Foto: Murad Sezer / Reuters
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Sumado al estado actual del Zika y la posibilidad de no contar con la participación de todos los atletas, Brasil vive un clima de inestabilidad política, corrupción e incertidumbre que ponen en duda su capacidad para albergar el mayor espectáculo deportivo, evento al cual el mundo no parece estar tan ilusionado en asistir debido a que el ritmo de venta de entradas ha sido muy inferior al de Londres o Beijing; no se ha llegado ni a la mitad de los 8.5 millones de boletos disponibles a la venta.Es indudable que en un plano hipotético en el que Estados Unidos no asistiera con todos sus atletas a Río, los juegos perderían nivel deportivo, protagonismo mediático y algunos récords mundiales. Sin embargo, viéndolo desde las noticias más recientes y dejando de lado el dramatismo estadounidense, es un hecho que el virus está en declive y tanto los organizadores como los países asistentes tomarán medidas específicas para proteger la salud de sus atletas y visitantes, por lo que no hay una razón que impida la participación de cualquier delegación en los Juegos Olímpicos de Río 2016.Si el virus Zika es grave, no asistiremos a los Juegos. No vamos a exponer a nuestros jóvenes. La salud de nuestra gente es más importante que el evento