La gente que se 'desintoxica' para poder follar con un corazón puro
Illustration by Grace Wilson

FYI.

This story is over 5 years old.

Identidad

La gente que se 'desintoxica' para poder follar con un corazón puro

Los beneficios de un período de abstinencia incluyen claridad, paz y una fructífera relación con tu vibrador.

Durante miles de años, los beneficios de la abstinencia sexual han sido alabados por filósofos, escritores, artistas, Papas y gente que se siente francamente harta de lidiar con él. En el siglo III antes de Cristo, los estoicos y los epicúreos consideraban que la pasión sexual era irracional (y lo es), una enfermedad, incluso, que amenaza el equilibrio del alma y el estado mental. "Las relaciones sexuales nunca ayudaron a nadie y hay suerte si no provocan daño", dijo el filósofo de la Grecia Antigua Epicuro.

Publicidad

El problema es que el sexo te hace sentir muy bien la mayor parte del tiempo.

Tan bien que, incluso hoy, en una época de condones y control de la natalidad, una persona afilosófica y no religiosa podría sentirse impulsada a salvar su alma renunciado al sexo durante un período específico de semanas, meses o incluso años. Entre muchas de las personas que tienen citas de forma compulsiva existe la idea de que el sexo es la raíz de sus desgracias románticas, que es el vínculo común entre toda tercera cita que no va a ninguna parte y toda conversación por WhatsApp que termina con un "pues vale".

Cómo bio-hackear tu cerebro para tener sexo sin implicarte emocionalmente

¿Es el sexo una amenaza para el romance y para las personas? Y, de ser así, ¿qué tiene el acto de la penetración que lo hace tan transformador e inquietante, si dejamos aparte por un momento las ETS y los embarazos no deseados? La decisión de "desintoxicarse del sexo" ―a menudo tomada precipitadamente, quizá unas pocas horas después de no recibir una respuesta por mensaje de texto de la persona que te acabas de follar― puede basarse en diversos factores. La esencia de este ejercicio, al parecer, es priorizar nuestro propio ser eliminando la distracción del sexo y, lo que es más importante, toda la basura social que lo rodea. Al hacerlo, según esta teoría, podrás verte más claramente a ti mismo y serás capaz de vislumbrar mejor tus motivaciones. Una feminista radical que afirma estar sexualmente liberada, por ejemplo, podría darse cuenta de que el sexo en realidad significa algo para ella, después de años de intentar convencerse a sí misma de que tener sexo casual le hacía sentir bien. Por otra parte, un hombre que ha ido saltando de relación duradera en duración duradera durante sus 15 años de carrera sexual podría decidir que le gustaría probar a estar solo. Quizá se compre una vagina artificial y se dedique a algún hobby como el punto de cruz o el taekwondo.

Publicidad

Otras personas deciden renunciar al sexo con la esperanza de conseguir una relación estable y duradera después de arrastrarse durante años entre rollos de una noche nada satisfactorios. El mes de enero del año pasado, el guionista Tom Young publicó un ensayo en el Washington Post sobre su decisión de abstenerse completamente del sexo durante todo 2016, con la esperanza de que dicha abstinencia le diera la oportunidad de "formar las bases emocionales y románticas para tener una relación duradera". Es sabido que el sexo nubla el juicio y, al eliminarlo de sus relaciones, Young sospechaba que podría tener más éxito a la hora de rodearse de la gente adecuada.

Sigo acostándome con la gente que me da la gana cuando quiero, pero no consigo tener relaciones satisfactorias. ¿El sexo me está saboteando?

En 2013 el buenorro de mi compañero de piso me dijo que tenía más probabilidades de seguir interesado en una mujer si no tenían sexo inmediatamente, incluso aunque hubiera química entre ellos y ambos quisieran hacerlo. Cuando me lo dijo yo respondí con una mueca de desdén. Si dos adultos de mutuo acuerdo desean tener sexo, ¿es necesario evitarlo para mantener interesado al otro? No me tragué ese razonamiento, pero años más tarde sus palabras me siguen atormentando. Sigo acostándome con la gente que me da la gana cuando quiero, pero no consigo tener relaciones satisfactorias. ¿El sexo me está saboteando? ¿El intercambio sexual es el vínculo común que une todas mis desastrosas y decepcionantes relaciones con los hombres?

Publicidad

Mmmm, sí. ¿Pero es realmente el origen?

