Articulo 8_Generación Z activismo artístico
Ilustración de Jimena Duval
Vice Labs

Infoactivismo, artivismo y craftivismo, las armas de la Generación Z

Los y las jóvenes de Latinoamérica están tratando de hacer revolución de la mano del Internet, el arte y las artesanías.

Si me pidieran definir en tres palabras lo que las y los jóvenes latinoamericanos comparten escogería resistencia, cambio y lucha.

Artemisas es una organización sin fines de lucro, de incidencia política y con un enfoque de género, que ha permitido la creación de varios espacios para que jóvenes activistas puedan crear y experimentar soluciones alternativas democráticas para solucionar problemas actuales; uno de estos espacios se llama Residencias Políticas

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Con todos los problemas presentes podríamos llegar a pensar que los Derechos Humanos, en la mayor parte del mundo, son inexistentes. La violación a los derechos de la mujer en Afganistán, las desapariciones forzadas en Latinoamérica, las dictaduras aún establecidas y otras situaciones nos han hecho pensar que jamás podremos salir de esta situación. Según la organización Civicus, el 87 % de la población mundial vive en países con un espacio cívico calificado como ‘cerrado’, ‘represivo’ u ‘obstruido’. En Latinoamérica las principales violaciones a este espacio son la intimidación y acoso a activistas, el ataque contra periodistas, la detención de manifestantes y el uso excesivo de la fuerza. Una de las formas más comunes de castigar una protesta social es desacreditarla y dotarla de malos prejuicios, como decir que son violentas, cuando no lo son, o llamarles “guerrilleras” a las personas defensoras de los derechos humanos.

Uno de los mejores ejemplos para ilustrar esto son las marchas feministas en México, en donde a las mujeres que salen a manifestarse por sus derechos humanos se les desacredita por pintar monumentos históricos o romper cristales, haciendo que la lucha feminista se desprestigie mediáticamente y las activistas sean acosadas. 

Los Estados latinoamericanos, por desgracia, casi nunca otorgan protección integral, acceso a la justicia ni ambientes seguros para que los defensores y defensoras de los derechos puedan seguir luchando y sigan haciendo conciencia sobre los problemas sociales actuales. En los peores casos, los ataques, que no son controlados a tiempo por los Estados, pueden extenderse a los familiares de los activistas, quienes pueden sufrir de agresiones leves hasta la muerte.

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¿Cuál es la mejor forma de protestar y de mostrar un acto de rebeldía para que nuestro presente social comience a cambiar? Para mí, la respuesta es convertirnos en defensores y defensoras de los derechos humanos, es decir, actuar de forma individual o en conjunto para promover y defender los derechos de todas las personas por medios no violentos en un nivel local, estatal, nacional, federal o internacional. Una gran herramienta para el activismo actual es el Internet y todas las puertas que este medio nos puede dar, como Residencias Políticas, que nos da un espacio para aprender sobre las problemáticas sociales del mundo y hacer ruido para que nuestras voces puedan ser escuchadas.

Pero hacer activismo en Internet tiene su camino, como nos lo muestra la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia. Uno de ellos es el infoactivismo, en donde lo más importante es encontrar la manera de transformar la información en acción, es decir, hacer que los datos dados se conviertan en incidencia para que se informe de forma completa y correcta sobre las injusticias actuales. Otro es el artivismo, que es una forma de usar el arte para crear conciencia e incidencia. Este tipo de activismo puede ir desde el graffiti hasta el performance; el punto es que a través del arte se logre hacer conciencia sobre temas sociales relevantes para causar conmoción a través de la información dada en la imagen artística. El tercero es el craftivismo, en donde se usan las artesanías para hacer activismo. Un gran ejemplo es el de México, donde diversas activistas unieron el bordado con datos sobre el aborto seguro en un hospital público. El resultado fue una manta gigante con datos fuertes en diferentes colores para que estos fueran más visibles y pudieran llegar a más gente. 

Estos tipos de activismo son de suma importancia porque pueden generar un gran impacto en la sociedad en donde se realizan y también fuera de esta, gracias a la amplificación sin límites del Internet.

Estas formas de manifestación son, en su mayoría, completamente pacifistas. Redes sociales como Twitter, Facebook e Instagram son las más usadas actualmente para generar un impacto consciente. “Si las personas no obedecen, quienes mandan no cumplirán su objetivo”, nos dijo Marta Gaba, participante en Red Latinoamericana. En sus palabras, “cuando se produce un movimiento de resistencia civil pacífica primero tenemos que lograr una masa cívica de personas que decidan no obedecer y entonces se puede empezar a trabajar la temática”. Por esto las redes sociales y el Internet son muy importantes: “Tienen recursos infinitos para poder hacer un cambio”, nos recalcó Marta, pues ahora las luchas tienen espacios menos definidos, pero a la vez más grandes, para poder hacernos reflexionar mediante impactos creativos. La juventud tiene en sus manos el cambio social y la mejor parte es que las y los jóvenes lo saben.