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Cultură

Una apología al incomprendido "tramp stamp"

Desde los rituales de fertilidad del siglo XX, hasta el video de Britney Spears de "Stronger", los tatuajes en la espalda baja han sido un símbolo de mujeres determinadas. Es hora de entender el injustamente difamado "tramp stamp".

Este artículo fue publicado originalmente en Broadly, nuestra plataforma dedicada a las mujeres.

Miré atrás con las piernas abiertas, como las de Britney es su video"Stronger". Detrás de mi, en cuclillas, estaba Tessa Bx de Gnostic Tatto, quien adornaba mi espalda baja con mi tatuaje número 11 (coloquialmente conocido como "tramp stamp"). Spears también se hizo uno, una elegante hada. Yo en cambio fui a que me hicieran una serpiente inspirada en la pieza de una de mis artistas favoritas: Alejandra Saenz. Tal como el colapso mental de Britney de 2007 (que en mi opinión fue una respuesta normal al mierdero por el que estaba atravesando, además de ser jodidamente ruda) creo que los tatuajes de coxis han sido injusta y ampliamente denigrados.

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Las mujeres occidentales comenzaron a tatuar sus espaldas a finales de los ochenta, según la Doctora Anna Felicity Friedman, historiadora y directora del Centro Histórico y Cultural de tatuajes. "Dado a los estigmas a propósito de los tatuajes, muchas buscaban hacérselos en lugares fáciles de esconder", explica. Jill Jordan, una de las tatuadoras más reconocidas de esta escena ochentera, los llamó "chick spot" [zona de chicas], según cuenta Margot Mifflin en su libro Cuerpos Subversivos: Una Historia Secreta de las Mujeres y sus Tatuajes. La moda avanzó con cautela llegando a la década de los noventa, conforme más mujeres tatuaban sus cuerpos, y a mediados de esa década la popularidad del "tramp stamp" se impulsó en parte gracias a la influencia de las revistas de tatuajes que mostraban a modelos con tinta en sus espaldas.

Recuerdo haber crecido en esta época escuchando a los hombres referirse a este tipo de tatuajes como "objetivo" o "blanco", insinuando que sus portadoras eran "fáciles". Seguramente existen y existieron mujeres quienes se estamparon a manera de señuelo, de carnada seductora. Pero bájenle a la vanidad masculina, la mayoría de modificaciones que las mujeres realizan en sus cuerpos, sean cosméticas o quirúrgicas, son para hacerlas sentir más cómodas con sus cuerpos. "Los tatuajes son para las mujeres contemporáneas emblemas tanto de empoderamiento feminista, como insignias de autodeterminación en una época de controversias al rededor de sus derechos, donde el acoso sexual, la violación y el aborto, las han hecho conscientes de quiénes realmente deberían controlar sus cuerpos y por qué", escribe Mifflin. Pero nuestra querida sociedad patriarcal asume que las modificaciones que una chica quiere hacerse se reducen a la opinión y a las preferencias masculinas, así que estos tatuajes fueron sexualizados y estigmatizados prontamente.

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La mayoría de modificaciones que las mujeres realizan en sus cuerpos, sean cosméticas o quirúrgicas, son para hacerlas sentir más cómodas con sus cuerpos.

Escoger el lugar y la imagen que vas a tatuar es una tarea absolutamente personal. Es una decisión que se enraíza en una variedad de razones que pueden incluir la cicatrización por un abuso sexual, o simplemente querer adornar una zona de tu cuerpo. En Cuerpos Subversivos, Jordan señala cómo los tatuajes de la espalda baja son extremadamente sexy y logran adelgazar tu cintura. En el Libro de poderes para Brujas, la bruja profesional Devin Hunter, relata que nuestra alma primitiva "se asienta dentro del alma baja" y explica que dentro de ciertas tradiciones dhármicas como el hinduismo, budismo, y el sijismo, "una enorme serpiente llamada Kundalini, se acuesta enroscada en nuestro chakra raíz, activando nuestros instintos primitivos". El Kundalini se trata de la energía vital básica, o prana, escribe Shakti Parwha Kaur Khalsa en Yoga Kundalini: El Flujo de la Energía Eterna.

Foto por Mosuno vía Stocksy

Quise tatuarme una serpiente para conmemorar la época de mi vida cuando empecé a quitarme las cadenas del patriarcado, cuando empecé a cuestionar sus restricciones a propósito de las relaciones tóxicas y a encontrarme auténticamente. El imaginario de la serpiente y la elección del cuerpo no fueron accidente, quisieron representar mi ser primitivo y "la vida sabrosa", como cuando Eva aceptó comer del fruto prohibido en el Jardín del Edén. La cola de mi tatuaje empieza en el chakra raíz, pero el resto se ubica en el segundo chakra que es donde la mayoría de tatuajes de espalda son hechos. Así que mientras el chakra raíz representa la energía primigenia, la seguridad, la supervivencia, el segundo representa la energía sexual (y se ubica en nuestra zona reproductiva). "Esa área es sagrada, se le llama Sacro por una razón" dice Ashlee Davis, una instructora de Kundalini Yoga y médica holística, especializada en ayudar a quienes luchan contra la alimentación por ansiedad y su imagen corporal.

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Antes del boom noventero de los "tramp stamps", el siglo XX fue temprano testigo de este tipo de tatuajes. En el artículo "Los tatuajes entre los árabes de Irak", originalmente publicado en American Anthropologist por Winifred Smeaton y republicado en La fuente Histórica de los Tatuajes, Smeaton escribe sobre una mujer de Al-Kadhimi (norte de Bagdad) a quien llama "una de sus informantes más importantes para comprender los aspectos mágicos de los tatuajes". La mujer, a quien Smeaton no otorga nombre en su etnografía, explicó la práctica de tatuar pequeños diseños de tres a cinco puntos en las espaldas bajas "justo encima de las nalgas" como ritual de fertilidad que asegura la maternidad.


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Para el año 2000, cuando Spears y su hada se apoderaron de una silla en Stronger, el "tramp stamp" había pasado de moda, dice el Doctor Friedman. "Cuando llegaron los jeans descaderados, más o menos por el año 2000, estos tatuajes quedaron expuestos y afianzaron su asociación con una sexualidad de moral distraída", explicó. Mifflin escribe que a partir del nuevo milenio, el "chick spot perdió su encanto deviniendo en el tramp stamp". Cuando le pregunté por un equivalente contemporáneo de este tatuaje, Friedman respondió que aquellos que se ubican en las costillas. Tessa me dijo antes de nuestra cita, que la mariposa que reposaba justo encima de las nalgas, había abierto el camino a la pluma que decora las costillas.

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"He realizado menos tatuajes de espalda que de antebrazo u otros lugares, pero es que desde que yo crecí el tramp stamp es un estigma. Para alguien que ama dar y recibir tatuajes, opinar sobre la elección dónde un cliente decide ubicarlo, es difícil", dice Tessa, mientras me dibujaba una serpiente en la espalda que encuentro protectora, poderosa, y me lleva a preguntarme si Britney se sintió así de mágica con su hada (eso espero).


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Mientras que la mayoría de los miembros de la comunidad tatuadora (y yo) te recomentamos no tatuarte el nombre de algún amor, el resto es decisión tuya. Buena suerte queriendo avergorzarme por mi tramp stamp, mi serpiente es encantadora y los noventa están de regreso.