El sol brilla, hace calor y ves piernas descubiertas por todas partes, la temporada festivalera está en su cénit. Eso significa que nosotras, las mujeres, tendremos que volver a enseñar el culo mientras nos agachamos entre dos arbustos o detrás de una valla para mear. Admitámoslo, realmente no vale la pena caminar hasta los baños y luego hacer la cola para mear en esos váteres de plástico sobrecalentados que huelen fatal.
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Pero a la vez, mear al aire libre es todo un reto para la gente con vagina. Encontrar un punto protegido para ahorrarle a los transeúntes la imagen de tus nalgas al aire es una tarea cuanto menos incomoda, y no es nada fácil tratar de mantener el equilibrio al mismo tiempo que te agachas cuando llevas ocho horas yendo de concierto en concierto y tus piernas van a explotar.Lo bueno de mear al aire libre en los festivales es que es muy común y, a diferencia de lo que pasaría si lo hicieses en plena calle, nadie te pondrá una multa de más de 100 euros. Además, tu vejiga te lo agradecerá. Si lo haces bien, claro. Por eso, desde que me llevé un tremendo sermón a través del interfono de un museo mientras meaba en la entrada (la voz dijo: “Te veo allí sentada. ¡Este es un espacio público, sal de aquí!”), y me asusté tanto que terminé meando mis zapatos por todas partes, me he familiarizado con todos los aspectos de esta actividad y he recopilado aquí abajo algunos consejos que te pueden ayudar a tener éxito en tu intento de mear al aire libre.Si eres del tipo de persona que mea al aire libre a menudo, sin dudas te lo pensarás dos veces antes de llevar un mono o peto a un festival. Bien pensado. Y no solo porque –en el caso de un mono– tienes que desvestirte hasta las rodillas y descubrir tus tetas, también porque –en el caso de un peto– es muy probable que los tirantes terminen dentro de tu charco de meado. No queremos que eso suceda, así que, para estar seguras, llevaremos pantalones. Si quieres aún mayor seguridad, ve con una minifalda y sin bragas. Es muchísimo más fácil.Si estás bailando en un festival en la ciudad y tu vejiga comienza a quejarse, te recomiendo que te separes de la multitud lo antes posible y sigas a tu brújula interior de mear, que en un entorno urbano no tiene más remedio que dirigirse hacia los coches aparcados. Si hay demasiados transeúntes en el área, encuentra algunos vehículos aparcados en diagonal entre los que agacharte. Las probabilidades de que alguien vaya a estirar su cuello unos 180 grados para echar un vistazo entre los coches es muy baja, a menos que algún maldito grite que hay una Kardashian allí amamantando al último miembro del clan.Cuando estás en un ambiente más rústico, como en un festival de varios días al aire libre, siempre busca un punto plano en la naturaleza, nunca una pendiente.
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