e ideales, y confía en que la diversificación de los cuerpos y los escenarios en que aparecen involucrarán a más mujeres también.

El doctor Roberto Olivardia, un psicólogo de Harvard que estudia la imagen corporal masculina en relación con las normas culturales, está de acuerdo en que el consumidor masculino promedio encuentra más atractivo el porno con cuerpos no ideales como el de Coxxx, ya que es más fácil proyectarse. "Beneficia a la industria del porno contar con una diversidad de hombres", dice. "Quieres que tantos hombres como sea posible se proyecten en la fantasía y se vean a sí mismos de una manera más parecida a los pornstars", comenta.

Incluso si los tipos masculinos tradicionales continúan dominando el porno mainstream, o por lo menos las escenas importantes, los actores como Coxxx y Polla ya han dejado salir al genio de la botella. Ahora se puede sexualizar a los tipos escuálidos de la misma manera que a las formas masculinas ideales del mundo del porno. El hecho de que puedan coexistir con el ideal masculino tradicional como una faceta regular de las producciones de estudios mainstream es un buen augurio para un mundo del porno más diverso e interesante.

"Estoy bastante segura de que esto es sólo la punta del iceberg", dice Cox sobre el porno diverso que está por venir.

Sigue a Mark Hay en Twitter.