La Dra. Megan Fleming, psicóloga clínica y sexóloga, afirma que la desintoxicación del sexo puede ayudar a la gente a interrumpir patrones de citas disfuncionales y ofrecer claridad. "Si alguien se siente más interesado en el sexo que en una relación, o utiliza el sexo porque cree que es un vehículo para conseguir una relación, es posible que le venga bien tomarse un descanso y resetear su conducta", indica. "Siempre es importante observar la función de cualquier comportamiento y saber cómo nos afecta. ¿Crees que a ti no te funciona? ¿Piensas que no estás obteniendo lo que quieres o que tus necesidades no están siendo satisfechas? Entonces opino que dar un paso atrás y tomar un descanso tiene todo el sentido del mundo".

(Aunque Fleming no necesariamente recomienda parar de masturbarse, especialmente en el caso de las personas que ya tengan un impulso sexual algo bajo. "Si no tienes una libido realmente sólida, una cosa es tomarse un descanso de tener parejas, pero yo te animaría a explorar tu cuerpo y darte placer a ti mismo", afirma. "Si no mantienes viva esa llama podría resultar más difícil cuando estés listo para ponerte otra vez en marcha").

Aunque Young no acabó teniendo una relación al final de su experimento, dijo que había desarrollado un sentido más claro de lo que estaba buscando en una pareja, así como una imagen más honesta del modo en que le afecta el sexo.

Publicidad

"Todavía no he descubierto totalmente cómo manejar el sexo, pero he aprendido a establecer parámetros y expectativas para protegerme emocionalmente", escribe. "Puedo aprender a aceptar un encuentro casual, divertido y respetuoso, pero lo más importante es comunicarse con las parejas sexuales para asegurarse de que ambos están en el mismo punto".

Me abstuve de tener sexo porque en realidad sí quería tener sexo, pero porque buscaba aprobación o porque estaba aburrida y necesitaba algún tipo de distracción

La lógica es similar a dejar de tomar alcohol durante un mes: la idea no es que el alcohol sea inherentemente malo, sino que la desintoxicación podría mejorar tu relación con el alcohol iluminando las formas poco saludables en que lo necesitas o lo empleas a modo de muleta. Pero para algunas personas no siempre es fácil desligar el sexo del alcohol. La artista visual y escritora Molly Soda no creía que el sexo fuera un vicio cuando decidió conscientemente volverse célibe durante 2016, pero se dio cuenta de que muchos de sus encuentros sexuales habían sido motivados por el alcohol o por la necesidad de aprobación.

"Me di cuenta de que muchas de mis relaciones sexuales habían sido provocadas por el alcohol, lo cual en realidad no era sexo consentido. El sexo, especialmente para las mujeres, puede llegar a ser esa especie de cosa extraña sobre la que los hombres tienen el poder", dijo Soda. "También pienso que la forma en que hablamos acerca del sexo casual permite a mucha gente escapar de su responsabilidad en lo que respecta a las relaciones y a definirlas".

Publicidad

Soda encontró numerosos beneficios gracias a renunciar al sexo: tenía más tiempo para centrarse en sí misma y sus relaciones con otras mujeres se volvieron más fuertes y menos complicadas. "Cuando te encuentras en determinado grupo social, círculo, grupo de edad o escena, se producen muchos intercambios de pareja", dijo. "Todo el mundo se acuesta con todo el mundo y se produce una extraña competición tácita entre las mujeres en lo relativo a salir con tíos y al sexo casual".

Y lo que es más importante, Soda dijo que se dio cuenta de que el sexo en realidad no era tan casual para ella, incluso aunque para otras personas sí lo fuera.

"Creo que gran parte del tiempo se nos dice que debemos tener esa actitud casual y así de algún modo encerramos nuestros sentimientos en nuestro interior", afirmó Soda. "Cada persona es diferente y desea ser tocada de manera diferente y en momentos diferentes. En mi caso, descubrí que gran parte del tiempo no estaba teniendo sexo porque realmente quisiera tener sexo, sino porque buscaba aprobación o porque estaba aburrida y necesitaba algún tipo de distracción".

Soda afirma que finalmente llegó a un punto durante su año de celibato en el que ya no necesitaba acostarse con alguien para sentirse conectada con esa persona. Aprendió que prefería estar despierta hasta las 5 de la mañana simplemente hablando. "Cuando hablo con alguien sigo teniendo el control y sigo teniendo el poder, lo que probablemente es algo que a mí personalmente me preocupa", explicó. "No sé… Me permite sentirme un poco más centrada con respecto a la situación".

Armada con un renovado conocimiento de sí misma, Soda está lista para volver a follar. Ya se ha hecho un perfil en Tinder y todo.

"Voy a tener sexo", dice. "Solo que todavía no sé cuándo".