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Catalanes: los mejores clientes de Ashley Madison

Cataluña es una de las comunidades autónomas con más personas registradas en la página de polvos extramatrimoniales.

Imagen vía.

El pasado 20 de julio un colectivo de hackers que se hacía llamar "The Impact Team" puso disponible en internet 9,7 gigabytes (ahora ya hay unos 14 gigabytes "liberados") de información sobre unos 37 millones de usuarios de la página de citas extramatrimoniales conocida como Ashley Madison. En su momento ya hablamos del tema aquí, así que utilizad el hipervínculo —al fin y al cabo es el concepto sobre el que se sustenta internet— y leed un poco más. Básicamente la página era una red social que facilitaba citas entre personas casadas que pretendían engañar a sus respectivas parejas sin ser descubiertos, consiguiendo así saciar sus ansias sexuales.

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Aparte de la evidente —e infantil— lección de moral, los piratas informáticos también pretendían denunciar ciertas presuntas irregularidades cometidas por la empresa; como el hecho de no borrar la información de las cuentas cuando los usuarios pagaban sus 19 dólares por cancelarlas o la creación de perfiles falsos de chicas para que los tíos casados vaciaran sus bolsillos.

Con los datos robados a Ashley Madison se pueden hacer muchas cosas interesantes, siendo este mapa —donde se puede consultar por países el número de altas y el tanto por ciento de tíos registrados— una de las más interesantes. El tema es que la información robada ha confirmado que un 90-95% de personas registradas en el sitio web eran hombres. Al fin y al cabo esta web consistía en un buen puñado de tíos charlando con tías que no eran exactamente tías y lanzando enjambres de pollas al vacío para ver si una de estas lograba acertar a una persona real.

Cantidad de usuarios por territorio (cuanto más rojo, más usuarios). Imagen vía.

Aquí empiezan los datos curiosos. Vamos a centrarnos en nuestro territorio más cercano, por supuesto, que es lo que más nos interesa; España. Como veis en el mapa de arriba, parece tratarse de un territorio bastante caliente (está todo jodidamente rojo), en concreto Catalunya, Madrid y Valencia. El dato curioso surge cuando analizamos el tanto por ciento de usuarios y vemos que en Cataluña las cosas se desfasan un poco del resto del país.

De los 7.200.000 catalanes que existen, unos 275.000 se registraron en Ashley Madison. Teniendo en cuenta que un 90-95% del total de los registrados eran hombres, significa que unos 254.375 hombres catalanes le daban fuerte a esta web. Manejando un poco los números vemos que de la población total de Catalunya que podría tender a utilizar este servicio (gente de entre 20 y 55 años) un 13,7% de hombres estaban apuntados al servicio (las mujeres solamente representaban un 1,13%). En Barcelona, concretamente, la cosa aumenta un poco, existiendo casi un 15% de la población masculina de esa franja de edad apuntada a la web. Mira a tu alrededor, ahora mismo, es posible que tengas a alguien cerca que ahora mismo esté sufriendo en silencio toda esta mierda de la filtración de Ashley Madison. Carlos lleva unos días sudando demasiado, puede ser el calor o puede ser "otra cosa". David también está jodido pero creo que es porque se le ha muerto el abuelo. En fin, es probable que haya alguien en tu oficina que pretendía follarse a una casada a través de ese portal.

Madrid, esta vez, no se corona como capital. Solamente un 7,3% de los machotes dentro de esa franja de edad pretendían tener relaciones sexuales con casadas. Las mujeres suponían un 0,9%.

Podemos seguir consultando los datos y ver que en Bilbao eran un 11,8% y en Sevilla un 10,10% de tíos (ya no pongo los datos femeninos porque siempre oscilan entre ese 1%) pero todo esto solamente nos generaría más dolor de cabeza. No por el baile de números sino por lo demencial del tanto por ciento de gente predispuesta a romper una familia (dos, de hecho) —cosa con la que no tengo ningún tipo de problema. Joder, ¿qué coño nos pasa a los tíos? ¿Qué clase de problema tenemos?

En definitiva, de nuevo vemos como la ley del "seny i la rauxa" invade una Cataluña oprimida por sus propios tópicos locales y rompe con el insulto habitual del catalán judío, sereno y educado. Aquí —en Cataluña— nos gusta follar con casados como los que más, Y NO PASA NADA. La próxima vez que nos traten como personas decentes pienso destrozar cabezas.